1. El arreglo matrimonial.

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Estoy como alma que lleva el diablo, literalmente, mi día apestaba. Eso era porque no tenía intenciones de escuchar una conversación que no debía. Mayormente soy cauteloso, pero al fin y al cabo soy un chico de veintiún años y lo peor que no soy un chico como tú, o como cualquiera, no, soy el príncipe heredero de Idris, pronto la nación residirá en mis manos y puedo jurarles que no deseo llevarla, no todavía, sabía que mi padre no viviría para siempre, pero no tan de pronto.

Esa mañana llegué tarde al Gard, como cualquier otro sábado. No había noche que no pudiera evadir a mis estúpidos guardias de seguridad, no por supuesto que no, ellos se creían lo sumamente listos. Pero yo nací en este palacio y mi abuela Seraphina fue quien se encargó de enseñarme los pasillos y túneles, en caso de que alguna vez fuera indispensable usarlos. Mi padre cuando ascendió al trono mandó cerrarlos con llave, pero yo ya tenía mi copia. 

Gracias a eso podía hacer mis escapadas con alguien. Pronto llegaremos a ese punto. Volvemos al punto en el cual estoy enfadado, si, yo llegaba alrededor de las ocho de la mañana al palacio, primera vez que lo hacía tan tarde, cuando salí por el pasillo principal, me sorprendí que ya había movimiento, entre las doncellas y nuestro mayordomo Hodge Starkweather no se veía muy contento, cerré la puerta con cuidado. 

-Apresúrense con las compresas.

Todo el movimiento iba y venía, fue cuando capté que todo el movimiento salía de la habitación del Rey. Me apresuré por acercarme, pareciera que nadie me prestó atención. Yo no entendía que ocurría. Pero no llegué a la habitación de mi padre, no lo hice, porque las puertas de la Reina estaban abiertas. Así que logré colarme.

Mi madre, la Reina Jocelyn se encontraba tensa. Sentado frente a ella, estaba el Consejero Real Lucian Graymark.

-Lo lamento mucho, su alteza.

-Jonathan Christopher está estudiando la Universidad, es muy joven para esto... 

Quedé perplejo al escuchar mi nombre. Mi madre se cubrió el rostro.

-Su alteza, debe recordar que ustedes fueron desposados cuando usted tenía dieciocho años. Al parecer los Morgenstern tienen un corto periodo de vida.

¿Periodo de vida? ¿Desposar? ¿De qué estaban hablando?

-Fue diferente, cuando el padre del Rey falleció fue por un ataque al corazón, esta vez es...

-Derrame cerebral... ¿cuánto tiempo más podrá soportar el Rey en estado vegetativo? ¿Cuánto tiempo podremos ocultarlo a la nación? -Preguntó el Consejero Real sosteniendo la taza que yacía sobre la mesa-. Sabe que ha existido disturbios, después de lo ocurrido en Suecia, donde el pueblo se reveló contra la monarquía. Hay manifestaciones acerca de que la monarquía debe abolirse.

Las manos de mi madre temblaban, ella se limpió las lágrimas.

-Yo no sirvo para esto Consejero, mi esposo es el que siempre tomó las decisiones y que Jonathan pase a ser Rey cuando fallezca su padre, tener que casarse porque las leyes así lo establecen...

Yo quedé en shock, ya no pude escuchar más. Mi padre iba a fallecer y yo ahora tendría que casarme. Sabía que la situación con las monarquías no iba muy bien. Las únicas que parecían mantenerse firmes eran España y Reino Unido. Salí corriendo, sin más y volví a salir al jardín, tal vez me tropecé con algún sirviente y tal vez me vio con ropa que no debería llevar, ropa de civil, pero fui hacia mi camaro concept negro último modelo y salí a toda velocidad. 

Tal como mi madre pensaba, yo no quería casarme en estas condiciones, no quería que mi padre muriera. Mi padre era un hombre sano. Hace cinco años sufrimos la perdida de mi abuela y todavía no podía superarla. Para ahora tener que enfrentar al hecho que soy el príncipe heredero. ¿Por qué Clary no ascendía al trono? Por supuesto que no, la chaparra tiene diecinueve años y es la princesa real. Si yo no estuviera, ella sería la primera en línea de sucesión, pero era la segunda. 

EL HEREDERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora