Soy Cygnus Potter o tal vez... Malfoy (Vengo del Futuro)

Capítulo 22: ¡Maldita Granger!

POV Autora

Una puerta del séptimo piso apareció ante los ojos verdes de una furiosa castaña. Y por esa puerta salió Draco Malfoy, el cual tenía una sonrisa llena de satisfacción.

—Parece muy feliz, ¿verdad? —comentó Zabini a Astoria, con una sonrisa triunfante.

Ella apretó los puños con ira.

Blaise estaba cumpliendo con su palabra. Él le había prometido a su amante que le mostraría quien era la amiguita de su amigo Draco.

Astoria rechinó los dientes y Blaise volvió a sonreír.

—¿Cuándo va a salir esa maldita? —murmuró Astoria, con los dientes apretados.

—Ahora solo hay que esperar unos minutos, mi amor. Ten paciencia.

Y eso hizo, esperar. Diez minutos después la puerta de la Sala de los Menesteres nuevamente se abrió, y por ella salió la mujer que menos esperaba Astoria.

Hermione Granger. La prefecta de Gryffindor salió con las majillas sonrojadas y una suave sonrisa en los labios, camino por el mismo pasillo por donde hace unos minutos había caminado Draco.

Y cuando ya no había más rastro de Hermione, la Slytherin paralizada por la sorpresa, exploto de rabia.

—¡NO! ¡NO CON ESA! ¡NO CON ESA ASQUEROSA SANGRE SUCIA! —gritaba Astoria caminando de un lado a otro, como una maniaca—. ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡DRACO NO PUEDE ESTAR CON ESA MALDITA! ¡ESTO TIENE QUE SER MENTIRA!

—Lo has visto con tus propios ojos, Tori, por supuesto que es verdad —dijo Blaise fingiendo empatía por la chica, aunque en realidad estaba más que dichoso por haber conseguido lo que quería: vengarse de Draco. Zabini sabía que para poder vengarse de su ex amigo tenía que manipular a Astoria, la obsesionada Astoria. Aun recordaba cuando descubrió a Draco con Granger.

Él pasaba por el séptimo piso por casualidad esa noche, cuando de pronto una puerta de materializo en una de las paredes —la Sala de los Menesteres, pensó Zabini—, y por ella salía Draco, él rápidamente se escondió detrás de una de las armaduras, y vio con sospecha al rubio —el cual parecía dichoso—, se preguntó el porqué de su felicidad, y rápidamente llego a una conclusión, Draco se encontraba con una chica. Eso lo lleno de ira, ya que pensaba que su nueva compañera de casa había preferido al rubio antes que, a él, estaba a punto de sacar su varita y maldecirlo allí mismo, cuando la puerta nuevamente volvió a materializarse y por ella salía Granger.

Rió. Oh, sí, que rió mucho al descubrir que Draco Malfoy, perteneciente a una de las familias que estaban consideradas en los «Sagrados Veintiocho», ex mortífago, enredado, no, fornicando con una hija de muggles. ¿Qué diría Lucius Malfoy si se enterase que su único hijo estaba liado con una impura? Pero sobre todo ¿cuál sería la reacción de Astoria? La habían cambiado por una impura.

Sí, él reconocía que Granger atraía a cualquier hombre —incluso a él—, pero eso no quería decir que él, Blaise Zabini, se atrevería a tocar a una sangre sucia como Hermione Granger.

Salió de sus cavilaciones cuando los gritos de Astoria se hicieron más fuertes.

—¡VOY A MATARLA! ¡JURO QUE VOY A MATARLA! —gritaba Astoria.

—¿Quieres callarte y dejar de decir tantas estupideces?

—¡NO ME DIGAS LO QUE TENGO QUE HACER! —lo amenazó Astoria sacando su varita y apuntando directamente al pecho de Blaise—. ¿CÓMO PUDO CAMBIARME POR UNA SANGRE SUCIA? ¡¿CÓMO?!

—Granger es hermosa —comentó Blaise para molestar a Greengrass, pero actuó rápidamente cuando se dio cuenta de que la chica estaba a punto de maldecirlo—, pero nadie es más hermosa que tú, mi querida Tori. Cálmate —el moreno paso un brazo por los hombros de Astoria, pero esta se zafó de su abrazo.