Capítulo 13.
—Te quiero— dijo ______, por primera vez mirando justo a sus ojos. Ojos oscuros, preciosos, que se desviaron a la ventana antes de poder contestar.
—Yo también te quiero, ______— contestó Evan.
Aún en las condiciones desastrosas en las que se encontraban, ni por lejos románticas, aquel lado tierno y cliché de ambos sobresalía.
Quizá, realmente lo que habían dicho era cierto. En los momentos que menos te lo esperas pueden suceder cosas horribles, y en los peores momentos pueden suceder las mejores cosas.
Pero, el momento en el que se encontraban, ¿realmente era el peor?. ¿Era tan horrendo cómo ellos lo habían creído al principio?.
En ese momento, solo se encontraban bajo un diluvio. Y ambos eran conscientes de qué, luego de aquel diluvio, la verdadera tormenta los estaría esperando.
Y así cómo ambos casi deseaban que pasase, las cosas empeoraron.
Todo había comenzado desde que habían quedado varados, ¿quién diría que la estática de una radio sería el principio del fin?.
Porque así fue como todo había empezado, cuando minutos antes de que se dijeran «te quiero» la estática había vuelto.
Ambos volvieron a mirar hacia afuera, tal como lo hacían desde hace unos minutos. Ambos, sintiendo aquello tan raro en el mismísimo aire.
Fuera de sus trances, como máquinas los dos giraron al escuchar un golpe en la ventana.
«¡Crack!».
Justo en la que se encontraba sobre sus cabezas, pero para su suerte, sin llegar a romperse. Evan señaló con su dedo índice que guardara silencio, y por cinco minutos nadie habló ni nada se escuchó.
«¡Crack!».
Esta vez, en el parabrisas delantero. Más allá de sorprenderse u asustarse, Evan sonrió emocionado.
—¡Mirá!— susurró, señalando por fuera del vidrio.
El motor, que no había parado de soltar humo desde que habían llegado, repentinamente se había detenido, al igual que la nieve.
—Quiza pueda arreglarlo ahora que ha parado de humearse, y podamos volver.
______ asintió, creyendo con alivio que ya podrían irse, al observar como Evan rápidamente salía del autobús y comenzaba a revisarlo.
Ella, también queriendo contribuir, se acercó a la delantera y sentándose en el asiento del conductor trató de reparar la radio. Al alzar la vista, algo más allá de Evan captó su atención. Juró ver a un hombre, unos metros más atrás, cruzando lentamente tal cual vagabundo la calle. Cargaba algo pesado, que rápidamente le recordó a las historias que le contaba su padre antes de que muriese, sobre el hombre de la bolsa y cosas así. Paró con miedo y se asomó por las puertas de la línea 412.
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Línea 412 ━ Evan Peters | ✔️
Fanfiction❝Feliz año nuevo y todas esas mierdas, estamos varados aquí❞ [Dónde Evan conduce un autobús y se ve obligado a pasar la noche del 31 de diciembre en el medio de la carretera con su única pasajera.] ━ (Evan Peters Fanfiction) (AU; universo alterno) (...