Capítulo 1

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Mi teléfono sonando me sacó de mis pensamientos mientras desayunaba esa mañana fría, era Juan, un chico que conocí en un recital, que me invitaba a tocar a Red House, un lugar donde los músicos de distintas generaciones se juntan a tocar y a compartir, al que sólo se puede entrar por invitación o recomendación de alguien. Yo ya había ido una vez y la verdad es que la pasé genial y conocí personalmente un montón de músicos que admiro, por lo que decidí decirle a Juan que sí, además me había dicho que iban a ir unos pibes nuevos que por ahí me gustaría conocer y eso me dio intriga.

Me llamo Luisina pero me dicen Lula; tengo 27 años, toco la guitarra y la batería, estoy en Tren and Roll, una banda que nació hace unos años y que la verdad nos está yendo bastante bien; me gusta tanto escuchar y hacer música que hasta estudié Ingeniería de Sonido. Soy una chica que va de frente, tanto que más de una vez me pegué contra una pared; pero así y todo tengo mis momentos de depresión en los que me quiero borrar de este mundo, cosa que no está mal o sea todos tenemos nuestros momentos felices y tristes y eso no está mal porque, no sé vos, pero yo no confiaría tanto en una persona que SIEMPRE está feliz.

Por otro lado, no soporto a la gente que está a mi lado por interés y soy muy jodida a la hora de elegir a quién contarle lo que me pasa porque tenés que ser muy importante en mi vida; tal vez por eso no tengo tantos amigos, pero mejor sola que mal acompañada ¿no? La verdad es que no sé que más contarles de mi así que sigamos con la historia.

Después de cortar la llamada me fui al estudio a buscar la guitarra que llevaría hoy a la noche, y luego fui a visitar a mi mamá y a mi papá:

- ¿Para cuando el novio? - esas preguntas que hacen las madres...

- Nunca te preocupaste por eso ¿justo ahora? - dije.

- No es que nunca me preocupé, siempre lo pensé pero nunca te lo dije.

- Igual ahora estoy muy metida con el laburo y no tengo tiempo para noviecitos.

- Pero en algún momento vas a tener que enfrentarte a eso de nuevo.

- No la pasé muy bien la última vez y no pienso volver a lo mismo, dejame tomarme mis tiempos - dije.

Después de estar toda la tarde con ellos me fui a mi casa para cenar y empezar a prepararme para la noche.

Cuando llegué al lugar estaban tocando Andrés Ciro Martínez, Gustavo Fabián "Chizzo" Nápoli, JAF, Tete Iglesias, Lucas Simcic, Jota Morelli y Shulian Ray; saludé a Juan quien me señaló a los pibes nuevos. Pude ver a tres chicos de no más de 30 años sentados disfrutando del show: uno con pinta de rockerito, con campera de cuero, gorro tipo tanguero y pelo morocho largo suelto; otro con pelo rubio todo revuelto y una camisa a cuadros roja y negra; y por último un chico de pelo rubio corto con una campera negra tranqui, los tres tenían anteojos de sol cosa que odio si total es de noche y estás en un bar todo oscuro es como que no los necesitás.

Cuando terminan de tocar, Ciro me saluda y me invita a subir con mi guitarra para tocar un poco y divertirnos. Una vez arriba del escenario pude ver bien quienes eran estos tres pibes; eran, nada más y nada menos, que Airbag, a mi me gusta su música los he visto en festivales y en ese momento no podía creer que no los había reconocido.

Empezamos a tocar y llamaron al rubio de pelo largo (todavía no me sabía sus nombres, sólo los conocía de vista) para que tocara con nosotros, la verdad es que quedó genial y la pasamos re bien. Cuando terminamos bajo del escenario y siento que alguien me sigue:

- Hola - dijo medio agitado.

- Hola - le digo mientras guardaba la guitarra.

- Me encantó como tocaste Lula. Te venía a decir que me pareces una genia y que te admiro mucho - dijo con una hermosa sonrisa en su rostro.

- ¡Ah! Gracias, vos tampoco tocás nada mal... - dejé muy en claro que no me sabía su nombre.

- Guido.

- Ah, perdón pero la verdad es que sólo los conozco de vista - dije algo avergonzada.

- No pasa nada, bastante que nos conocés.

- Pero vos sabés mi nombre ¿nos escuchás? - dije.

- Sí, la verdad es que me gusta bastante lo que hacen y vos siempre fuiste una tremenda guitarrista y por eso tocar con vos fue divertido y una experiencia distinta.

- Gracias. Igual no sé si toco tan bien, pero bueno es tu pensamiento - cuando terminé de decir esto apareció Juan y Guido se despidió:

- Recién lo conocés ¿y ya te lo estás levantando? - dijo Juan.

- Dejá de decir boludeces ¿querés? Estoy en otra ahora.

- No, no quiero. A parte ¿qué problema hay? - yo solo puse los ojos en blanco - No importa, ¿querés ir a un bar por acá cerca?

- Dale, vamos.

Cuando llegamos pude ver a un montón de pibas alrededor de 3 chicos, uno de ellos era Guido. Decidimos alejarnos del quilombo y fuimos para un lugar donde hay unas mesas hasta que en un momento me levanto para ir al baño:

- Uh perdón no te vi - dijo después de llevarme puesta, sí seguro no me viste...

- No pasa nada - dije con una sonrisa sólo por educada.

- Mirá que loco donde nos encontramos - dijo Guido con una sonrisa.

Después de esto estuvimos hablando un poco y decidí volverme a mi casa, pero antes de esto nos pasamos los números de teléfono.

Algo personalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora