5.- Empujón

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- ¿Tu enserio crees en ello? - pregunte a mi mejor amigo después de haberle contado todo.

El había sido mi mejor amigo desde la educación primaria, el había estado a mi lado en la desaparición de mi hermana y yo había estado en vela a su lado en el funeral de sus padres, y en esos momentos los dos estábamos de pie, uno al lado del otro asomando la cabeza desde el risco observando la tonalidad oscura del mar y escuchando sus murmullos, ahí era donde solíamos ir a contemplar las estrellas puesto que era en ese lugar mas que en ningún otro donde se podían apreciar con una claridad espectacular, a el le encantaba contarme sus sueños bajo la luz de las estrellas, algunos era muy extraños y otros hasta eran casi irreales, el me los contaba con mucha calma como si temiera saltarse algo, yo solo reía o hacia cortos comentarios, me fascinaba escucharlo, porque yo no era capaz de soñar nada o al menos era incapaz de recordarlo.

- Quiero decir, todo lo que te he venido diciendo sobre el brillo y la sima cósmica no deben sonarte mas que como una verdadera y enorme sarta de estupideces - le dije a la vez que tomaba una roca y la lanzaba al azul del mar.

- No, yo lo creo, porque lo he visto - me dijo con voz calmada, estuve apunto de cuestionarlo pero al voltear y ver su expresión neutral supe que hablaba enserio - aquí mismo, en este risco de esta playa te vi brillar, literalmente, y lo hiciste tan intensamente que temí te convirtieras en un nuevo sol y terminaras por reducirme a cenizas, por eso te empuje desde aquí y caíste al agua, me asuste un montón cuando no veía tu cuerpo volver a la superficie, pensé en saltar a buscarte con miedo a que te hubieras golpeado la cabeza con alguna roca y hubieras perdido el conocimiento, pero no pude hacerlo, no era porque no tuviera el valor de lanzarme, era solo que tenia al presentimiento de que tu no querías eso, que tu volverías a flote por tu propia cuenta, no recuerdo cuando tiempo permanecí atento a la superficie del agua, pudieron haber pasado horas, pero tu regresaste, asomaste la cabeza y comenzaste a reír alegremente y dijiste que "te las pagaría" como si en realidad no hubieras pasado tanto ahí abajo, pero ya no tenias la misma luminosidad de antes, como si el agua y la salinidad te hubieran apagado casi por completo, me sentí muy culpable en ese entonces, ¿es acaso que tu no lo recuerdas?

- Creo que si hubiese sido de esa forma no hubiera podido olvidarlo - conteste un poco consternado.

- Tienes razón, pero estoy seguro de que si vuelvo a darte un ligero empujón podrías recordarlo - puso sus manos en mis hombros y sonrío ligeramente.

- Vamos que del tema de los empujones ya tengo suficiente.

- Hablo muy enserio, voy a empujarte desde este risco otra vez - dijo dando cortos pasos al frente haciéndome retroceder.

- ¿No puedo hacerte cambiar de opinión?- le pregunte sin poder ocultar mi nerviosismo.

- No, lo hago por tu bien, pero prométeme algo - dijo esta vez deteniéndose, dejándome a escasos centímetros del borde - prométeme que regresaras de nuevo, que en cuanto tengas oportunidad escaparas y no dejaras que ese agujero negro te quite toda tu luminosidad.

- Lo prometo, ademas aun debo darte tu merecido.

Dicho esto me quede inmóvil mientras sentía la fuerza de empuje que los endebles brazos de mi amigo ponían en mi cuerpo, me sentí flotar unos instantes, la caía me creaba un cosquilleo en el estomago que se contrajo, la velocidad me impedía escuchar nada mas que un viento silbante y molesto, lo ultimo que fui capaz de ver fue el rostro de mi amigo quien me sonreía con nostalgia, sus brillantes ojos azules brillaban hermosamente y sus cabellos rubios se ondeaban como miles de manos diminutas agitándose para despedirme antes de ser engullido por la frescura salina del agua.

StardustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora