Amantes

por amarnos

Llevaban algunos años juntos, pero aún se se amaban cada día.

Isabella siempre pendiente de su hijo aún si ya era grande, agradecía mucho que Otabek lo aceptar y que ambos lo cuidarán como si fuera hijo de ambos, ya que no todos los hombres aceptan al hijo de otro.

Al principio parecía que Otabek era muy estricto con CJ pero era basé a su rebeldía, cuando esa etapa terminó su trato fue más amable, aunque siempre fue así, era estricto en cuanto a su salud y bienestar se trataba, también fue un buen amigo y digno de confianza aunque le dolía reconocerlo pero parecía tenerle incluso más confianza que a ella.

Mirar cómo su hijo aún siendo tan grande prefería pasar su tiempo con ellos, sabía que era temporal desde hacía unos días estaba distraído pensando en "su ángel" según lo llamaba, entendía lo que él amor era y pronto tendían una vida juntos, era parte de la vida y lo aceptaba.

Solo deseaba verlo feliz.

Se despertaba cada mañana revisando que el desayuno fuera de su agrado, recordándole a su hijo que debía comer saludable en la comida, además de que en la cena lo esperarían con su postre favorito, aunque CJ insistiera en que sabía todo eso y podía cuidarse, contra una madre no se puede discutir.

Otabek sólo miraba desde la mesa terminando su desayuno, con sólo un "cuídate" se despidió.

Cuando al fin se sentó Isabella su marido comenzó a darle un masaje en sus hombros, nada más mirarla sonreír le hacía ser el hombre más dichoso.

Luego de ese masaje la tomo de la mano y la guió a la habitación, había esperado el estar solos y ahora ya no se detendría.

Serró muy bien su habitación y empezó a besarla desesperado como si ubiera pasado mucho tiempo desde que lo hizo.

Los besos fueron cada vez más fogosos hasta llegar a la cama, arrancándose toda la ropa.

Los besos siguieron siendo intensos, llenos de amor y pasión, tocaron sin pudor el cuerpo del contrario, gimiendo sus nombres sin control.

Que importaba quien los escuchará ya estaban juntos y no les importaba darse amor cada que podían, algunos decían que con el pasar de los años el apetito sexual se esfuma, en su caso era todo lo contrario ya que cada oportunidad la tomaban para hacer el amor.

Otabek la recostó en la cama y se coló encima de ella y la penetro profundo, comenzando a dar estocadas profundas, mientras su mujer gemía de gozo.

Luego de unos minutos cambiaron de posición y Otabek se sentó al borde de la cama e Isabella lo cabalgó inmediatamente, ambos sumidos en plaser gimiendo.

Antes de terminar Isabella se separó y se colocó con sus manos contra la pared y alzó su trasero para invitar a su marido y estar inmediatamente entendió la sepan y colocándose tras ella la empezó a penetrar aún más fuerte que antes, tomando entre sus manos ambos pechos para masajear los.

Siguieron así por algunos delicioso minutos y luego estallaron en un orgasmo compartido, luego se dieron un baño juntos.

Otabek aún tenía que trabajar, lo bueno de ser el jefe, era que podía llegar tan tarde como gustará.

Durante el baño juntos se limpiaron entre ellos, jugaron como niños en el agua y se besaron, se besaron mucho como si compensaron por el tiempo en no estubieron juntos, amándose cada instante, gritándose todo el amor que tenían solo para el contrario.

Todo lo que habían vivido sufriendo con sus primeros matrimonios se recompensó con este nuevo amor, que los llenaba por completo.

Luego de ese largo baño, salieron ya listos y Otabek tubo que ir a trabajar, prometiendo regresar a tiempo para la cena y no hablaba presisamente de comida, a lo que Isabella río seductora.

Su vida estaba en lo mejor y aunque aún faltaba lo mejor ya que empezó a ver algunas revistas y tener ideas, para un pronta boda.

Sin saber aún que esto no era posible ya que el "ángel" aún era ilegal.

Pero mientras repasaba en su mente la vaga descripción, de cabello rojo, empezó a ver trajes y algunos vestidos que pudieran resaltar su belleza, no sabía si el chico preferiría un traje o un vestido, no todos tienen los mismos gustos e intereses en ropa y muchos omegas se niegan a usar vestido ya que apresar de su condición seguían siendo hombres.

También reviso algunos trajes para su hijo, algo que resaltará su masculinidad y sus músculos.

Definitivamente la boda de su hijo es algo en lo que ella se esperaría mucho.

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Un corto de otaIsa
Los loveo...
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