Capítulo 9

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Ella no estaba contestando el beso y es lógico, ya no tiene que fingir que le gustan mis besos, eso era antes, cuando eramos adolescentes, cuando ella me hacia creer que en verdad se enamoro de mi.
Me separe del beso y nos miramos a los ojos, estaba furiosa, aun la conozco tanto que puedo saber cuando quiere matar a alguien y comer del muerto. Pero la verdad es que no me importa.

Imbécil, sueltame, fuera de mi oficina-- dijo con la mayor frialdad posible-- nunca más me vuelvas a besar o te juro que--  el teléfono interno de Andrea sonó, ella me empujo y fue a contestar la llamada

¿Que paso Marta? --contestó mientras me dio la espalda-- ¿que tiene que? --se giro y note una leve sonrisa en sus labios-- si, dile que pase.
--corto la llamada aun tenia la sonrisa en su rostro-- ¿sigues aquí? Vete Samuel

--no hemos terminado de hablar. --di dos pasos para acercarme a ella pero su puerta se abrió

Mi amor --el imbécil de su novio entro y se acerco a ella, la beso en los labios, ella contesto su beso, a él si le contesto-- mira lo que te traje pequeña --le entrego un ramo de tulipanes las flores favoritas de Andrea--

Oh gracias mi amor --ella recibió el ramo y lo beso--

Te amo mi princesa, eres la mujer de mi vida, la niña de mis ojos, --la beso nuevamente-- la mujer que amo desde siempre, te amo mi amor

Y yo a ti, amo los tulipanes --dijo con una sonrisa, yo en ese momento apreté los puños, al recordar que empezó a amar los tulipanes gracias a mi, bueno por lo que veo eso me hizo creer ella.

Lo se, fui el primero en regalarte un ramo de esto --apreté mi puño una vez más, ¿como que fue el primero? Andrea me miro y en ese imbécil al fin volteo--

Samuel Garcia. --dijo mirandome de pies a cabeza. A pesar de los años este hijito de mami no cambio, sigue siendo el mismo fresa de siempre --
¿Que haces aquí?

-trabajo aquí --le conteste con el mismo tono en que él me hablo, el de soberbia-- Esta es mi empresa. --abrí los brazos señalando la oficina, si tu eres presumido, yo también lo puedo ser. Pensé-- ¿tú que haces aquí?

Vine a visitar a mi novia --abrazó a Andrea y la beso--
dejanos solos y dile a la muchachita que quiero un café cortado --me ordeno el imbécil-- 

¿Perdón? --comencé a reír de forma sarcástica-- ¿tú quien te crees que soy yo? ¿Tu empleado?

Eres un pobretón oportunista ¿quien sabe que has hecho para llegar a donde llegaste?

Mira imbécil -me acerque a él con la intensión de partirle la cara pero Andrea se puso en medio--

No Samuel, --la mire con furia-- ya terminamos de hablar, dejame sola con mi novio.

No Andrea, no hemos terminado, tenemos que trabajar. --le conteste serio-

Luego seguimos, es hora del almuerzo. --dijo también seria-- vete por favor.

¿Pero por qué le pides por favor? --intervino Adrián-- ordenale que salga de tu oficina, no le pidas por favor.

Mira imbécil --sentí la mano de Andrea en mi pecho. Y la mire, aun a pesar de los años, con solo tocarme y mirarme a los ojos ella me domina, controla mi ira e impide que le parta la cara a este muñequito de pastel.
La mire por unos segundos luego mire al imbécil ese y salí de esa oficina.

Todavía No Te OlvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora