¿Te has preguntado alguna vez, qué harías si te fueses a dormir y despertaras en el futuro? Jaden nunca se lo había planteado. Al menos no hasta hoy.
¿Cómo ha llegado hasta ahí? ¿Qué es ese nuevo mundo? La guerra definitiva entre razas está a punto...
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—¿Qué hacemos? —susurro hacia ella, pero creo que ni siquiera me escucha.
Observo su rostro y veo que tiene una expresión completamente maravillada, como si estuviera disfrutando en lugar de asustarse.
Y luego dice que yo no veo el peligro.
Kallum, a mi derecha, suelta una bocanada de aire y levanta las manos, mostrándoles las palmas como queriendo expresar que venimos en son de paz. O eso es lo que yo supongo, al menos.
Frunzo el ceño al ver cómo algunos de los arcoíris le miran solo a él, como si le conocieran.
—No venimos a hacer daño —el hermano de mi Viajera da un paso adelante sin cambiar su gesto—, solo venimos buscando a alguien... Alguno de ustedes puede reconocerme. Soy Kallum Balker, estuve aquí hace un tiempo, es por ello por lo que sé cómo llegar hasta aquí.
—Claro, Kallum. —Uno de los chicos aplasta la bola de fuego con la otra mano y dibuja una pequeña sonrisa, la cual borra cuando otro le mira—. ¿A quién buscas? Sabes que no puedes presentarte aquí de este modo. No después de cómo te marchaste.
—Lo sé y lo lamento por eso —aclara su garganta, demostrando que no se encuentra nada cómodo ahora mismo—, pero tenemos una gran emergencia y creo que sabes a quien busco, Foster.
—Estamos rompiendo leyes importantes. ¿Sabes tú eso? —Se cruza de brazos y varias chispas salen de sus hombros—. Dame una razón para que no te denuncie ahora mismo. A ti y a los tuyos. —Nos señala con la cabeza.
El resto de la gente sigue igual de impasibles. Haciendo uso de sus habilidades sin ningún disimulo, más bien al contrario, mostrándonos lo que pueden hacernos si se nos ocurre dar un paso en falso.
—Ahora eso es algo que no puedo decirte a ti, nada personal, pero no es contigo con quien quiero hablar, Foster —Kallum contesta sin dudar.
El chico que se encuentra a su lado, no duda un segundo y suelta un soplido hacia nosotros. Doy un salto atrás cuando una línea de fuego crece y nos rodea después por completo. Voy a levantar una mano hacia Avalon cuando de pronto unas raíces me sujetan por las cuatro extremidades, inmovilizándome. Miro a mis dos acompañantes, y ambos se encuentran en las mismas condiciones.
—¡Vamos, Foster! ¿En serio? —exclama Kallum frunciendo el ceño mientras tira de sus manos para intentar liberarse—. ¿Desde cuando te gusta seguir las reglas? ¿No fuiste tú quien desde que llegué, aquella vez, quería ofrecerme amapolas?
