carpeta vacía.

los secretos de las despedidas.

Nos hemos reunido para comer varias personas del grupo de amigos. Otras tantas no han podido venir porque están llevando a cabo proyectos musicales en estos momentos y no han podido venir. Digamos preparamos una especie de reencuentro.

Ana, Mimi, Aitana, Nerea, Juan Antonio, Roi, Agoney y yo estamos juntos en la mesa.

Hablamos de anécdotas de la gira, que acabó hace un mes, de la academia y nos confesamos nuestros proyectos futuros, aunque muchos de ellos aún no estén del todo confirmados. Reímos muchísimo y disfrutamos del tiempo juntos.

Incluso tenemos un momento emocional en el que recordamos a Alfred. Siempre está presente en nosotros, en verdad, y nos gusta recordarle en momentos familiares como este.

Cuando estamos a punto de tomar el postre, Aitana alza la voz y pide silencio. 

-Escuchadme, por favor -anuncia Aitana. Qué raro me parece, sobre todo porque todos estamos igual de desconcertados-. Os he ocultado esto hasta que todo estuviera cerrado, pero... ¡He firmado contrato con una discográfica en Reino Unido!

Todos nos quedamos en silencio. Pero segundos después estamos gritando de alegría y felicitando a nuestra amiga, cuyo sueño siempre había sido lograr un contrato en algún país inglés. Donde tanta gente le recomendó.

Observo a todos mis amigos. Hasta que me fijo en Nerea, que sigue mirando a su plato cabizbaja. Oh, mierda...