Confusion

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Gracias thelittlekillerkitty por corregir el capítulo

Harry maldecía ser un Gryffinfor impulsivo, Severus había sido claro con él cuándo le había convencido de volver a la escuela, nada de problemas, pero joder, le debía de poner un alto a la zorra de Cho; aún no entendía como había tenido una especie de atracción hacia la chica. Con un suspiro resignado decidió acabar con su sufrimiento y aceptar que cuando le dijera a Severus sobre el castigo, este le mataría sin dudarlo.

-El profesor Snape no te hará nada Harry, solo te gruñirá, pero se pondrá feliz.-

Harry volteo asustado a la dueña de la voz y suspiro aliviado al ver que era Luna. Su cabello rubio estaba igual de despeinado, pero eso le daba un aire rebelde y tierno, sus ojos azules aún seguían transmitiendo un aire de misticismo, pero con la guerra también trasmitían algo más, en ellos se podía ver el sufrimiento por el cual tuvo que pasar durante la misma.

-No lo creo tan seguro.-
-Cuando le digas la razón de tu castigo, lo estará.-

Y sin agregar algo más la rubia se alejó por el pasillo dando pequeños saltos, Harry la admiraba por no haber dejado que su espíritu inocente y puro se borrara con la guerra. Alentado por las palabras de Luna, se encaminó a la clase de DCAO para darle la noticia a Sev. Mientras caminaba, recordó como había comenzado ese complicado y apasionante romance con quien era su torturador personal durante el tiempo que duraban las clases; primero comenzó con apreciar más al profesor después de que este le protegiera de Remus mientras estaba transformado, ese día se dio cuenta de lo valiente y protector que podía ser, lo segundo fue observarlo más en las clases, en las comidas, en los pasillos hasta que se dio cuenta que eso no era normal, lo tercero y que hizo que se terminara de convencer que sentía algo por él fue cuando comenzó a tener sueños con él, sueños que iban desde unos pequeños besos a sesiones del más apasionante y desenfrenado sexo, con esos últimos debía de poner un poco más de imaginación al tratar de resolver el problema que estos causaban, pero siempre terminaba igual, gimiendo el nombre de su profesor hasta correrse. Ya cuando se decidió a conquistarlo comenzó a enviarle cartas con fragmentos de poemas al igual que regalos que estaba seguro Severus apreciaría, se auto obligó a sacar buenas notas en pociones hasta que un día bajo la luz de la luna se le declaró, sus manos sudaban y su cuerpo temblaba por los nervios, pero par su sorpresa lo que consiguió fue un beso de Severus, un beso lleno de sentimientos.
Casi se pone a reír al recordar el principio de su romance, pero se dio cuenta que ya había llegado a la puerta de la clase. El mismo nerviosismo que había tenido cuando se declaró se hacia presente en su cuerpo; trató de darse la vuelta pero la puerta ya estaba siendo abierta, los ojos ónix de Severus pasaron de la confusión a la preocupación para después hacerlo entrar a la clase la cual estaba vacía.

-¿Te ha pasado algo?-
-N-No, ¿Es que acaso no puedo venir a saludarte?-
-No cuando deberías estar en el entrenamiento de quiddich.-
Harry abrió mucho los ojos y maldijo nuevamente ser tan impulsivo, sabía que la temporada estaba a punto de empezar y debía de seleccionar a los nuevos jugadores. Severus lo miraba sin decir nada, sabía que algo le pasaba a su mocoso, pero no entendía que era lo que le preocupaba; Harry no le miraba a los ojos y jugaba con sus manos de forma nerviosa y entonces lo supo.

-¿Qué hiciste esta vez, mocoso?-
-¿Y-Yo? Nada Sev, ¿Qué te hace pensar que hice algo?-

Harry sabía que Severus no le creía y si no quería que le castigara de manera académica debía de responderle, pero no le podía decir que prácticamente había molido a golpes a la zorra de Cho y de paso estaba castigado por la profesora Mcnonagall, aunque podría distorsionar un poco la verdad, así no se tomaría TAN mal el que haya roto la promesa que le hizo.
-Digamos que tuve un pequeño mal entendido con alguien y ahora gracias a eso me castigaron.-
-¿Qué clase de mal entendido, mocoso?-
-Por accidente golpee a alguien.-
-Creí que había sido lo sufrientemente claro con Draco y tú al decirles que nada de estúpidas peleas.-
-No fue a Draco a quien golpeé.-
-¿A no? ¿Entonces a quién?-
-A Cho Chang.-
Severus había esperado que le dijera a cualquiera menos a la que alguna vez fue el motivo de los suspiros de Harry, pero por más que pensara las miles de opciones que tendría Harry para golpearla no encontraba una valida para eso, así que dándole una mirada confundida a Harry le pidió una explicación.
-Digamos que le escuché planeando hacerte algo y yo le hice ver que no te podía hacer nada.- dijo Harry con simpleza tratando que su voz no sonara dudosa.

Pero Severus sabia que Harry era imprudente e impulsivo por naturaleza, así que solo por eso no habría podido golpear a otra estudiante. Una sonrisa divertida apareció en su rostro al descubrir el motivo por el cual la pobre Ravenclaw resultó golpeada por su muy tonto Gryffindor.

-Así que la escuchaste decir algo relacionado a mi y te dio un ataque de celos.-
-¿C-Celos? No, por favor ¿Cómo crees?-
Harry cerró los ojos al saber que vendría a continuación y no le iba a agradar para nada, después de todo el retaba a Severus después de una escena de celos, pero ¿Qué culpa tenía él que el Slytherin fuera tan malditamente celoso y posesivo? Cuando quiso decir algo más ya estaba atrapado entre el escritorio y el cuerpo de Severus, un pequeño grito de sorpresa salió de su boca para después sentir los labios de Severus sobre los suyos. El beso era demandante y posesivo, podía sentir las caricias bajar a su trasero para sentarlo en la mesa y dejar que él se colocara entre sus piernas, sin duda podría hacer más escenas de celos si el resultado era ese. Los besos bajaron a su cuello y las caricias subieron a su pecho, donde Severus le dio un pequeño apretón a su seno; un pequeño gemido salió de su boca y sintió una corriente recorrerle la espalda par llegar a su entrepierna y entonces recordó que ya no tenia su cuerpo, ahora tenia el de una mujer y con todo el dolor de su corazón se separó del cuerpo que le hacía delirar. Sin darle una sola mirada salió de la clase dejando a un muy sorprendido y confundido Severus Snape.  


Maldita PociónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora