CAP 3

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Juan pdv

Carlota sigue con su mano  sobre en mis labios, asi que decido hablar  debajo de ella —. No me dejas respirar, Carlota.

Carlota abre los ojos, y baja de inmediato su mano—¿Quién le dijo mi nombre?

Miro a la Señorita que le acompaña
—.Ella—digo y la señalo.

—¿Tú, Catalina? —pregunta.

—No, no, yo no fui, no conozco al caballero— dice, moviendo la cabeza de izquierda a derecha.

—¿Cómo sabe mi nombre?

—Cómo lo dije antes, fue la Señorita que te acompaña, pues hace un momento pronunció tu nombre.

—Eso no le da el derecho de llamarme por el, usted y yo somos unos desconocidos.

Quiero contestar a su palabras, pero comienzan a escucharse  voces y pasos acercándose.

—Te dije, Carlota, nos van descubrir
—dice, la señorita temerosa que por nombre lleva Catalina—. ¿Qué hacemos?

—Si me permiten bellas damas, les puedo ayudar—digo, conteniendo la risa, pues ellas pueden ser muchas cosas, menos bellas.

—¿Quién le dijo a usted que requiero de su ayuda? —dice, Carlota, parandose frente a mí, cruzando los brazos sobre su pecho—. Y deje de burlarse de nosotras, que no somos tontas—camina lentamente al lugar donde me encuentro.

—No discutas, Carlota. En este momento si necesitamos ayuda del caballero—dice, Catalina.

—¿Caballero, él?, es más caballero mi perro.

Suelto una carcajada —. Me habían comparado con varios animales, pero con  un perro nunca—miro directamente a los ojos a  Carlota, ella me sostiene la mirada—. Cambiando de tema señoritas. ¿Quieren mi ayuda?¿ Si o no?—pregunto, imitando la pose de Carlota.

Carlota me ve, entrecerrando los ojos y deja salir un suspiro —.Desgraciadamente, sí.

—Les ayudaré, pero no será gratis, les costará..

—Usted fue el que ofreció su ayuda —pronuncia algo entre dientes que no logró entender—.Dígame cuanto, pero  rápido— dice, Carlota interrumpiendome.

—No es dinero lo que necesito, pero después te comentare cual  será mi paga. Primero necesitamos que salgan de aquí sin que sean  vistas.

—Me niego aceptar su ayuda, sin conocer lo que pedirá a cambio.

—Por favor, Carlota—dice, Catalina mientras gira su rostro a mi—.Prosiga, Caballero. Mi amiga no emitirá de nuevo una palabra.¿Cuál es su plan?

—Iré hasta donde se encuentran aquellos hombres,  me haré el borracho e iniciaré algún tipo de pelea, mientras ustedes rodean la carpa y escapan por la calle que está a su derecha, a esta hora ya debe de estar sola. Me esperan en el callejón que se encuentra a la   mitad, para acompañarlas hasta su casa— no he vivido aquí, pero por las historias del tunco, me aprendí las calles.

—Me parece bien, ¿Verdad, Carlotita?—dice, Catalina, dándole un pequeño codazo a su amiga.

—Sí— contesta  Carlota

….

Después de mi  gran actuación, camino hasta el callejón donde me esperan el esperpento uno y el esperpento dos, este se encuentra en total oscuridad—Señoritas, ya pueden salir, ¿Señoritas?

—Se tardó mucho—dice, Catalina saliendo de entre las sombras.

—No podía tardar menos, mi actuación requería tiempo— doy pasos para atrás , dándoles espacio

ME CASÉ CON LA FEA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora