Capítulo 20: Bienvenido a la familia Jones

16.3K 1.3K 128
                                    

Capítulo 20: Bienvenido a la familia Jones

Capítulo 20: Bienvenido a la familia Jones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegué a casa sobre las ocho de la tarde. Winter no estaba y Genevieve se había adueñado de la sala de estar. Había papeles desparramados por toda la mesa y ella estaba sentada en el sofá revisándolos una y otra vez. De vez en cuando, tomaba un sorbo de café. Tenía el cabello despeinado. Nunca la había visto así de despreocupada por su aspecto. Llevaba una camiseta que le quedaba enorme y unos pantalocillos cortos que le tapaban lo suficiente como para no ver sus bragas.

Bufó.

Yo aún seguía en la puerta, sin poder creerme la escena que estaba presenciando. Tomaba apuntes, leía y releía documentos y volvía a bufar.

—¿Qué voy a hacer contigo? —decía.

No quería desconcentrarla, pues parecía que era de suma importancia lo que estaba haciendo, pero tenía que hacerlo si quería ir a mi habitación. Intenté hacer el menor ruido posible en vano. Sin querer tiré el pequeño bol en donde dejábamos las llaves al suelo, haciendo un ruido estruendoso.

Típico de mí.

Genevieve se sobresaltó y se giró en mi dirección.

—Joder, Elli. ¡Qué susto me has dado!

—Lo siento. —Sonreí como si fuese una niña buena—. No quería molestarte. Parecías muy concentrada en tu trabajo.

Genevieve me miró. La veía más cansada y tensa. Incluso diría que tenía ojeras bajo los ojos. ¿Habría dormido aquella noche?

—Sabes que no molestas —me dijo con un poco más de ánimo—. Sabes que puedes pasar aunque esté trabajando, ¿verdad? No muerdo, aún.

Por primera vez en lo que llevaba de día entré en mi casa. Vi que Winter no estaba y eso era raro en ella. Por la hora, debería estar ya en el apartamento, puesto que ella era una de las primeras en llegar después del trabajo.

—No está en casa —respondió a la duda silenciosa Genevieve—. Lleva todo el día trabajando en su desfile benéfico. Me ha llamado para decirme que no la esperemos despierta.

—Vaya, debe estar hasta el cuello de trabajo.

Ella suspiró, sentándose al mismo tiempo en el sofá. La imité. ¡Qué ganas tenía de sentarme!

—Se está presionando mucho. Ya sabes que este desfile es uno de los momentos más importantes de ella y que quiere que todo salga a la perfección.

Winter era un tanto perfeccionista con sus trabajos y esa perfección era lo que le había llevado a tener tanto talento. Su pasión desde siempre había sido la moda. Recuerdo que una vez, cuando éramos pequeñas, me dijo que un día haría su propio desfile de pasarela. Solo tenía once años y ya tenía una meta en la vida. Yo, en cambio, solo estaba interesada en los libros y no sabía lo que quería ser de mayor. Ya a esa edad sabía hablar español y chapurreaba algo de francés y alemán, pero aún no sabía qué era lo que quería estudiar. Winter, en cambio, ya había planeado su futuro con precisión.

Pasiones Enredadas (Amor Enredado 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora