Amantes

Yo

-cuentanos - llegó gritando su amiga.

- queremos detalles sucios - mencionó la otra alfa llegando a su lado.

No pudo evitar reír ante las locuras de sus amigas, sus mejores amigas, quienes lo ayudaban en todo.

Ellas siempre lo cuidaban, desde que se conocieron en la escuela siempre estaban juntos, apresar de que ambas eran alfas y su madre temía que alguna intentará algo más que amistad con su pequeño.

Pero la verdad es que ellas tenían una relación hace mucho tiempo, a él lo miraban como un tierno Omega al cual protejer y fue por ellas que nunca algún otro alfa intento algo con él.

- esa sonrisa dice mucho - dijo la muchacha alegra de cabello color chocolate y ojos azules, mirándola coqueta.

- cuéntanos ya - le dijo la chica rubia de ojos café, quien era la que lo ayudaba fingiendo que Ryo se quedaba con ella a estudiar.

- estubieron en la boda, que más quieren saber - él sabía lo que querían sus amigas tan temprano y en Lunes.

- yo quiero saber qué tan duro te rompió el culo, ese bombón de alfa - lo dijo con una enorme sonrisa que su novia rubia solo negó con la cabeza, conocía demaciado a la morena como para saber cuándo hablaba en broma.

- ese bombón es sólo mío y no les daré detalles de mi vida sexual.

- nuestro pequeño es todo un hombre - la rubia tomó su brazo y continuaron caminado al instituto, solían encontrarse en el camino y platicar cosas triviales o simplemente molestar al omega con esas pláticas incómodas.

Así era su relación, dos alfas cuidando al tierno Omega, siendo amigos su instinto dictaba cuidar de él, aunque sabían que perfectamente podía cuidarse sólo.

Ryo era muy inteligente, siempre con las mejores notas y los maestros siempre lo alababan, por su gran capacidad en toda materia.

Ryo se expresaba siempre, lo último que quería sería que por una mala nota su madre quisiera que dejará la escuela nuevamente, ya antes yo había intentado, según Mari él era débil y sus salud delicada, una completa mentira era tan sano como cualquiera, incluso más.

Pero ahora todo era diferente pues pensaba luchar contra todo demonio existente si con eso podía estar con su alfa, no importaría tener que dejar a su familia, todo por amor.

Nunca se lo había dicho a nadie, pero no deseaba estudiar y tener un gran trabajo, ser un omega importante no era lo suyo, él deseba amor y una familia grande.

Sabía que muchos omegas luchaban contra los estereotipos y querían ser reconocidos en un mundo dominado por alfas, en cambio su único deseo era lo que le estaba pasando, se enamoró de un grandioso alfa que lo amaba, estaban casados y tendían una boda aún más grande en un futuro cercano, solo le quedaba concluir sus estudios, para poder estar juntos y formar la gran familia que deseaba, cuidar de sus hijos, era algo que añoraba.

Estubo mucho tiempo perdido en sus pensamientos, a la hora del almuerzo siempre recibía la llamada de CJ hablaban un poco y en el resto del día solo se mandaban mesnajes.

De algún modo era perfecto así.

Regreso a casa sólo, sin esperar a sus amigas, perdido en sus pensamientos.

En su noche de bodas, su casa ahora cálida y acogedora pues con ayuda de sus amigas y de la tarjeta de crédito del su amado fue que compró lo nesecario para adecuar su hogar.

Todo su día fue prefecto entre pláticas y risas, pero llegada la noche CJ fue delicado y tierno como si fuera la primera vez, aunque si lo era, su primera vez como esposos.

Cada caricia en su piel, cada beso, esos gruñido de extasis, la manera en que sus labios se buscaban, sus manos explorando el cuerpo contrario.

Todo era maravilloso.

Ryo desidio usar un lindo y provocador conjunto de ropa interior de encaje blanco con unas medias que resaltaban sus muslos.

Definitivamente con eso  hizo perder la cordura de su amado, pero aún así logro controlarse y tomarlo de un modo realmente tierno.

Lo preparo con mucho cuidado, mientras mordisqueaba sus muslos aún con las medias, se dedicó a besarlo y dar leves mordidas que no dejarán huella.

Aún cuando lo penetro siguió besandolo de un modo cariñoso, en comparación con las estocadas rápidas dirigidas a ese punto en que solo lograba gritar y gemir por más.

Cada que estaban juntos era algo inigualable, sus pieles ardían de deseo, sus voces gritaban por el deseo y cada toque se sentía mejor y mejor, estaban aprendiendo lo que al contrario le gustaba y aquello que lograba que el otro gimiera aún más fuerte.

Hacer el amor en su casa, en su cama, en su hogar, ahora que estaban casados, con sus anillos puestos, era lo mejor, sabía que tendía que ocultar ese anillo de su madre, pero ahora ni eso ni nada cambiará su humor.

Esas cálidas y grandes manos en su cintura hacían que todo valiera la pena, lo único que no le gustaba era que su alfa usará condones y que le hiciera usar un collar anti-marcas, todo por su seguridad, pero sabía que muy pronto ya no será nesecario.

Quería sentir la esencia de su alfa en su interior llenadolo, en cambio todo quedaba en ese platico que comenzaba a odiar.

Llegó a casa y solo subió a su habitación, mientras hacía su tarea mandaba mensajes, su madre entro a dejarle algo de jugo y para informarle que pronto estría la comida, en cambio él, solo quería estar solo para estudiar.

Pronto, muy pronto, un año se va volando y pronto terminaría su preparatoria y podía estar con su alfa.

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Un poco de Ryo ...

Qué opinan, no todos los omegas piensan igual, recordemos que Yuuri siempre quiso ayudar pero ser esposo de alguien como Victor no le ayudaba en nada, trabajo si, ayudo a Phichit con su sueño y trabajo muy duro, aún si Yurio podía darle una buena vida.

En cambio Seung tubo de todo, siempre vivió como príncipe, desidio ayudar a su alfa en su sueño y luego de unos años difíciles, lograron tener una cadena de restaurantes, ambos construyeron su nueva vida.

Darién siguió su sueño aún si esto lo alegó de su alfa, de ser artista, un gran fotógrafo reconocido.

Pero ahora tenemos a Ryo que solo quiere llenarse de hijos y vivir cuidando de su familia.

Qué opinan de esto, de todo ellos y sus ideales...