Parte 7.

3.5K 648 31
                                    

La habitación del chico rubio era un desastre. Lo único ordenado de aquella habitación era la ropa del mayor, que con suerte, estaba ocupando el armario. Sin embargo, la del contrario estaba revoleada por el suelo, junto con millones de papeles y libros. El vampiro decidió no hacer ningún comentario, ni siquiera acerca del horrible olor de la habitación a chucho. Jimin ahora mismo era su prioridad y no había tiempo que perder. Nada era más importante que su pequeño de grandes mejillas.

- ¡Jaehyun! ¿Qué le ha pasado a Jimin?

El chico rubio se acercó a Taehyung, e hizo una leve venia.

- Hermano. Tu prometido perdió el control y dejó que su parte tritón lo dominase por completo. Cuando quiso recuperar el control, tuvieron una pelea - dijo mientras señalaba a Jimin -. Eres la persona que más conoce a Jimin, tienes que alentarlo a luchar... El problema es el tema del compañero.

- Yo soy su compañero - gruñó el vampiro haciéndose notar, sorprendiendo a los otros dos -. ¿Qué debo hacer?

Una amplia sonrisa adornó en el rostro de Taehyung, este se agachó hasta la oreja de su amigo y susurró unas palabras que sólo quedarían entre él y Jimin, si es que su mayor había podido escuchar lo que le acababa de decir.

- Saca tus uñas, vampiro - le ordenó el chico. Yoongi se sorprendió pero pronto su mano derecha estaba adornada por unas puntiagudas uñas oscuras y fuertes -. Bien, ahora debes clavarlas en el cuello de Jimin. Tienes que tener cuidado de no dejarlo incapacitado. Tienes que dar con una vena que se sitúa por esta zona - dijo mientras marcaba por sobre la piel húmeda de Jimin donde se debía encontrar -. Esa te conectará con su ser sobrenatural. Recuerda que no puedes lastimarlo, todo lo que le hagas al tritón de Jimin, se lo estarás haciendo al cuerpo humano.

- ¿Qué pasa si trata de atacarme?

- Lo peor que puede hacer es echarte. Nada de lo que pruebe contra ti tendrá efecto.

Min asintió mientras colocaba sus uñas sobre esa linda piel que quería marcas, y no con sus uñas. Escuchó a lo lejos como el tal Jaehyun se disculpaba para ir en busca de un curandero. También escuchaba de lejos el monólogo que tenía Taehyung con su chico. Le hubiese gustado prestarle más atención, descubrir más de su pequeño pez. Pero prefería escucharlo de su boca, cuando ambos pudieran estar juntos. Cuando pudiera volver a ver como los regordetes labios de Jimin se abrían en esa preciosa sonrisa que hacía desaparecer sus pequeños ojos.

Clavó finalmente las uñas en el cuello contrario. Rezaba porque todo saliera bien, poder convencer a la parte sobrenatural de que debía retroceder.

Un mareo hizo que el vampiro casi se retractase de lo que estaba haciendo, pero estaba decidido a hacer cualquier cosa que estuviera al alcance de su mano. Nunca mejor dicho. De repente todo se volvió negro, él no veía nada, hasta que lo vio. "Hermoso" fue lo primero que pensó. Frente a él estaba la criatura que había visto en el agua.

- ¿Qué haces aquí tú? - habló con una voz fuerte, llena de confianza.

- Vine a hablar contigo.

- ¿Qué querría un vampiro de mí?

- Es imposible que tú no lo sepas - comentó mientras se comenzaba a acercar al contrario. Ambos estaban atentos a cada uno de los movimientos -. Lo has notado, ¿verdad? La Luna nos unió.

El tritón suspiró mientras se acercaba a ese feroz vampiro, que ahora mismo parecía tan dócil frente a él.

- Entonces... Lo sabes, ¿no? Sabes a qué he venido.

- Quieres convencerme de que mantenga el equilibrio - se aventuró a decir el tritón, aunque ya sabía que estaba en lo cierto -. Quieres que, como debe ser, la parte sobrenatural quede enterrada y la humana al mando.

- Estamos en la superficie, debería ser así.

- Él rogaba porque no te hiciera daño... - susurró mientras tocaba la piel del vampiro - Tú casi me mataste, sin embargo. ¿No crees que mereces morir, vampiro?

- Si tú tomas el lugar de Jimin, mi vampiro se volverá loco por no tener a su compañero. Una vez que mi vampiro tome el control de mi cuerpo, se perderá la humanidad que tengo - habló con la voz ronca y oscura -. Tú sabes que si eso pasa, tú serás la primera persona a la que mi vampiro querrá matar.

- ¿Y me buscará bajo el agua? - se rió - La amenaza no es lo tuyo.

- No estoy amenazando, te estoy pidiendo que no lo mates. Él me importa. Lo queremos.

El tritón sacudió su pelo grisáceo mientras miraba divertido al vampiro. Nunca pensó que llegaría a una situación similar. Jimin y él siempre se habían llevado extremadamente, así que, ni en sus peores pesadillas imaginó que fuera a causa de su destinado que ambos se pelearían a tal punto de querer matar al humano para hacerse completamente con el cuerpo del chico.

- Tú lo quieres - rió -. ¿Me estás tomando el pelo? Esto está pasando por tu culpa. Yo quería matarte y él no me dejó. Nos hemos peleado por ti... ¿no te das cuenta?

- Yo no me pude controlar - susurró Yoongi, la culpa de aquel primer encuentro era la cruz que cargaría toda su vida -, yo no sabía que los destinados eran reales... Si lo hubiera sabido, todo habría sido diferente.

- Eres un vampiro, las naturalezas traicionan. Prefiero matar yo a Jimin antes de que lo mates tú.

Las lágrimas comenzaron a amontonarse en los ojos oscuros del vampiro. Si Jimin moría, era su culpa. Estaba claro. Nunca estuvo preparado para este encuentro, cuando vio al pequeño tan débil, como la primera vez, no imaginó que su cercanía a la muerte fuera nuevamente culpa suya. Se odiaba por no estar protegiéndolo como podía.

Pero podía ver la razón que tenía aquel chico.

- Yo...

- No sabes qué decir porque te has dado cuenta de que yo llevo razón - dijo con cierta burla el muchacho frente a él.

Los vampiros eran seres feroces, que a veces no controlaban sus impulsos porque la necesidad los podía llegar a enloquecer. Pero no eran aquellos seres extremadamente malos a los que el sol no le podía dar. Los tritones eran seres bellos pero malignos. Pero Yoongi nunca pensó que fueran tan crueles como el que estaba viendo. Capaz de matar a su parte humana sólo para que este no corriera a los brazos de su destinado.

Una lágrima resbaló por la mejilla pálida. Debía darse por vencido, pero no quería. Realmente, no podía perder a Jimin, ese chico de mejillas rosadas no podía morir por su culpa. Merecía vivir, ser feliz. Incluso si la felicidad estaba del lado de su prometido, y no del suyo. Él se haría a un lado si aquello garantizaba su salud.

Lo único que quería era salvarlo.

- No puedes matarlo, por favor.

- Otra vez... Espera, ¿un vampiro pidiendo algo "por favor"? - se burló - Eso es algo nuevo.

El pálido se dejó caer de rodillas delante del cuerpo del tritón y de su asombrada mirada.

- Deja que viva. Yo... haré lo que vosotros decidáis - dijo mientras ponía una mano en su corazón -. Si me aceptáis, me quedaré. Si creéis que estaréis más seguros sin mí, decídmelo, y me iré. Prometo irme, no pondré ninguna de vuestras vidas en peligro pero por favor, no lo mates - susurró dándose por vencido -. Yo lo amo.

Dangerous Attraction --YoonMin-- [Beautiful Creatures I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora