al fin

662 56 20
                                    

Giotto estaba tranquilo desayunando cuando Mari se sentó a su lado, ambos no se dijeron nada y la incomodidad estaba presente, pero ninguno parecía querer romperlo.

- ¿donde está? - pregunto al no ver ni rastro de si hijo, pero como no recibió respuesta de su esposo desidio buscarlo personalmente.

Giotto sólo suspiro, el desde temprano trato de hablar con su hijo pero solo encontró desorden, ropa tirada, no encontró alguna nota pero tampoco la maleta, era más que obvio lo que sucedía.

- no está - resonó el grito por toda la casa y su esposa furiosa bajo buscándolo con la mirada - se fue - apenas un susurro.

- que esperabas - le reclamo.

- es tu culpa, lo dejaste irse - otro grito.

- cuando fui a despertarlo ya no estaba... - trato de explicarle aunque sabía que sería imposible.

- como es posible que no hayas echo nada - se fue a la sala.

- y según tu qué puedo hacer - la siguió - suelta eso - le quitó el teléfono - dejo su celular aquí.

- no lo llamo a él, sino a la policía.

- piensas que van a ayudarte.

- si, si acuso a ese alfa de secuestro.

- esto es imposible, no te das cuenta que si se fue es por qué tú lo orillaste a eso.

- yo solo quiero lo mejor para él...

- lo mejor para ti, querrás decir, lo sofocas, tu amor de madre no te permite ver que no cuidas de un pequeño, ya puede tomar sus propias decisiones y si decide alejarse de nosotros será por nuestra culpa, lo cuidamos demaciado, no dejamos que viviera lo suficiente y ahora lo perdemos, no quiero que nos odie por eso yo respetare su decisión.

- es mi hijo siempre será mi pequeñín - comenzó a llorar en el hombro de su esposo y este la abrazó - no quiero perderlo.

- entonces deja que viva su vida y solo apoyalo.

- ¿qué haré ahora?

- primero deja de llorar, desayunemos y esperemos a que él nos llame, que si dejo el móvil es porque no quiere que nosotros le estemos llamando.

- está bien - accedió a lavarse la cara y apenas tocó su desayuno, sentía que no podía con la tristeza que amenazaba con hacerla perder la cordura, pero tenía a su alfa, su esposo, su pilar, su fuerza, su todo, ella solo deseaba que su hijo tuviera la buena fortuna de encontrar a alguien tan maravilloso como el que ella tenía a su lado.

En silencio se abrazaban en el sofá, frente al teléfono en espera de una llamada, pero esta no llegaría.

Solo habían pasado un par de horas y ellos sentían que fue una eternidad, la angustia comenzaba a apoderarse de ellos, junto con el pensamiento que su hijo ya estría en Rusia posiblemente.

Cuánto tardarían en saber de Ryo, aún no lo sabían pero era algo que afrontarán juntos.

El amor que ambos se tenían era enorme, no solían pelear y Mari era dominante en cambio Giotto siempre hacia lo que su mujer deseara, era perfecto, encajaban cual piezas de rompecabezas.

Luego la puerta de la entrada fue abierta, su pequeño entro con un puchero en la cara y con la mirada baja.

- perdón la intromisión - habló CJ detrás de su amado Omega que se negaba a ir.

- mi bebé - Mari quiso correr a abrazarlo pero su esposo la detubo, tenía que ir lento ya que su hijo aún estaba molesto.

- lamentamos llegar tan tarde, pasamos a desayunar en una cafetería antes de regresar - respondió CJ al ver que su lindo ángel no parecía querer hablarles, estaba ahí solo porque su esposo lo obligó.

- pasen - logro decir el alfa mayor notando la tensión de todos y como ese chico trataba de relajar el ambiente.

- mi niño yo... - trato de disculparse en cambio el menor solo se alejó sin prestarle atención, tomando de la mano a su alfa y llevándolo a su habitación.

- lo siento - susurro CJ aún si él no tenía de que disculparse con sus suegros - eso fue grosero - le dijo al entrar al cuarto su omega que seguía triste, dejo las maletas de ambos en el suelo y se sentó a su lado.

- no te molesta lo que hizo, porque a mí sí, yo solo quiero que te acepten, eres a quien amo y ella hace algo así, llévame contigo no quiero que nos separen - pidió mientras se agarró a su pecho.

- entiéndelo mi amor, quiero hacer las cosas bien, yo confío en ti, se que aunque te pongan en frente a cualquier alfa, beta u Omega tu no me engañarías, hablaré con ella a solas de esto, te juro no permitiré que siga con esto, pero no puedo simplemente tomarte y llevarte lejos, son tu familia.

- nos quieren separar - apretó fuerte la camisa del mayor por la frustración que sentía.

- si te llevo conmigo que haríamos con el plan que teníamos, yo en verdad te entiendo y también estoy molesto pero quiero que esto funcione, no quiero alejarte de ellos o de nadie, quiero que nuestra segunda boda sea enorme y todos ellos estén presentes, si nos vamos ahora todo eso se acaba.

- no es justo - el alfa le dió un beso en su cabeza.

- te lo dije en el café y te lo repito, solo una oportunidad y si no la aprovechan te llevaré conmigo y nada me lo va impedir, ni las leyes, ni el mundo, tú vas a ser mío siempre....pero no quiero que sea a costa de alejarte de tu familia.

- eres demaciado bueno, yo no puedo ni verla después de lo que hizo.

- todo está bien - beso su frente - regreso en un momento - beso sus labios.

- si - se recostó en la cama pues se había levantado muy de madrugada para poder escaparse sin que se dieran cuenta y sentía algo de sueño.

CJ tubo muchas facetas en su vida, fue rebelde y ególatra, también agresivo, fue serio y callado en ocaciones solitario, muchos cambios en su vida adolesente hasta que con la ayuda de su amigo Darién desidio ser alguien pasificamente pero letal referente a negocios y así en su vida.

Pero ese momento en particular tenía que buscar ese lado salvaje para enfrentar algo que no quería romper, no quería romper el convenio pero tampoco iba a permitir esa osadía.

Con mirada fria y su potente voz pidió una explicación, ellos estaban rompiendo el acuerdo que él seguía paso a paso, para ser aceptado por ellos.

Mari aceptó su error, más no se disculpó, aún no confiaba en él.

No tuvieron una discusión, pero por el tono de voz de los presentes todo lo que decían sonaba a amenazas, amenazas que estaban dispuestos a cumplir con tal de asegurar la felicidad de Ryo.

%%%

Perdón si no actualize es que siento que ya es el fin y amo tanto la historia que darle fin de algún modo duele...

Logran entenderlo???

AmantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora