CAPÍTULO DIEZ

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CAPÍTULO DIEZ

JADEN


Los labios de Moon hacen cosquillas en mi cuello, despacio y de forma experimentada. Yo siento cómo mis párpados parecen dos bloques pesados, pero me resisto a cerrarlos. Sonrío cuando Esmeralda gatea hacia mí con una especie de... ¿porro de amapolas? No sé lo es es, solo se que se lo está fumando.

Se detiene frente a mí y sujeta mi barbilla con sus dedos para pegar su boca a la mía. La entreabre y expulsa todo el humo dentro de la mía. Inhalo lo que puedo y abro los ojos con fuerza para despegar las pestañas y aclarar los colores que veo a mi alrededor. La mano de Moon acaricia mi muslo, moviéndola hacia dentro y hacia fuera. Esmeralda se pone en pie y posa sus manos en la cintura de Bi, comenzando ambas a bailar al ritmo de una música que no sé de dónde proviene. Sus movimientos son sensuales y acompasados, Moon sigue besando mi cuello y toqueteándome por todas partes.

Siento una sobrecarga de todos mis sentidos, la visión parece haberme traicionado hace rato. ¿O no? ¿Realmente están lloviendo amapolas sobre las dos chicas que bailan frente a mí? En cuanto al tacto, ni siquiera me había dado cuenta de que yo estoy tocando a Moon de igual manera que ella a mí. No podría decirse que esto sea algo común en mi tiempo. Es decir, no nos hemos besado ni tocado en ninguna parte explícita, pero lo que estamos haciendo tampoco es inocente. Sin embargo, para ellas parece ser algo completamente normal, puesto que Malcom, el chico que venía con Avalon y el cual ha provocado mis ganas de querer salir de la casa de Star, se aproxima a Bi y Esmeralda, y coloca su cuerpo entre las dos, acariciándolas y besando el cuello de ambas.

—Ne-necesito agua —balbuceo girando el rostro hacia Moon, rozando su nariz con la mía.

—Pues bebe. —Sonríe y levanta la palma de su mano.

De ella comienza a brotar agua, como si de una fuente se tratase. Acerco mi boca y trago toda la que puedo, sintiendo el líquido mojar mi rostro a la vez que aclara mis ideas. Ella detiene el riego y yo sacudo la cabeza, espabilándome de repente.

—¿Qué ha pasado? Dios —murmuro sin esperar respuesta—. ¿Dónde está Avalon? ¿Cuanto-cuanto tiempo llevo aquí?

—Un par de horas, cariño. Ten. —Moon trata de pasarme más humo con su boca, pero niego con la cabeza y me levanto.

Sin sentirse ofendida, se pone en pie y camina hasta otro Elemental que está fumando apoyado en otro árbol. Maldita sea, necesito volver a casa. Tengo que encontrar a Avalon, estaba muy enfadada cuando se ha marchado. Y no me extraña, la he ignorado por completo, pero es que los labios de Moon sobre mi cuello eran como... No sé explicarlo. La necesidad de contacto físico era real, casi dolorosa. Ahora entiendo el comportamiento de ella anoche, con la diferencia que lo mío ha sido con otra mujer. Genial. Sencillamente genial.

Vuelvo a la casa a paso apresurado, con la esperanza de encontrar a Avalon dentro. Pero no es así. La llamó varias veces y la busco por todas partes, excepto en la única habitación que está cerrada. Me acerco y toco un par de veces.

—¿Sí? —La voz de Star me responde.

—¿Has visto a Avalon?

En lugar de recibir respuesta, Kallum aparece frente a mí, dándome un susto de muerte.

—¿Dónde está mi hermana?

—No-no lo sé.

—¿Qué ha pasado? —Me sujeta por el cuello de la camiseta, está furioso—. Cállate —dice sin darme tiempo a hablar.

BabyloniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora