Demonio de fuego

Amantes

Para kawimo que no perdió las esperanzas y me animo a volver.

POV Yozak

las palabras me hicieron retroceder como si lo que me hubiera arrojado fuera un arma y no una declaración de amor.

-Mientes-susurre

Conrad desvío la mirada.

-Claro que no.

Observe a este hombre con el que había crecido y luchado, sin poder reconocerlo.

-No te creo-repetí.

-Por favor Yozak-suplico, asiendo mi mano- No pedía nada, nada más que fueras libre y feliz pero junto a Wolfram no lo hubieras sido.

-Eso no lo sabes.

Parecía querer replicar, y quería que lo hiciera, quería desesperadamente que me diera los motivos correctos para reunir mi coraje contra él.

-tengo que irme-dije, para convencerme a mi y para informarle a él.

-Dejame ir contigo.

Parpadee. Consciente de la escena que estábamos montando frente a las escaleras.

-¿Es que no lo entiendes Conrad? - repuse molesto- No tienes las prioridades adecuadas. No podría amarte, sabiendo que renunciarías a mi tan fácilmente como a Sussana Julia. No podría confiar en ti, sabiendo que abandonas a tu hermano por tus deseos egoístas.

Mis palabras parecían herirlo, porque la verdad duele. Sacudía la cabeza, como si quisiera deshacer las palabras en su mente.

-El hombre con el que crecí y que podría haber amado no existe.-remate, girando sobre mis pies hacia la oscura entrada del castillo.

POV Wolfram

-Vamos a casarnos-asegure

-Claro cariño, pero nos tomará al menos otro mes para organizar todo.

-No- contradije, alzando me sobre la cama para buscar su rostro- Pronto.

El rostro de Adalbert vaciló.

-Ya está mi madre y mi tío aquí. Es toda la familia que quiero.

Alcanzando me con sus brazos, mi prometido me atrajo a su pecho. Oí el rápido latir de su corazón y sentía sus fuertes brazos rodeando me.

-No quiero que lo hagas solo porque tienes miedo. No mientras estés confundido.

Me gustaría poder explicar, poner mis sentimientos y todo lo que alborotaba mi mente sobre sus manos, quizá él pudiera entenderlo mejor que yo, porque la historia era demasiado larga, y ahora todo se había malentendido.

-No tengo miedo-asegure, aunque fuera una verdad a medias- Y no estoy confundido. Tienes que creerme y estar seguro de mi amor por ti. Quiero unirme a ti lo más pronto posible, y que nada pueda separarnos ¿Como es eso algo malo?

El agarre de sus manos aumento por un momento, entonces súbitamente se separo de mi, poniendo ambas manos a mis costados para mirarme de frente, mechones de su cabello rubio cayendo sobre su cara.

-Yo nunca dije que fuera algo malo.

Alce mis manos a su rostro y lo atrape hacia mis labios.

-Te amo-susurre.

-Te amo también, cariño
.
En poco tiempo los besos se hicieron más salvajes y demandantes. Necesitaba sentirlo cerca. Había extrañado todo de él, la forma en que me sentía pequeño entre sus brazos y como mis pensamientos se convertían en humo gracias a él.