Final

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[NARRA PAULINA]

Abrí los ojos completamente mareada, intenté moverme y no podía, ni siquiera podía girar el cuello, esto tenía que ser una maldita pesadilla.

Al día siguiente desperté y Jona estaba a mi lado, se veía muy cansado con la mirada en la nada, cuando se percató de que estaba despierta, llevó una de sus manos a mi mejilla y me preguntó cómo me sentía.

—El doctor dice que estoy paralizada del cuello para abajo ¿Es cierto?— Jona se llevó las manos a la cara y se empezó a poner ansioso.

—¿Quien te lo ha dicho? ¿Te han dicho eso? Puede que éste sea un hospital importante pero los doctores son unos incompetentes y el equipamiento es terrible, pero no te preocupes, tengo muchos amigos que conocen neurocirujanos, estoy seguro de que pueden curarte— me dijo pero creo que lo que quería era convencerse a si mismo.

•••

Los días pasan y aunque me he acostumbrado al hecho de que ya no podré moverme, Jona viene cada día para ayudarme a lavarme y a fortalecer mi cuerpo.

Es tan dulce como siempre, desgraciadamente ya no podré sentir su tacto y su calor.

Mis pulmones ya no funcionan por si solos, dependo de un ventilador para vivir, mirando a la máquina me he preguntado a mí misma ¿Esto aún es vivir?

Jona ha abandonado el mundo fuera de esta habitación por mí pero preferiría que en su lugar me hubiera abandonado a mi, desearía que pudiera vivir como los demás, vivir su vida con felicidad, pero no puedo hacer nada.

Mientras estoy tumbada en esta cama no puedo dejar de pensar ¿Qué más puedo hacer por Jona?

Ha pasado un buen tiempo y ahora mis piernas se han gangrenado por la falta de circulación del flujo sanguíneo

—Planean amputarme las piernas, ¿lo sabías?— le preguntó a Jona y él no me responde, su puso de pie y me dió un beso en la frente.

—Todo estará bien, ¿Tienes sed? ¿Quieres un poco de agua?.

—¿Harías algo por mí?

—Claro.

Miré la máquina que me mantenía con vida esperando que él entendiera a que me refería y creo que si lo hizo porque de apartó de mi.

—Ni lo pienses. No— me dijo

—¿Recuerdas por qué pase por la cirugía? Porque quería ponerme mejor para poder vivir feliz contigo pero ahora estoy incluso peor. Dependo de una máquina para respirar y vivir me duele cada día verte cuidarme, siento pena por ti. Cariño, te lo suplico, te lo suplico, no me dejes postrada en esta cama hasta que olvide quién eres.

—No sigas, por favor. Nunca me rendiré contigo, así que por favor, no te rindas— me dijo y salió del cuarto.

Y en la noche al final encontré un modo.

Con todas mis fuerzas me hacía para atrás intentando safarme del respirador, lo logré, el aire me faltaba, sentía horrible pero sólo sería cuestión de tiempo para poder descansar, desafortunadamente las alarmas se activaron y lo benditos doctores actuaron rápido, dejándome sufrir más.

[NARRA JONATHAN]

—Preferiría ser yo el que estuviera ahí tendido en lugar de ella— le dije a Danny quién me acompañaba en la azotea de mi casa, desde donde se veía la cuidad— no la amé lo suficiente, se que Pau está sufriendo pero no puedo soportar perderla otra vez

—¿Recuerdas que justo antes de la graduación a mi padre le diagnosticaron cáncer de pulmón? En ese momento le dije "Padre, tienes que venir a mi ceremonia de graduación" Era el momento más importante de mi vida pero mi padre dijo "Danny no necesito estar allí, en cada momento importante de tu vida mientras me tengas en tu corazón durante cada uno de esos momentos, entonces no me arrepentire de nada"... Si estuvieras en su lugar ¿Qué pensarías?

Lo estuve pensando mucho, todo el tiempo la pregunta de Danny me daba vueltas en la cabeza y al final al tomé una decisión.

[NARRA PAULINA]

Estaba dormida y sentí que alguien me tocaba en el rostro, abrí lentamente los ojos y era Jona, quién se encontraba sentado en la cama junto a mi.

—He decidido no dejar que sufras más— mis lágrimas amenazaban con salir— te prometo que viviré bien, no me saltaré ni una sola comida, saldré con Danny a conocer chicas pero me niego a enamorarme de nadie más porque ya tengo una esposa, tú.

Jona sacó de su bolsa el anillo con el que me propuso matrimonio y me lo puso en el dedo, luego besó mi mano pero no sentí nada y me dolió en el alma no poderlo hacer.

—Nunca te quites este anillo, necesito que me reconozcas, no importa como pero tenemos que volver a encontrarnos.

Sólo lo podía mirar, quería llevarme su rostro grabado en mi memoria, que de algo sirviera la operación.

—Lo siento— Dijo Jona y comenzó a llorar— Lo siento, lo siento, lo siento—decía una y otra vez— realmente no quiero dejarte ir, lo siento.

Ambos llorabamos hasta que el se calmó, miró la máquina y se iba a poner de pie para darle fin a todo pero lo detuve.

—Jona— me volteó a ver —Déjame tocar... Déjame tocar tu cara— él tomo mis manos y la llevó a su rostro, no tenía sensación alguna y eso me provocó de nuevo el llanto, mi último deseo no lo podría realizar.

Jona miró de nuevo la máquina y yo hice lo mismo, me preparé para esto, me preparé para por fin poder dejar de sufrir.

Jona me abrazó fuertemente —No tengas miedo— susurró en mi oído y yo cerré los ojos.

En ese momento fui feliz porque como si fuera una película recordé todos los bellos momentos con Jona, esos recuerdos que no quería olvidar.

Me ví besandolo en el hotel en el que pasamos nuestra luna de miel, cuando tomé el asqueroso café salado y él se burló de mi porque caí en mi propia trampa, cuando regresabamos al hotel en la moto y la luna nos seguía, la ocasión en la que estábamos lavando los platos y Jona me asustó al cantar "Unchained Melody", cuando me pidió matrimonio la primera vez, el día que vimos la película en casa y que yo reía como loca, incluso recordé cuando en nuestra luna de miel veíamos fuegos artificiales y recargue mi cabeza en su hombro, finamente lo último que ví fue a Jona en medio de nuestros seres queridos pidiéndome matrimonio de nuevo, me ví entre sus brazos y fue el mejor regalo que me pude llevar conmigo.

(Completa) - Los Años RobadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora