Capítulo 18

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Una vez en mi departamento, comencé a hacer la valija para irme de gira con la banda, teníamos muchos proyectos para el año que se acercaba y hoy los íbamos a cumplir.

Le dije a Agus que venga ya que no lo vería por unas semanas:

- Hola mi amor - dijo saludándome con un beso.

- Hola ¿todo bien?

- Y no, mi novia se me va de gira con su banda y me deja abandonado -dijo yo sonreí.

- Es laburo.

- No te salvás igual. ¿El rubio va?

- ¿Qué rubio?

- No te hagas la boluda, el pibe este que tiene dos hermanos...

- Ah, Guido.

- Sí, ese.

- ¿Por qué siempre lo traes a nuestras conversaciones?

- Quiero saber eso sólo.

- ¿Por?

- Para saber si me tengo que hacer la cabeza o no - yo reí.

- No te tenés que hacer la cabeza nunca, no soy así.

- Eso ya lo sé, pero viste por ahí a él no le interesa y bueno. Yo no me olvido de su historia.

- No hubo historia, y él lo sabe bien y lo respeta. Hace bastante que estamos y nunca hizo nada.

- Algo hubo. Y eso ya lo sé, pero bueno. Igual no me respondiste.

- No, no va - dije mientras lo besaba.

- Menos mal - después de esto nos fuimos a la cama a hacer lo que ustedes ya saben.

El micro salía mañana al mediodía, Agus se fue porque tenía que trabajar temprano y vino Romi para ayudarme hacer las valijas y eso:

- Ah no te conté - me dijo.

- ¿Qué pasó?

- Cuty me dijo de irnos a algún lado solos para Navidad.

- ¡Ay! Que hermosos que son - dije.

- Sí, ¿y vos? ¿Qué hacés para Navidad?

- Falta para eso.

- Bueno pero tenés que tener una idea, algo.

- No, no tengo nada. Mis viejos van a estar de viaje, mi hermano en España, nada sola.

- No lo podés pasar sola ¿y Agustín?

- Se va a Mendoza con la familia.

- ¿No te invitó?

- No tiene que invitarme tampoco - dije y ella puso los ojos en blanco.

- ¿Y Guido? - dijo.

- No sé.

- ¿Pero le hablaste?

- No.

- Vos no sos más boluda porque no te da el tiempo.

- ¿Qué querés que le diga?

- Si quiere pasar Navidad con vos.

- Él va a estar con su familia y a parte no.

- Sus viejos van a estar de viaje, Cuty viene conmigo y Pato creo que se va con la novia o algo así - dijo haciéndome un guiño, yo reí.

- Igual no.

- No tenés excusa.

- Sí, Agus.

- ¿Qué pasa con él? Se va y te deja sola.

- No, se va a poner celoso y eso.

- Porque sabe que vos gustás de él.

- No me gusta.

- Sí, tus ojos se ponen brillosos cada vez que hablás de él, vos podrás estar con cualquier otro pibe pero nunca lo vas a olvidar y sé que no pensás en él porque sabés que te gusta y que estás hasta las manos.

- Cualquiera decís.

- No, cualquiera es lo que estás haciendo, yo sé que estás tratando de olvidarte de él pero no podés. Si no lo volvieras a ver te morirías y por eso te lo bancás como amigo, pero no vas a poder ocultarlo siempre. El tiempo pasa, ya tenés 28 años y vas a querer formar una familia ¿a quién preferís como marido? ¿A Agustín? Que sólo te hace sentir bien y en paz ¿o a Guido? Que te mueve todo lo que nadie en todos estos años pudo - yo estaba en shock, había dicho toda la verdad - No me respondés porque sabés que tengo razón, y no soy yo sola, tu mamá piensa igual que yo y somos las que más te conocemos.

- Bueno, pero...

- Pero nada, decime todo lo que pensás de Guido.

- Es un buen pibe - dije.

- ¿Y? ¿Qué sentís cada vez que estás con él?

- Siento que... Que el resto del mundo no existe, que sólo somos él y yo.

- ¿Y?

- Y que... que lo amo - dije mirando para abajo.

- ¿Lo amás cómo?

- Cómo hombre, como amigo, como compañero, como todo lo que se te puede imaginar.

- Te enamoraste.

- Me enamoré hasta de las letras de su nombre, él es como yo y eso me encanta.

- Y es bueno saber que siempre hay alguien como vos esperándote - dijo sonriendo.

- Sí.

- ¿Y qué hacés con Aguistín entonces?

- Evito a Guido - Romi tenía razón en todo, pero ¿qué podía hacer ahora?

Algo personalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora