CAPÍTULO DIECIOCHO

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MARATÓN 1/3

MARATÓN 1/3

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JADEN

Forest, Star, Sushi y yo permanecemos agazapados observando cómo Aldriel, Killian y Kara hablan con los guardias que custodian a Moon y Malcom. Se ve claramente cómo Moon está muerta de miedo, les han atado las manos a ambos, en defensa personal seguramente. He visto lo que pueden hacer, no querría estar en el pellejo de todos esos animales.

—Si se aflojan las cuerdas, Malcom puede hacer que broten ramas y les ayuden a soltarse —observa Star a mi lado

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—Si se aflojan las cuerdas, Malcom puede hacer que broten ramas y les ayuden a soltarse —observa Star a mi lado.

—No funcionará, los Cambiaformas son astutos —dice Sushi—, les habrán atado teniendo eso en cuenta.

—Pueden estar seguras —interviene Forest.

Los minutos pasan despacio, imagino que Aldriel trata de parecer seguro. Debe mantener su posición todo lo posible, al igual que Killian y Kara. Vemos cómo algunos asienten en su dirección y agachan levemente la cabeza antes de marcharse, los animales les siguen.

—Atento —me dice Forest, consiguiendo únicamente que me ponga más nervioso.

Killian se gira hacia nosotros y Forest lo interpreta como la señal esperada, debido a que de un salto atraviesa los arbustos y comienza a bajar el precipicio, ayudándose de ramas y rocas. Como si tal cosa.

Me voy a abrir la cabeza. Verás.

—Forest —le llamo en voz baja—. ¡Forest! —Me mira desde abajo, ya en la explanada, y ríe ante la cómica escena que tiene delante. Entiéndase por mí, bajando muy despacio y aterrizando con el trasero directamente.

—Buen trabajo —sentencia con una carcajada cuando me pongo de pie y sacudo mi ropa sucia.

—Que te jodan. Gracias por la ayuda. —Le fulmino con la mirada y paso por delante de él para ir hasta el resto del grupo, donde Kara ya está soltando las ataduras de Moon y Malcom. Escucho una nueva carcajada a mi espalda, pero la ignoro.

—¡Ya era hora! —exclama Moon cuando consigue levantarse.

Frota sus muñecas mientras gotas de agua salen por sus dedos, trepan con agilidad por su piel, rodeando manos y subiendo por todo el brazo; sanando pequeñas heridas a su paso.

BabyloniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora