(Completa) - Los Años Robados

Capitulo 10

[NARRA JONATHAN]

Ahora comprendo que Pau y yo somos mas que amigos y familia, también somos compañeros, no importa lo dura que sea esta batalla mientras estemos juntos estará bien, Pau está preparada para enfrentarse a la enfermedad, ambos confiamos en se pondrá mejor, hacemos ejercicio diario, investigué que alimentos le ayudan y descubrí que le hace bien el aceite de coco, le ayuda mucho, jugamos domino o loteria aunque se que poco a poco su enfermedad avanza, cuando abro el alacena hay muchas latas de mayonesa o de mermelada, su memoria se deteriora mas rápido de lo que esperábamos, lo que escribe en su diario se vuelvo cada vez más incoherente y confuso, incluso ha olvidado como realizar algunas tareas básicas, tengo que vigilarla y recordarle cosas constantemente, incluso le hice un cartel con fotos de nuestros conocidos en donde incluyo sus nombres y su parentesco con ella.

—¿Te has lavado los dientes?

—No recuerdo.

—Esta bien, echaré un vistazo, haber abre— abrí la boca para que ella hiciera lo mismo, lo hizo y olfatee un poco, en efecto se los había lavado. — ahh, huele a limpia y fresca.— la comida está preparada, sólo tienes que calentarla, ¿de acuerdo? Tengo que irme.

—¿Cuando estarás de vuelta?—Me pregunta con tristeza.

—Cuando la manecilla pequeña se mueva al "6"— le mostré mi reloj— estaré de vuelta.

—No estarás de vuelta hasta las 18:00.

—Si, si, ya me voy.

•••

Al día siguiente me desperté y Pau ya no estaba en la cama, tomé mis pantuflas y baje al primer piso, estaba cerca de la puerta intentando ponerse un zapato.

—¿A dónde vas?

—Hoy tengo una reunión, no llegaré a casa para la cena— se terminó de poner su zapato y sonrió, me partió el corazón verla así.

—Bien, trabaja duro.

Ella me agradeció con la mirada, y salio de la casa, rápidamente me quite las pantuflas y me puse mis tenis, tomé mis llaves, mi celular y mi cartera para ir tras ella.

Tenia miedo de que algo le pudiera pasar o de que ya no regresara, en mi mente se repetían decenas de escenas terroríficas y aunque intentaba mantener la calma no podía, simplemente no podía, si algo le llegaba a pasar no sé que haría, creó que me volvería loco.

Seguía tras ella sin que se diera cuenta y llegó a un centro comercial, se detuvo a mirar en el departamento de accesorios, Pau volteó de pronto hacia donde yo estaba y casi me ve pero fui más rápido en darme la vuelta y fingir que estaba viendo algunas camisas, volteé lentamente para serciorarme de que no me hubiera visto pero ella ya no estaba, miré en todas las direcciones posibles para ver si la encontraba y no logré hacerlo, me volví loco de pensar en no volver a verla, seguí buscando hasta que de hizo de noche.

Decidí ir a casa por el auto para salir a buscarla más lejos, al llegar vi las luces encendidas y ahí estaba mi Pau.

—Estas en casa— al verla deje salir un suspiro que tenía atorado desde la mañana.

Cerré la puerta y me acerqué a ella quién estaba en la cocina.

—Es tarde ¿Has tenido un día duro?— intente seguirle la corriente pero no me respondió y en su lugar me guió hacia el comedor.

—Sientate— me dijo mientras se sentó frente a mi, tenía una enorme sonrisa que me partía el corazón, de pronto sacó una pequeña caja y la abrió.

—¡Feliz aniversario!— dentro de la caja había un pastel.

—Pastel de queso, ¡tu favorito!— seguía sonriendo —Aquí esta tu regalo— me pasó una caja negra con un moño azul cielo —Abrelo.

Al abrirlo vi que era un celular.

—Es un blackberry, siempre has querido uno, es difícil de conseguir ¿Te gusta?

Claro que yo quería un celular de esos pero hace 5 años, cuando estaban de moda, ahora ya no lo estaban y eso sólo demostraba que Pau estaba cada vez peor.

Al no responderle ella lo malinterpreto y su sonrisa se borró al instante.

—Lo siento... Ya estamos divorciados... Lo siento— No soporte más y mis lágrimas salieron sin que pudiera controlarlas —Lo guardaré — tomó el celular y se levantó de la mesa dejándome ahí llorando, ni siquiera me salieron las palabras para hacerla sentir bien.

•••

—¿Cómo le va a Pau últimamente? — ese era Danny a quién decidí visitar al día siguiente.

—Igual, con frecuencia olvida que se ha bañado, se baña varias veces hasta que su piel se agrieta.

—Eso... suena mal.

—No es tan malo— Intervine rápidamente— cuando descansa bien está bastante lúcida.— Danny se quedó pensando unos segundos hasta que me dio un sobre.

«Sanatorio "Rayo de Sol" » Era un volante lo que había en el sobre.

—La madre de un amigo tenía la misma enfermedad, dice que las instalaciones son buenas, el personal es atento— Danny me empezó a explicar.

—No importa— Lo calle

—Si no es por ti, piensa en lo que es mejor para ella.

—Gracias... Pero no gracias —Le devolví él sobre— vine aquí porque necesito un favor.

—¿De qué se trata?

—Quiero volver a proponérselo a Pau...