esa valentia...

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Luego de salir de aquél lugar, dejando a esa pareja perdida en sus pensamientos, fueron a casa o la que sería su nuevo hogar.

Ryo no tenía idea del porque estaban frente a esa casa, pero de ver la sonrisa juguetona de su ahora marido, insitandolo a bajar del auto, antes de siquiera dar un paso lo cargo al estilo princesa, al llegar a la puerta quiso preguntar pero tenía la idea de que rento el lugar.

- bienvenido a casa - le dijo mientras con grandes habilidades mantenía sujeto a su lindo omega e intentaba abrir la puerta.

- ¿casa? - cuestionó incrédulo, acaso era eso posible.

- nuestro hogar - entro con él aún cargado y serró la puerta con el pie, camino un poco para mostrarle el lugar - la cosina - apenas equipada con un refrigerador y una estufa - la sala - solo una sala, color chocolate de piel - el comedor - un comedor enorme de ocho sillas - las habitaciones - entro a una, solo ocupada por una cama donde lo depósito con cuidando.

- ¿qué significa esto?

- ¿no te gusta? - se pudo de rodillas para quedar a su altura y mirarlo a los ojos - me adelante, pero pensé que nesecitariamos los un lugar, solo nuestro, un hogar.

- debiste preguntarme - con la sonrisa en su rostro y sus brazos cruzados nadie nunca pensaría que podría estar enojado.

- solo tiene lo básico, la decoración será algo de los dos, el color que quieras pintar, los cuadros y adornos, los muebles que falten, quiero que juntos hagamos de esta casa un hogar y un día....un día tener a nuestros cachorros aquí - con sus ojos llenos de luz y esperanza al ablar de eso, el omega no dudo en lanzarse a sus brazos y besarlo.

- te amo - le dijo después del beso.

- yo te amo más - respondió y acarició su rostro.

Juntos comenzaron a ver mas detenidamente cada parte de la casa, CJ se deleitaba al escuchar las ideas del menor de cómo le gustaría tener su casa.

Ryo fue quien se encargó de escojer por internet algunos muebles que faltaban ya que el alfa solo lo veía como si su sola imagen lo dejara idiota y como no si hablaba de lo bien que se vería en tal lugar o que muebles serían peligrosos con algunos niños corriendo en la casa, la idea de una gran familia era parte de sus planes.

Tuvieron que pedir comida ya que incluso los muebles que ya tenían aún conservaban el plástico protector, tendían que cambiar eso y darle vida a su nueva casa.

Por la tarde cuando pensaban en algunos adornos para la recamara, con suaves roces y palbras de amor, terminaron arrancándose la ropa.

Devorando el cuerpo del contrario dejando marcas que pudieran ser escondidas por la ropa, degustando el sabor de los labios ajenos, mientras gemidos inundaban la habitación.

El eco resonando les hacía perder la poca cordura que tenían pero con paciencia el mayor se aseguraba de darle exquisitas sensaciones al menor que comenzaba a gritar su nombre pidiéndole que ya lo partiera en dos.

Ante tan adorables reclamos sólo pudo hacer caso a sus súplicas y comenzar a dilatarlo, tarea en la que cada vez era mejor, con dos dedos hacia movimientos de tijera, con tres simulaba embestidas tratando de llegar a ese dulce punto, luego lo besaba hasta quitarle el aliento y en un rápido movimiento sacaba sus dedos y lo penetraban hasta el fondo, besaba su cara y masajeaba su miembro para distraerlo del repentino dolor.

Cuando el dolor era reemplazado por plaser las cosas cambiaban, hacían diferentes posiciones, mientras gemían el nombre del contrario, se gritaban su amor y una promesa de estar siempre juntos, buscaban al menos dos orgasmos para su pareja y luego recostados tomados de las manos compartían besos y susurros de amor.

Ryo había aprendido que luego de ese amor nesecitaban una ducha y ropa limpia o que no estubiera rota, por eso con tiempo sacaba algunas prendas de su armario y las llevaba a la escuela, una de sus mejores amigas las guardaba en su casa, así cuando tenía que verse con su amado, solo pasaba por la maleta con su amiga y así no tenía ningún problema.

Sus mejores amigas lo ayudaban en todo, ya sea escapando de casa o ayudándolo a verse con su alfa o a lavar la ropa luego de dejar manchas sobre esta ya que no quería que su madre viera algo así, ellas eran sin duda las mejores amigas del mundo.

Esa noche tubo que regresar a casa, CJ lo dejo a una calle de su hogar ya que el omega aún no quería que sus padres lo vieran aunque ya sospecharan que salía con alguien.

*

Tantos lugares que pudieron ir, él piloto los llevaría a donde sea que quisieran.

Podían ir a París así le mostrará donde estubo y los lugares que conoció, tal vez un lugar exótico como México, o una isla alejada del mundo, podían a donde desearan, pero no.

Iban en el avión rumbo a Rusia, Kaihleen ni siquiera le pregunto, solo llegaron y le dijo al piloto que los regresará a Rusia.

Desir que estaba molesto era poco.

Se sentó a su lado pero se puso unos audífonos para ignorarlo, no le tomó la mano y el mayor parecía más metido en sus pensamientos que en cualquier otra cosa, ni noto el desplante de su omega.

Al aterrizar solo lo guió a su auto y lo llevo a su casa, el menor aún no sabía que pasaba, o el porqué iban a ahí.

Llegando, simplemente entraron a la casa y rápidamente fueron saludados por Seung que los invitaba a comer, se unió Phichit al verlos que seguian en la entrada sin decir nada.

- nesecito hablar con ustedes - tomó la mano de su omega y este tembló ante el tacto - nosotros estamos saliendo y quisiera que estén enterados, nosotros somos novios - el silencio reino en un incómodo momento.

- pero que... - Phichit dejó caer su cabeza en el hombro de Seung  y susurro muy bajito - ¿porqué su familia me quita a la mía?...si tan solo no lo hubiese...

- cállate - sentenció Seung - ni te atrevas a desir que no desearías el conoser a Yuri, porque sabes que es mentira, en nuestro mejor amigo y su familia es buena y las casa pasan...

- lo siento - ya suficiente tenía en abstinencia luego de la pela que tuvieron a causa del matrimonio de sus hijas, como para molestarlo aun más.

- es algo que tenía que pasar - seguían susurrando entre ellos y por la tensión y los nervios la pareja no escucho nada.

- bien muchacho que planes tienes tu, no me salgas que quieres una boda doble - se acercó con aura dominante cual alfa de familia que trata de intimidar al intruso que se cuela en su familia.

- ¿boda? - el omega estaba más que sonrrojado, contactos nervios que parecía haber olvidado como hablar o respirar.

- aún no pienso casarme, y antes de que mal piense quiero que entienda que tenemos mucho sin vernos, somos novios y nos estamos conociendo de nuevo, de lo que le amo no tengo duda alguna y porsupuesto que quiero una familia con él, pero quiero ir lento a nuestro propio paso sin adelantamos a nada, en este momento solo les estamos avisando que somos novios, pero en un futuro si, pediré su mano - en su mirada había tanta determinación que Phichit sólo pudo tomarlo de los hombros e invitarlos al comedor.

Phichit no lo diría, no lo admitiría ni ante su pareja, pero luego de ver cómo Kaihleen anteponía su amor al instinto de tomarlo, provocado por el celo y en dos ocasiones, se convenció que era el adecuado para cuidar a su pequeño.

Dolía mucho el perder a sus dos hijos casi al mismo tiempo, quería más tiempo con ellos, pero también tenían que vivir sus vidas y si alguno se equivocaba él estaría para ayudarlos a levantarse, pues era su padre, siempre estaría para ellos.

Una comida algo silenciosa pero cómoda, como si todo estuviera en orden.

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Un cap, los amoadoro....

Dejen sus lindos comentarios...

A qué pensaban que ellos también harían una locura de amor y no....no todos piensan igual, no todos hacen su vida de igual manera...

Nos leemos luego.

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