Capítulo 3

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El sonido del timbre me sacó de mis pensamientos, ya eran las 4 y 20 de la tarde y mi compañero de banda no había llegado (seguro era él), fui atender y entró en mi casa:

- Hola, perdón me quedé re dormido y bueno tardé un poquito - dijo.

- No te preocupes, no pasa nada - dije riendo.

Saqué unas cervezas de la heladera y nos quedamos hablando; hacía mucho tiempo que no nos veíamos, me contó que se iba a Salta en una Volkswagen Kombi que le habían prestado con su novia:

- ¿Y vos andás en algo? - dijo de la nada.

- Lo mismo de siempre: música - dije.

- Pero ¿nada? ¿Segura? - dijo sin creerme.

- No boludo, no tengo nada ¿para qué te voy a mentir?

- No sé, ¿para que no me ponga celoso? - nos reímos.

Le iba a responder pero el timbre sonó y me doy cuenta que ya eran como las 9 de la noche, cuando abro la puerta veo a Guido con su hermosa sonrisa y una botella de vino en la mano:

- Hola Lula ¿interrumpo? - dijo al ver que estaba con Mateo.

- Hola Guido. No interrumpís justo estaba con un amigo, pasá que los presento - dije haciéndome a un lado para que pasara.

Una vez que los presenté Mateo recogió sus cosas y se fue:

- Perdón no sabía que estabas con tu novio - dijo.

- ¿Novio? - dije sin poder contener la risa.

- Sí, ¿o ya se casaron? - dijo súper serio.

- Que boludo que sos - dije aún riéndome.

- ¿Por qué? - cada vez estaba más serio.

- Guido te dije que no tenía novio - dije poniéndome un poco más seria.

- Bueno, novio no pero ¿marido si?

- Estás mal, no tengo nada estoy re sola.

- Ah ok, yo no soy nadie entonces - dijo.

- Dale no te hagas el ofendido. A parte no entiendo este "planteo" si no somos nada.

- Bueno, dejalo ahí. ¿Escuchamos algo de música? - dijo evitando mi mirada y el tema.

Comimos algo y fuimos a una habitación en donde tengo todos mis instrumentos y demás:

- ¿Tocás la batería? - dijo sorprendido.

- Sí, pensé que sabías.

- ¿Tocás algo?

- ¿Vos querés que mis vecinos me maten?

- Bueno, tenés razón, pero algún día me vas a mostrar.

Las horas pasaron y empezó amanecer y Guido decide irse, llegamos a la puerta y nos despedimos pero antes de cerrar la puerta se da media vuelta y me agarra de la cintura, yo no entendía qué era lo que pasaba pero me gustaba. Sentía como nuestros labios se acercaban cada vez más hasta que de un movimiento se aleja de mí dejándome en una situación de mierda.

Cuando me acosté no pude dejar de pensar en eso que había pasado y decidí mandarle un mensaje:

Lula: ¿Te puedo preguntar qué carajo fue lo que pasó hace un rato?

Guido: ¿No podés dormir?

Lula: No cambies de tema.

Guido: No es cambiar el tema, vos no podés dormir porque no podés dejar de pensar en lo que pasó en la puerta de tu casa.

Me sorprendí con lo que puso, pareciera que estaba mirándome y sabiendo lo que pensaba:

Lula: No tiene nada que ver, estoy despierta porque quiero.

Guido: Claro, me imagino. Andá dormir nos vemos mañana.

¿Qué? ¿Cómo te vas a ir así? A mí me vas a responder flaco:

Lula: No me duermo hasta que me digas.

No puedo creer que este pendejo me haya clavado el visto, encima empieza algo y no lo termina. Me terminé durmiendo con mucha bronca, quería saber qué mierda le pasaba y porqué hizo lo que hizo.

Algo personalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora