Harry sentía que en cualquier momento se pondría a reír solo por la frustración y el miedo, sabia que Severus no bromeaba en lo que los efectos de las pociones podrían ocasionar. Observó el rostro de su prometido y mordió con fuerza su labio inferior al comenzar a imaginar los escenarios donde Severus le decía sobre la anulación de su matrimonio o que le atraía más ese cuerpo con el que tendría que vivir por un tiempo.
-¿M-Me quedaré así para siempre?- preguntó con miedo y rogando a todos los dioses que el cambio ocasionado por la poción defectuosa de Neville no fuera permanente.
-Afortunadamente el caldero explotó antes de que agregara el polvo de flor lunar, de lo contario los cambios serían permanentes.
Nunca se había sentido tan aliviado de que un caldero explotara antes, Harry vio a su prometido y suspiró. ¿Severus le dejaría por cómo lucia ahora? ¿O le diría que se quedara con ese cuerpo? Las dudas le llenaban la mente y le aterraba saber la respuesta a sus preguntas. Severus al ver el rostro preocupado de Harry se inclinó lo suficiente para besarlo. Harry se sorprendió al sentir los labios ajenos sobre los suyos, pero después de unos segundos correspondió el beso; después de todo ¿Quién era él para negarse a los besos de Severus?
-Deja de darle tantas vueltas mocoso, tienes suerte de ser el prometido del mejor Maestro de Pociones.- dijo con una sonrisa ladina a su joven prometido.
-Gracias Sev, no sé qué haría sin ti.
-Morir, seguramente.- Harry rodó los ojos al escuchar eso, pero debía de admitir que sin Severus muy probablemente no habría llegado a segundo año, sin contar que lo amaba con locura y no sabría que hacer sin ese hombre en su vida.
Los pasos apresurados Madame Pomfrey se escucharon por toda la enfermería.
-Señor Potter estoy reconsiderando el ponerle su nombre a la cama, no ha pasado ni un mes desde que las clases comenzaron nuevamente y ya me ha venido a visitar más de seis veces.-En mi defensa diré que los problemas me buscan a mí.-
La enfermera, como era costumbre, soltó un pequeño bufido al escuchar la respuesta del último de los Potter. Ya era una costumbre que Harry le respondiera con la misma frase cada vez que terminaba en la enfermería, pero él tenía razón, ninguna de las veces que había llegado era por su propia mano. Termino de revisarlo y suspiró al leer el pergamino que apareció gracias a uno de los hechizos que le lanzó.
-Bien señor Potter, al parecer todo está en orden.-
-Salvo por la parte en que ahora tengo el cuerpo de una mujer.- dijo Harry con un toque de fastidio.
-Harry- dijo Severus en advertencia, Harry suspiró y vio a Madame Pomfrey con arrepentimiento.
-Lo siento.-
-Tranquilo, es normal que hayas reaccionado así, pero quitando el hecho del cambio de su cuerpo usted se encuentra en perfectas condiciones.--¿Entonces ya me puedo ir?
-Sí, solo debe de tomar una poción.-
-¿Una poción? ¿Pero no se supone que estoy bien?-
-Y así es, pero recuerde que su cuerpo es ahora el de una mujer, y si llega a mantener relaciones sexuales hay una gran posibilidad de que quede en cinta señor Potter. Además deberá de tomar la poción después de haber tenido relaciones, confío en que Severus le recordará que debe tomarla.
Ambos hombres se sonrojaron al escuchar las palabras de la enfermera, no era un secreto que desde que la guerra terminó y que tanto Harry como Severus fueron dados de alta en San Mungo se habían propuesto el recuperar todo el tiempo que no estuvieron juntos. Ya habían sido varios profesores los que los habían encontrado en situaciones algo comprometedoras; la profesora McGonagall los había encontrado cuando Harry le “limpiaba” una mancha que estaba en el pantalón de Severus con la lengua, el profesor Flitwick los había encontrado cuando caminaba por los jardines, ambos habían estado bajo la capa de Harry y con un muy fuerte hechizo silenciador, pero debido al “aire” la capa les descubrió las cabezas, inclusive Madame Pomfrey los había descubierto cuando Severus acorralaba a Harry por uno de los pasillos cercanos a las mazmorras.
-G-gracias.- susurró Harry con el rostro sonrojado mientras tomaba la poción que Madame Pomfrey le daba.
-Bien, y señor Potter la profesora Mcgonagall ya informó a los estudiantes y profesores sobre su nueva apariencia-.
Harry asintió y se levantó de la cama donde había estado acostado. Le tomó la mano a Severus y dejó que este le guiara por los pasillos para llegar al Gran Comedor, pero al llegar frente a las puertas le tomó con fuerza la mano a Severus; tenía miedo. No, estaba aterrado.
-Tranquilo, ya todos saben cómo luces ahora. Además yo estaré junto a ti.- le susurro Severus antes de darle un pequeño empujón.
Las puertas se abrieron dejando ver al profesor Snape al lado de una joven con el cabello negro hasta los hombros, con los ojos tan verdes como las esmeraldas y con una cicatriz en la frente. Los jadeos de sorpresa no se hicieron esperar, todos sabían que Harry era una chica, pero no sabían que lucía así de bien.
Harry se sentía incomodo por las miradas que recibía. Nunca le había gustado llamar mucho la atención, pero era claro que siempre llamaría la atención aun si no lo quería. Un gruñido molesto se escucho a sus espaldas; Severus apretaba con fuerza la varita en su mano, detestaba que vieran a Harry y detestaba mucho más que lo vieran como si pudieran llegar a tener algo con él. Harry era suyo y un Slytherin no compartía lo que le pertenecía.
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Maldita Poción
FanfictionDurante una clase de pociones Harry es victima de una poción fallida de Neville, ¿el resultado? lee la historia para descubrirlo #9 en Snarry (1/09/18) #1 en Femharry (1/09/18) #6 en Neville (1/09/18) #12 en Snarry (30/08/18) #1 en Femharry (30/08...