Necrópolis

Traición

¡Equillia!

Susurró Debronee desde Necrópolis.

Me temo que allí te quedarás, ahora, yo, como rey de Haradon, gobernaré cada rincón de este mísero pueblo, condenando a todo aquel que no lamente la muerte de Donovac.

Equillia traumatizada y asustada, decide lanzarse contra Kurzdor, para que esté la dejará ir a rescatar su pueblo.

¡Alto ahí, mujercita! Desiste kurzdor; solo hasta que yo te saque de aquí, podrás irte, de lo contrario, tendrás que sacrificar todo ese mundo misero de allí arriba, incluyéndote a ti..

Kurzdor observa sus cadenas.
Equillia, veo que eres muy guapa, ya veo que Donovac no se equivocaba al elegir su mercado.

¿Mercado? Exclamó Equillia.

Si, mercado, eligió buena carne para meterse a su boca, ¡JAJAJA!

¡Maldito imbecil! Exclamó Equillia.

Kurzdor, bajo los efectos de hechizos benevolentes, decide acercarse un poco más a ella, observando sus labios, sintiendo su aroma a mujer.

Aléjate, porfavor, Kurzdor, responde Equillia.

Nadie podrá detenerme, "Diosa".

Kurzdor decide poner un dedo encima de Equillia, y en ese instante, sintió atravesar sus órganos vitales por una jabalina, aproximadamente de 72cm, poniendo su corazón de adorno en la lanza, y sus ojos, un show de palpitaciones, efectivamente, Su hermano, Draeznor, decide salvar a Equillia de sus malos tratos, ya que pese a no tener manos, lanzó su enorme jabalina con sus pies, y con su afinidad en puntería, logró atravesar hasta cada recóndito pensamiento de este malévolo hombre.

Kurzdor Agoniza, dejando un vacío en el mundo subterráneo.

Tiemblan los pisos del mundo oscuro, indicando que su rey fallece, cerrando toda puerta de entrada o de salida, dejando esclavizados y sin salida alguna a todo ser que se encontrara adentro.

Equillia, preocupada por su pueblo, decide liberar el poder de las 1001 noches, iluminando sus ojos y creando fuerzas y lazos de divinidad y amor, para no dejar cerrar las puertas, ya que Necrópolis corre peligro con Debronee al Mando.