18. Let's demons go free

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¿Mark? ¿Youngjae? pensó Jimin alarmado mientras miraba a su alrededor. Las dos altas figuras lo rodeaban con sonrisas socarronas en su rostro. Aquello sólo podría significar una cosa. Estaba jodido.

La gran carcajada de Jackson se escuchó a su espalda y su cuerpo se congeló. Había regresado en el tiempo, dos años atrás, sintiéndose indefenso y miserable en tan sólo unos segundos.

— ¿Con que aquí te metiste? — preguntó el peliblanco acercándose por detrás. — Tanto que busqué a mi pequeño saco de boxeo... — afirmó mostrando un puchero.

El pelinaranja tembló levemente  No otra vez

— ¿El ratón te comió la lengua? — cuestionó Mark — ¿O tu maricona boca se quedó atrapada en un pito?

El menor estaba rojo, con la ira burbujeando por todo su cuerpo, recorriéndole como una potente llama.

¡¿Cómo se atreve?!

— ¡Tu! ¡Maldito infeliz! — gritó lanzándose sobre Mark y recibiendo un fuerte puño al costado que lo dejó en el suelo.

— ¡Ay pequeño mochi! — suspiró Youngjae — No te hagas el listillo. Aquí no hay nadie que te quiera salvar — Se acercó de forma atemorizante tanto así que un Jimin aturdido, tratando de meter algo de aire dentro de sus pulmones, se arrastró angustiado hacía atrás, raspando sus codos.

Cuando sintió los pequeños hilillos de sangre correr por sus brazos decidió taparse. Protegerse del dolor venidero. 

Se quedó esperando el primer golpe, siendo interrumpido por una fuerte y gruesa voz.

— ¿Qué se les perdió imbéciles?

Jackson volteó a mirar a aquel ser con algo de indignación. — ¡Y a ti que te importa! ¡Viniste aquí a vender no a hacer preguntas!

El cerebro de Jimin se congeló por un momento. Yoongi había sido capaz de...

— ¡Traidor! — gritó el menor poniéndose en pié. Ignorando el dolor en su lastimada piel. —¡Joder! ¡Min! — vociferó levantando sus puños hacía Yoongi — ¡Te advertí que no te metieras más en esa mierda!

El pelinegro parpadeó sin saber que hacer. Necesitaba el dinero y no sería tan difícil si...

— ¿Esto es lo que conseguiste mochi? ¿Un dealer drogadicto como novio? — preguntó Mark, recibiendo una mirada de muerte por parte del menor.

El peliblanco rió ante el espectáculo. — Sabía que eras un maricón inútil. Pero esto me ha sorprendido. ¿Te gustan las pepas de colores? ¿Ves los penes como paletas?

La indignación del pelinaranja alcanzó niveles exorbitantes. — ¡Si soy maricón o no es mi maldito problema! —  respondió con entereza, dándole la espalda al endemoniado trío, al tiempo que una gruesa mano se apoyaba sobre su hombro.

Lo siguiente que sucedió fue a tal velocidad que le costó un poco procesarlo. Jackson había decidido que sería buena idea poner una mano en su hombro, desatando toda la furia y molestia interior de Yoongi.

Recibiendo un puño que le noqueó instantáneamente y desatando un ataque inminente por los dos matones restantes. Mark y Youngjae se abalanzaron sobre Yoongi. Arrojándolo al suelo. En medio de la confusión el pelinaranja tomó a Mark del cabello sacándolo de su camino y dejando espacio libre para que el pelinegro logrará levantarse.

Jackson trató de ponerse en pie con un fuerte mareo, a lo que sus dos acompañantes le socorrieron abandonando la pelea de inmediato.

¿Por qué? se preguntó Jimin mientras miraba a Yoongi con ojos decepcionados.

— Minie — susurró el mayor al ver como la esponjosa cabellera naranja se alejaba de él rápidamente. En medio de su letargo tardo varios segundos en decidir perseguirle, pero justo cuando emprendió su camino un aterrado grito le atravesó.

— ¡¡Hyung!!

Sus piernas reaccionaron mucho antes que su cerebro corriendo desesperadamente hacia el menor. Sus pupilas se dilataron justo en el momento en que vio como Jimin era lanzado dentro de la van negra. El conocía perfectamente a uno de los acompañantes, era la mano derecha de Wang.

¡Este hijo de %$!

Acelerando hacia el menor sintió como era fuertemente atrapado por la espalda y lanzado al suelo.

— Así te quería ver... — murmuró la maligna voz a sus espaldas.


🥊

Jimin veía como Yoongi cerraba los ojos con fuerza y parapadeaba un millón de veces tratando de mantener el control.

¿Que le estará pasando?

— Hyung... — murmuró bajito — ¿Hyung? ¿Está herido?

El mayor se removía insistentemente tratando de deshacerse de los amarres porque de continuar más tiempo en aquella posición todo podría salir mal. Los fuertes recuerdos de su madre amarrandole a la cama, iban y venía una y otra vez colapsando su sistema. De pasar más tiempo en aquella posición sus miedos se haría reales y el se vería reducido a un pequeño demonio de 11 años que le tenía miedo a las cuerdas.

Porque no era una bestia física lo que se liberaba cuando era amarrado, era su terror interior, su demonio propio, ese que le recordaba el dolor de la infancia y la pesadez de la vida.

— ¡Hyung! — le llamó el menor de nuevo — Estoy aquí con usted. Saldremos de esta...

Minutos después Min Yoongi había desaparecido. Sólo quedaba el rezago del hombre. Porque aquel gran cuerpo de piel nívea no era más que fuertes sollozos y gritos de terror.

Jimin le miraba espantando e impotente. Momentos antes estaba tan enojado porque había empezado a vender de nuevo, pero verlo ahora, así, lo estaba destrozando, ¿Qué era lo que en realidad había sucedido con Min Yoongi? No sabía qué hacer y sus ataduras eran tan fuertes, que cualquier intento fue en vano. Sobre los desgarradores chillidos se escuchó una risa. Vio al hombre acercarse hasta él y susurrarle al oído

— Ese es el verdadero Min — rió — El bebito llorón del que no quedará nada cuando acabe con él.

El sudor se deslizó por la espalda de Jimin. Y si Yoongi no regresaba ¿Volvería al psiquiátrico? ¿Lo perdería para siempre? Recogiendo toda la valentía que había en su interior, volteó a mirar los sanguinarios e inertes ojos de Wang respondiendo

— Yo acabaré contigo primero.

El contrarío se carcajeó con fuerza, mirando el tembloroso cuerpo de Yoongi ante sus ojos. Tal vez perdería al mejor químico que jamás tendrá, pero valdría la pena. Molesto por la sola presencia del menor asestó un puño en su esponjosa mejilla, llevándolo lentamente a la inconsciencia.

En tanto, Jimin sentía su cabeza pesada y se forzaba a no dejarse ir. Justo antes de que todo se hiciese negro, el dolor de Yoongi le caló hasta los huesos y le encogió el corazón. Porque en ese momento fue cuando advirtió que estaba perdidamente enamorado de Min Yoongi. 

Actualización nocturna. Espero les guste porque ya estamos en la recta final. Un abrazo gigante y rían sin moderación. ¡Los amo!

PD: no olviden que amo los comentarios. 

Trouble  «Yoonmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora