Abril I: Se avecina la sombra

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El nuevo mes nos sorprendió con un sinfín de exámenes, aún así yo me mantenía altivo, era no sé, algo bonito para mí estar ahora en Enseñanza Media, me hacía sentir de alguna manera parte de algo, ya no era simplemente ir a la escuela a ver aburridas clases, la vida social comenzaba a activarse, la mayoría andaba por ahí con sus amigos, algunos con sus parejas, no era como antes cuando hasta darse un simple beso era penado. Ahora éramos más libres, ya no teníamos en nuestros cuellos la soga de los adultos, incluso los inspectores y profesores eran diferentes, ya no era como mirar a alguien tan superior, sino que se vivía ya un ambiente de más complicidad entre alumnos y profesores, que estaban abiertos al diálogo y no eran los inquisidores del orden de antaño.

Me encantaban de algún modo los días en que salíamos más tarde o debía quedarme a hacer alguna proyecto, podía ver los patios semidesiertos, algunos chicos practicando deporte por allí en el gimnasio, otros conversando por ahí, y el sol cubriendo todo con su rojizo resplandor de crepúsculo inminente, los numerosos árboles reflujían ante sus rayos, me sentía en aquellos momentos orgulloso de mi escuela, que hacía pocos años habíase levantado de la nada después de ser derruida por el gran 27-F. En mi corazón tenía un gran aprecio por este lugar, no la mejor escuela de mi pequeño pueblo, pero la mejor al menos para mí.

Las clases me estaban comenzando a gustar aún más, tenía de hecho ganas y ansias de aprender y henchirme de conocimientos, Trinomios perfectos, Comportamiento de los Consumidores, Teorías evolutivas, Música Ritual..., era todo una maravilla.

Durante las largas noches, comencé a retomar un pequeño hobby del verano, el piano. No tenía en mi casa precisamente uno, sino que un básico teclado que habíamos recibido de regalo de unos tíos. De a poco iba haciendo sonar las teclas, viendo tutoriales de canciones en YouTube, imitaba los acordes y en unas semanas, la canción completa, me daba un poco de risa pensar que era yo un "Gran Artista", había casi escrito ya un libro, había en el pasado pintado un cuadro al óleo y había ya aprendido a tocar algunas canciones.

Las clases de música ahora eran en una nueva sala, llena de instrumentos, una quincena de guitarras, españolas, acústicas y una que otra electrica, cajones, bombos, xilofonos, quenas y muchos más, entre ellos un par de teclados, en los que comencé a practicar y demostrar mis básicos aprendizajes. Me daba penita y vergüenza que los demás me oyeran, algunos se acercaban y oían lo poco armonioso de mi manos, me elogiaban y yo rojo como un tomate me ponía nervioso y mis dedos se enredaban. Lo más bonito era tener que compartir el teclado con Raúl, que al igual que yo era un amateur. Estábamos forjando vínculos aún más sólidos, comenzaba a transformarse en la tercera persona con la que me sentía completamente cómodo a solas, después de Luis y Murga.

Algo que se me había pasado de largo era contarles una gran sorpresa, a pesar de la baja en mis calificaciones del año pasado, logré obtener una "Beca" del gobierno. Por tener promedio 6.5 de 7.0, pude recibir un pago mensual de unos $30.000, durante todo el año. Estaba contentisimo y radiante, no sabía qué hacer con mi pequeña fortuna, aunque fueran apenas 30 "lucas", era lo más que había tenido para mi solo. Era un sentimiento nuevo, Mio, ahora podría tener cosas propias y comprar todas las chucherias que llamaran mi atención.

Después de tanto esperar las noches para poder ocupar la única laptop de mi casa para escribir a gusto, se me ocurrió una grandiosa idea, ¿Qué tal si me compraba una con mi dinero, luego de ahorrar? Sonará algo descabellado, pero cualquier cosa me valdría para escribir, hasta la más "chanta", incluso pensaba comprar una vieja máquina de escribir, pero lo mejor en realidad era una multifuncional portatil.

A los pocos días ya vitrineaba por las tiendas de mi pueblo, pero aquí todo era muy caro para mi pequeño bolsillo, me decidí y mejor viajé a la capital de mi región, a sólo unos 20 minutos en bus y abarrotada de novedades y precios más razonables. ¡Maravilloso! Entre los aparatosos y modernos anaqueles hallé algo mejor, una hermosa tablet con teclado incluido, que mejor. La compré en cuotas mensuales, no importaba el precio, la quería.

Danza de espadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora