3. Salve y adiós.

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Me lavaba la cara, sentía como el agua hacia contacto con mi piel. La princesa Seelie no tardó en marcharse a la casa veraniega, debía prepararse para la cena de anuncio de compromiso. Estarían presentes los miembros del Consejo de Idris, personas importantes del país, yo no me sentía tan incómodo como pensé. Es decir, la princesa Seelie es muy hermosa y como dijo mi madre ella también tuvo un matrimonio arreglado y sin embargo fue feliz, nos tuvo a Clary ya mí. Ahí iba mi segundo pensamiento, mi hermana, verla llorar en el balcón mientras yo hacía el recorrido con la princesa Seelie. 

Cerré la llave del agua, y cogí una toalla, me sequé en la tela y después me observé en el espejo. Me casaré dentro de dos semanas para que se hagan los preparativos correspondientes del matrimonio, aunque sabía que ya los habían iniciado. 

Colgué la toalla en su lugar y salí del baño, observé mi habitación, esta dejará de serlo, vi la cama y recordé lo ocurrido en la madrugada, mi encuentro tan íntimo con mi hermana. La puerta empezó a ser golpeada con desesperación.

-Adelante.

Pontmercy entró, ese hombre de cabello castaño que a sido mi chambelán desde niño, nos crecimos juntos, tiene unos ojos miel y unas pecas en la espalda. ¿Qué cómo sé que tiene pecas en la espalda? Pontmercy fue el hombre con quien tuve mi primera vez a los catorce años, él tenía diecisiete y yo le dije que era una orden real. Tuvimos un pequeño amorío, mi primera relación a escondidas.

-La Reina le llama, lo lamento tanto príncipe.

¿Lo lamentaba? ¿Qué lamentaba? ¿Qué yo me iba a casar y lo mejor fue terminar nuestra relación porque sabíamos que nunca llegaría a nada? Sus ojos estaban rojos.

-¿Qué ha pasado? 

-El rey... el rey ha...

No lo escuché terminar de hablar, salí corriendo por los pasillos. Como alma que llevaba el diablo. Mi padre estaba conectado a una máquina, era imposible, no podía, es decir, sabía que moriría pero no ya, no así... no. Llegué al pasillo principal, Clarisa estaba envuelta en lágrimas abrazada por Dorothea, la ama de llaves del palacio. Mi madre no lloraba, veía a los médicos ir y venir, entre ellos descubrí a Magnus Bane. 

-Malachi organizará los funerales, su majestad. Yo debo cumplir con la tradición y llevarme al príncipe heredero -explicó Lucian Graymark, nuestro consejero real.

-¿Qué va a pasar con la cena de anuncio del compromiso? -Pregunté.

-Primero será su coronación y ahí haremos el anuncio del compromiso, después haremos...

No seguí escuchando, caminé hacia la cama dónde estaba postrado mi padre. No lloraba, pero si estaba perplejo. Toda mi vida fui educado para este momento, para el momento en que yo llegue a ser Rey, conocía los secretos de Idris, que debo ocultar a mi futura Reina al igual que lo hizo mi padre con mi madre, no era un Rey común, nosotros tenemos sangre de Angel, le mentí a mi prometida al decirle que las torres demonio fueron regalo del Angel Raziel. El Angel nos otorgó los instrumentos Mortales junto con el Codex, los instrumentos mortales son la copa, la espada y el lago Lyn, le dio al Rey Jonathan Cazador de sombras, el regalo de poder beber de su sangre para así tener poderes celestiales y poder defender a nuestra nación, pero la Isla de Wragler era el lugar dónde entrenaban los cazadores de sombras, dónde están montadas las salvaguardas más poderosas para proteger el planeta. También hay Institutos en distintos lugares del mundo, donde cazadores de sombras mantienen en orden bajo las leyes a los subterráneos y pelean constantemente contra los demonios. El Rey Jonathan Cazador de Sombras decidió mantenerlo en secreto, que para las demás naciones nuestro país era un lugar más en el mapa. 

EL HEREDERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora