— Canta para mí, Rohan.
El arco de sus labios iba en ascenso, mientras que sus brazos se apoyaban sobre las rodillas, un mechón de cabello se le desprendía de la frente.
Yo.
Algo en el minúsculo estomago de Rohan parecía arderle, quemarle, consumirle por dentro. Estaba tan enojado que quería darle el mayor puñetazo de su vida, pero no tenía valor, no sabía en qué lugar esconderse, oculto su sonrojo con su brazo derecho, mientras que echó la mirada al osito de peluche de Koichi.
— Qué estupideces dices. — fue lo primero que se le ocurrió.
— ¿Qué? No me digas que no sabes ni corear una canción.
Sí, estaba claro que lo odiaba más cada día.
Él.
Su corazón se agitaba, al parecer, tampoco estaba acostumbrado a pedir ese tipo de favores a la gente, sin embargo, ansiaba escucharle, sobre todo de cerca, su melodiosa voz con una canción tan cursi, de esas que escuchaba en secreto cuando se quedaba solo en casa o dejaba la puerta cerrada con llave, anhelaba percibir el color de su voz.
— Y-Yo no canto Josuke...
— Y yo no dibujo, pero lo intento.
Yo.
Aquello lo había dejado sin palabras, Rohan se había dado cuenta que el amor propio ya no vive en los ojos de otro, y aunque quizás tiempo atrás ya lo sabía, no quería llegar a esa conclusión tan amarga, tan desahuciado y vacío, se acercó al filo de la cama al lado del moreno.
Comenzaba a llover.
Todo pasaba.
La lluvia.
El tiempo transcurriendo.
El amor.
Los 16.
— All our times have come, Here but now they're gone... Seasons don't fear the reaper. Nor do the wind, the sun or the rain, we can be like they are...
Él.
Los vellos de los brazos se le habían erizado por completo. Parecía que su corazón iba a estallarle, y la sangre le recorrería en los labios, Rohan inyectaba esa sensación en Josuke desde el momento en que comenzaba a hablar, cada palabra que el muchacho delgado pronunciaba, para el moreno era más que un poema.
¿Era amor? Ninguno de los dos lo sabía, cada amor es distinto, fluye a su manera, en este caso, parecía un río caudaloso sin destino sabido. Eran muy jóvenes para pensar que sabían del querer, en su situación, Kishibe Rohan parecía un experto, no obstante, necesitaba aprender más de él.
— Come on baby, and she had no fear. And she ran to him, then they started to fly...
Al mismo tiempo que el chico murmuraba la canción, daba pasos con el pie como si tratara de mantener el ritmo con los latidos del corazón, al pasar de la tonada, ya no lucía preocupado.
Yo.
— They looked backward and said goodbye, she had become like they are. She had taken his hand, she had become like they are, come on baby, don't fear the reaper...
Se había dejado llevar por todo, por la canción, por el amor, por él.
— C-Cantas bien. — expresó Josuke minutos después de que el otro terminase.
ESTÁS LEYENDO
Él. | Rohan & Josuke.
FanfictionPorque Kishibe Rohan no podía aceptarlo, porque el destino era cruel, porque todo lo bueno se iba de alguna manera, porque la mala suerte corría por sus venas, porque nada le satisfacía, porque todo es incoloro como su arte, porque en su caminar en...