Cap.1 - Amor.

9.8K 559 98
                                    

Sí, todos quedaron tan sorprendidos como Maléfica al ver la princesa libre de la maldición

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sí, todos quedaron tan sorprendidos como Maléfica al ver la princesa libre de la maldición.

Su verdugo se convirtió en su salvadora, una historia digna de un verdadero cuento de hadas.

Salvar a la princesa no libro la imagen de Maléfica, a los ojos del mundo ella seguía siendo un ser maligno, el hada tampoco buscaba redimirse ante los humanos. Lo único que tenía importancia era la florecilla dieciocho primaveras que danzaba por el Bosque Encantado.

Los meses pasaron y, el único lugar que parecía haber cambiado en realidad fue el paraje mágico pues el reino humano estaba sufriendo la miseria a la que Stefan los había hundido.

¿Qué más se podía esperar de un miserable campesino con aires de realeza?

Ahora quien se encontraba en frente de toda esa situación era la joven princesa, inexperta ante los ojos de un reino. Inútil ante los ojos de una corte real que demandaba soluciones, unas que ella no podía darle.

—Tal vez si hubiese recibido la educación adecuada pudiese saber de lo que le estamos hablando, su majestad.

—Tan campesina como su padre.

—Debería volver al campo donde estaba metida, entre las gallinas y los cerdos.

Aquello fue demasiado para una joven tan frágil como Aurora. Por eso no dudo en huir de aquel palacio en donde su presencia fue innecesaria desde el momento en que la corte real la tomó como una sirvienta más. Sin una representación masculina su opinión no importaba, eso le repetían.

El caballo galopaba tan rápido como sus manos apretaban las riendas. La brisa fría acariciaba su rostro al igual que sus risos dorados, las lágrimas que derramo ya no se encontraban en su rostro.

Aurora se encontraba huyendo al único lugar donde estaba a salvo, el Páramo.

Desde el acantilado más alto del bosque mágico, Maléfica se encontraba sin expresión mirando el paraje. Podía apreciar las luces titilantes de las luciérnagas, incluso algunas pequeñas hadas volando por encima de los árboles dejando a su paso un rastro mágico azul.

Se respiraba paz en cada rincón, pero Maléfica sabía que la paz no era duradera, no con humanos codiciosos y menos con un bosque lleno de, lo que ellos no paraban de aclamar, riquezas.

Diaval sobrevolaba a toda prisa con su croar incesante, solo cuando estuvo cerca Maléfica lo transformo en su forma humano utilizando un sutil movimiento de sus dedos.

—Mi señora —sacudiendo su ropa se colocó de pie respirando agitado.

—¿Qué? —respondió con sequedad el hada sin molestarse en mirarlo.

—Es... Aurora.

— ¿Que sucede con ella? —Maléfica entrecerró sus ojos, un gesto que pudo apreciar Diaval solo si estuviera de frente, el hombre de nariz larga se tuvo que conformar como al mencionar el nombre de la princesa provoco que sus alas se encogieran un poco.

Maléfica : Robaste lo que quedaba de mi Corazón [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora