- Vos sabés que yo siempre te voy a apoyar, siempre voy a estar para vos porque te volviste alguien muy importante y sabés un montón de cosas que no se las conté a nadie - dijo Guido mientras me abrazaba.
Ese momento fue interrumpido por Pato:
- Uh, perdón. ¿Lula estás llorando? ¿Qué le hiciste Guido?
- No le digas nada a él, no hizo nada - dije con una sonrisa.
Tomamos algo y decidí irme a mi casa. Cuando llego, veo a Agus en la puerta:
- Hola ¿todo bien? - dije con una sonrisa.
- ¿Dónde estabas? - su cara y tono de voz mostraban preocupación.
- Fui a ver a Guido y a Pato - dije.
- Ah, no me gusta que te juntes con ellos - no iba a vivir dos veces lo mismo.
- Yo me voy a juntar con quién quiera, ¿ok?
- Bueno, pero me preocupé - dijo besándome.
Los días pasaban y mi cumpleaños se acercaba. Romi me estaba preparando una fiesta "sorpresa" pero yo ya sabía todo. Si se preguntan cómo quedé con Guido, somos amigos, los mejores amigos que puede haber; nos contamos todo y nos juntamos seguido, pero nunca más existió un beso o algo por el estilo ya que entendió que yo estaba con Agustín ahora.
Él día de mi cumpleaños llegó: Romi me llevó "engañada" a la casa de mis viejos y ahí estaban todos:
- ¡Ah! ¡Qué sorpresa! - dije con sarcasmo.
- ¿Qué? ¿No te gustó? - dijo mi mejor amiga con cara de tristeza.
- No, me encantó. Pero ya sabía todo - dije y ella volvió a ser esa chica feliz.
- ¿Cómo te enteraste?
- No sabés mentir - dije abrazándola.
Mi papá había hecho hamburguesas, había cosas ricas para comer y las personas que más quería en mi vida estaban ahí: Romi, mi mamá, mi papá, mi hermano (que había venido de España con su esposa), mi abuela, unos amigos de mis papás que son como mis tíos, Mateo, Luca, unos amigos de la vida, Agus, Cuty, Pato y Guido.
La pasamos genial, no podía pedir más, pero hubo más: Romi me hizo una caja con un montón de fotos viejas, y una torta con el logo de las bandas que yo escuchaba:
- Te salió bien el de Airbag - dijo Pato riendo.
Mis familiares se empezaron a ir, mi hermano se fue con su esposa al hotel y mis papás se fueron de viaje:
- Te dejamos la casa a cargo, cuidala - me dijo mi mamá.
- Obvio que la voy a cuidar, avísenme cuando lleguen - dije despidiéndolos.
Quedamos solamente Agus, Pato, Cuty, Romi, Guido y yo:
- Pongamos música que esto no terminó - dijo Romi.
- Bueno, yo me voy yendo que mañana tengo que laburar - dijo Agus despidiéndose de todos (menos de Guido) - Nos vemos mi amor - dijo besándome.
Una vez que se fue, estábamos todos en el patio escuchando música y tomando algo:
- No te saludó ¿no? - le dije a Guido riendo.
- No - dijo.
- Ahora, ¿por qué te tiene odio? - dijo Romina.
- ¿Sos boluda o te hacés? - dije - No, dejá ni me respondas - todos nos reímos.
El sol empezaba asomarse y los chicos se fueron, Romi se quedó conmigo para ayudarme a acomodar todo mientras recordábamos todo lo que había pasado:
- Vos sos una boluda - me dijo.
- ¿Qué hice ahora?
- ¿Por qué seguís con Agustín?
- Porque me hace bien.
- Un chico que te dice que tu mejor amigo es un boludo no te hace bien. No me mientas a mí - una parte de mí sabía que tenía razón, pero no se la iba a dar.
- ¿Por qué? Él puede pensar lo que quiere sobre Guido, yo voy a hacer mi vida.
- Justamente, tú vida la tenés que hacer con Guido, no con él.
- Me parece que estás mal - le dije.
- Si Guido mañana te presenta a una mina ¿qué te pasaría? - había dicho lo que nunca me había animado a preguntarme.
- Nada - dije, ella no me creyó.
- No, nada no. Te morirías de celos y lo sabés.
Dejamos el tema a un lado y nos fuimos a dormir.
El sonido del celular sonando nos despertó:
- ¿Quién carajo llama a esta hora de la mañana? - dijo mi amiga sin siquiera moverse.
- Son las 5 de la tarde - dije riendo.
- Ah, igual es muy temprano.
Atendí el teléfono y eran mi mamá que me preguntaba cómo estaba todo:
- Todo bien ma, estuvimos ordenando y limpiando y te dejamos la casa mejor de lo que estaba.
- Me imagino ¿y Guido? - ¿qué le pasa a la gente con este pibe?
- Nada, en su casa ¿por?
- Ah, pensé que se iba a quedar.
- ¿Para qué?
- Para estar con vos.
- Dejá de decir boludeces.
- No son boludeces, el pibe no está con ninguna mina por algo.... - eso me dejó pensando.
- Porque tiene alma de soltero.
- No, porque está esperando a que dejes a ese boludo.
- Mamá, es mi novio no le digas así.
- Bueno, es lo que me parece.
- Bueno, pensá lo que quieras. Me voy a dormir, chau.
- Esperá, pensá en lo que te dije. Chau - corté la conversación y me fui a tratar de seguir durmiendo pero no pude no podía dejar de pensar en Aguistín ni en Guido.
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Algo personal
FanfictionUna chica que no esperaba encontrar a una persona que le cambiara tanto la vida y que se volviera tan importante.