❝Feliz año nuevo y todas esas mierdas, estamos varados aquí❞
[Dónde Evan conduce un autobús y se ve obligado a pasar la noche del 31 de diciembre en el medio de la carretera con su única pasajera.]
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(Evan Peters Fanfiction)
(AU; universo alterno)
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✨ e s p e c i a l de s a n v a l e n t í n ✨
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Las cosas no podían ir peor.
Había comenzado como algo leve, gran mayoría de sus nuevos compañeros —que habían sido del todo amables las primeras tres semanas en las que ella estuvo a prueba— habían pasado de ayudarla a ignorarla.
Casi al final de la jornada del martes pasado, el jefe había anunciado quien tenía más posibilidades de quedarse en esta sede y quién debería volver a Saint Peters. Cuando dijo su nombre en la lista de posibles candidatos para esta sede, ella no pudo sentirse más feliz y orgullosa de ella misma. Aunque obviamente, debía esforzarse mucho más si realmente quería quedarse. De todas formas, eso no fue lo que causó estragos. El problema fue que cinco minutos después de calmar los murmullos, el jefe anunció que por cada miembro de Saint Peters que se trasladara a Saint Louis; un miembro de la sede actual sería despedido para darle lugar a quién le correspondiera.
El bullicio no se hizo esperar. Todos los que ya tenían su puesto allí, que lo habían ganado con tiempo y esfuerzo, no creían que tuvieran el riesgo de perderlo por personas que estaban experimentado en su área hacía sólo tres semanas y media. El efecto de todo esto no resultó sino hasta el día siguiente. Fue una gran bomba de conciencia y desde ese momento, todos comenzaron a pasar de ellos.
Ella entendió la reacción, los primeros dos días. Pero cuando solo quedaban cinco miembros a prueba de Saint Peters —puesto que sus demás compañeros, no habían tenido éxito y habían sido enviados nuevamente a su ciudad— ella ya no pudo soportarlo.
Era estresante, desesperante, incómodo y tedioso el ingresar cada día a la sede central y soportar las miradas de odio. Cuando pasaba a su lado, los murmullos eran casi imposibles de evitar. Era fácil ignorarlos al principio, pero cuando escuchaba cosas cómo "Oh, miren. Esa de allí es quien me está robando mi trabajo" o otros comentarios desesperados como "No se que haré si ellos se quedan y deciden despedirme. Llevo demasiado tiempo aquí y quizá ya quieran descartarme. No sé qué haré, el dinero no es suficiente, ¿cómo mantendré a mi familia? Ya no hay trabajos disponibles". Cuando los oía, sentía un deje de culpa. Sabía cómo se sentían esas personas, lo que habían ganado se lo podían arrebatar sin más. Pero no dejo que eso la perjudicara. Logró mantener el estrés en su lugar, calmandose por momentos. Ignorando su reciente inestabilidad.
El mismo día en el que los murmullos se volvieron insoportables, y los demás trabajadores ya decían lo que pensaban cara a cara con ella, descubrió que los problemas continúaban aún más graves en la casa de su tía.
Habían problemas económicos y financieros, un hombre se había presentado esa misma mañana diciendo que si no pagaban sus deudas, les quitarían la casa.
