carpeta vacía.

el diablo vino a hablar.

Llegamos al hospital. Todos nosotros seguimos en estado de shock tras la noticia. Agoney, Nerea y yo hemos estado abrazados en la parte de atrás del coche, donde las lágrimas han brotado de nuestro ojos sin cesar, durante todo el camino. 

Estamos casi todos los ex concursantes. Exceptuando Miriam, Cepeda y Roi que en estos momentos están cogiendo el tren y avión para venir cuanto antes. También están todos los profesores que tuvimos en la academia Mamen, Laura, Vicky...

Todos estamos llorando y nos abrazamos unos a otros. Mientras tanto, ajenos al ambiente de tristeza y desesperación que vivimos aquí, por el grupo que tenemos juntos los que no están aquí no paran de hacer preguntas.

Miriam: ¿Pero qué ha pasado?

Roi: No lo sé, pero tengo miedo.

Cepeda: Ha debido de tener un accidente de vuelta a casa, creo que además Juan Antonio y Mimi iban con él.

Miriam: ¿CÓMO?

Leo los mensajes y me quedo atónito. Busco desesperado a Juan Antonio y Mimi y no veo a ninguno de los dos. Reparo, entonces, que Ana está llorando abrazada a Noemí, desconsoladamente. 

Una parte de mi corazón se rompe.

Recuerdo aquellas mañanas jugando en las duchas con Alfred, los besos y el tonteo. Recuerdo los abrazos que siempre nos dimos. Las bromas. Las historias. Recuerdo lo especial que era. Y el gran talento y corazón que tenía.

-Capde... -me dirijo a uno de los profesores, que sin duda está intentando no perder la calma-. ¿Qué ha pasado con Mimi y Juan Antonio?

-Tranquilo, ambos están bien, solo han sufrido daños colaterales -mientras hablo con él no paro de temblar de miedo, Agoney se da cuenta, viene a mi lado y me coge la mano-. De quien estamos más preocupados es de Alfred. Estaba en estado crítico.

Me escuecen los ojos de llorar y me abrazo a Agoney con mucha fuerza. No me puedo creer que esto esté pasando. No. Quiero despertar, si esto es una pesadilla, quiero despertar. 

-Miedo, de no verte nunca más -su prima Amaia canta destrozada y todos callamos. Esa fue la canción que cantó en la final del concurso. Y hoy la letra tiene más sentido que nunca. Para todos. 

Y no, esto no es un sueño. Es el mundo real. Y es injusto.