Dangerous Attraction --YoonMin-- [Beautiful Creatures I]

Parte 9.

Nada más atravesar la puerta de la habitación y descubrir gratamente que en esta no se encontraba el compañero de este, ambos decidieron cerrar la puerta para que esta vez nadie se atreviese a interrumpir su momento mágico. Ahora sí serían ellos dos, únicamente. Ya no habría ningún tipo de inconveniente entre ambos. Serían ellos dos, juntos, por fin.

El pelinegro caminó hasta la cama y depositó sobre esta el cuerpo de Jimin tranquilamente, disfrutando de cada movimiento que sus manos hacían sobre el cuerpo contrario. Después, se sintió sobre él, mirándolo directamente a los ojos. Quería una última aprobación, una que le dijera que estaban haciendo lo correcto, que ellos eran lo que realmente merecía la pena. Porque eso era lo que se sentía de verdad.

El pequeño peligris lo tomó suave pero firme de la nuca y lo atrajo hacia su cuerpo. Sus ojos pegados en todo momento, viendo a través de todo. Sus labios volvieron a encontrarse, creaban una danza lenta. No tenían ninguna prisa, no ahora, no en ningún momento. Por fin estaban juntos, y aquello era lo único que podía importar en un momento así.

Sus belfos se reencontraron una y otra vez, como si aquella reunión fuese su lugar seguro. No necesitaban decir palabras, ambos estaban sintiendo lo mismo. Aquello era increíble, como si una fuerza externa les guiase, en aquel momento en el que solo existían ellos, dos almas destinadas a juntarse y que, pese a las tentativas de asesinato, pudieron finalmente unirse como una sola.

Las manos del pelinegro fueron desabrochando lentamente la camisa del uniforme del contrario; liberaba poco a poco su trabajado torso y, una vez que quedó al descubierto, lo tocó con suavidad, explorando con cuidado a su pequeño chico pez. Separaron finalmente sus bocas, ambos con los ojos brillantes y los labios rojos y mojados. El vampiro, decidido, se acercó al cuello del joven, dejando beso tras beso, hasta que llegó a la zona pectoral. Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro. El rumbo de su cabeza cambió hasta encontrar aquel manjar prohibido. Los pezones de Jimin se alzaban con orgullo ante el vampiro, que no dudó en tomarlos, uno con su boca y otro con su mano; el más joven sólo podía jadear ante la intensa sensación que su pareja le estaba otorgando. Aquel momento íntimo no iba acompañado de palabras, sólo de los dulces sonidos que salían de su boca y los leves suspiros que soltaba el mayor. Ambos estaban creando la perfecta melodía.

Las traviesas manos del tritón tomaron el polo del joven -también cortesía de la institución- y lo comenzó a subir, llamando así la atención del vampiro. Se deshizo poco a poco de su ropa hasta que quedó en unos calzoncillos negros que se ajustaban perfectamente a su cuerpo, y que marcaban el potente bulto entre las piernas del vampiro. Sin embargo, este, en lugar de desvestir a Jimin, volvió a buscar aquellos carnosos labios que le volvían loco. El menor no tenía ni idea de lo que causaba en su superior, todo era fascinantemente atractivo cuando se referían al tritón.

Finalmente, ambos acabaron únicamente con los bóxer puestos. Sus pieles calientes se rozaban entre ellas, lo máximo que podían. Sus labios no dejaban de encontrarse. Sus miembros, completamente vivos, no hacían más que chocarse entre sí, al ritmo de un compás imaginario. Las manos de ambos se tocaban con necesidad del otro, de conocerse, de recordarse, de nunca separarse.

Habían dejado marcas en los contrarios, realizadas por leves mordiscos, o por chupetones. No les importaba demasiado. Ellos sólo deseaban que todos supieran que ambos tenían dueño, que no había vuelta atrás ahora, nadie podría separarlos, y aquello les encantaba. Estaban a punto de ser uno, para siempre. Estaban a punto de cerrar el contrato que la Luna escribía con tinta invisible. Ahora sus caminos ya no podrían ir por separados.

¿Estaban preparados? No. De hecho estaban aterrados de lo que el destino tuviera preparado para ellos dos. Sin embargo, sabían que se tenían el uno al otro, no importaba lo que viniera. Ellos eran su propio lugar seguro.

- ¿Estás listo, bebé?

Yoongi se encontraba entre las piernas de un desnudo menor. Tres de sus dedos estaban enterrados hasta los nudillos dentro del joven tritón, quien temblaba a causa del constante placer. El peligris asintió desesperado, necesitaba que la unión se completase. Necesitaba sentir como el vampiro se adentraba en él. Y pausadamente su deseo fue concedido. Poco a poco el intruso se hacía mayor lugar dentro de su cuerpo, llenándolo hasta niveles que nunca hubiese pensado que serían ciertos.

Y sentía dolor, y sentía placer. Pero estaban haciendo algo sagrado, y no podía evitar sentirse especial. Allí, con el mayor entrerrado hasta lo más profundo que su propia anatomía lo dejaba llegar. Allí con el sangriento vampiro embistiéndolo sin reparo, haciéndolo suyo una y otra vez. Se sintió especial porque nadie nunca lo había mirado como él lo hacía, porque la sala estaba rebosando un brillo casi celestial. La Luna los estaba haciendo uno.

Para cuando ambos se sentían en el borde. Los colmillos de ambos fueron invocados. Y mientras sus cuerpos explotaban de placer, ambos clavaron sus colmillos en el contrario, creando una marca de posesión, una que nunca se iría pero que amarían renovar completamente.

- Jiminie... Te amo - susurró Yoongi.

- Yo también. No sabría cómo vivir sin ti -le susurró de igual manera, mientras acariciaba la pálida mejilla contraria.

Acababan de comenzar a escribir su nueva historia. No se imaginaban las miles de aventuras que los estaban esperando. Pero sabían que estaban completamente preparadas para ellas, no importaba lo duras que fuesen, ahora eran uno. Eso era lo único que necesitaban saber para sentirse bien, para saber que estaban haciendo lo correcto. Ya no había manera de que se equivocasen.

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N/A:

Heyyy! Acaban de leer el último o penúltimo capítulo de esta historia, de esta parte.

La próxima etapa de esta historia, debido a una espinita que tengo clavada en mí a causa de otra historia, será acerca de nuestra preciosa hada estival -BAMBAM- y nuestro despistado dragón -YUGYEOM-.

Una vez que publique el primer cap, lo avisaré por aquí.

Thankkks por leer 🌀☺️