Frustración

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Gracias thelittlekillerkitty por corregir el capítulo




Un mes, ¡Un maldito mes! Había pasado desde que Harry tenia cuerpo de mujer, un mes en el que pasó de estar haciéndolo con Severus hasta en la biblioteca a nada de nada, y no era por falta de ganas, no señor el problema estaba en su cuerpo, en el maldito cuerpo que tenía ahora. Gracias a sus inseguridades no había dejado que Severus desabrochara más de dos botones de su blusa para salir corriendo y dejarlo con una erección, las consecuencias de eso eran que los próximos en entrar al aula serían los receptores de la frustración y molestia del temido profesor. A consecuencia de eso las cuatro casas habían pasado de tener cuatro cifras en sus marcadores a dos en menos de una semana.

-Harry, debes hacer algo, si esto sigue así ninguna de las casas ganará la copa este año.-
-Ron, no sé qué insinúas que haga para que Severus cambie.-
-Quizá tener sexo. Vamos Harry, el cambio de humor del profesor es por la falta de sexo.-
-Ron, cállate.-
-Harry, Ron tiene razón. Algo ha pasado entre ustedes dos, antes ambos iban con una sonrisa por los pasillos y ahora andan con un humor de perros.-
-¿Ves? Hasta Hermione, que es la más recatada acepta que les hace falta el sexo.-
-Ron, yo nunca he dicho eso, solo dije que algo había cambiado en su relación.-

Harry les miraba con el rostro sonrojado, siempre le era incomodo hablar sobre su vida sexual con sus amigos, pero ¡Por Merlín! Ellos tenían razón. Severus andaba de un humor de lo peor, tanto así que ambos procuraban no tratarse mucho en las clases y en los ratos libres Severus se encerraba en su laboratorio haciendo saber qué cosas y salía hasta el día siguiente luciendo un rostro demacrado y con señales de no haber dormido casi nada, pero con un café bien cargado y varias pociones energizantes estaba listo para torturar a los pobres estudiantes.
Caminó por los pasillos hasta llegar al aula de duelo, clase que era impartida por nada más, ni nada menos que Severus Tobias Snape Prince. Una corriente le recorrió la espalda al verlo a mitad de la tarima de duelos con un pantalón entallado negro y una camisa manga larga blanca, el negro cabello estaba amarrado con un listón azul dejando libres unos mechones que enmarcaban su pálido rostro, sin duda Severus era un hombre muy guapo y más con esas ropas que él le había regalado para su cumpleaños.

-Ya que están todos, daré instrucciones.- la voz de barítono hizo que todos le prestaran atención, con un simple movimiento de su varita invocó un pergamino.
-Conforme vaya nombrando a las parejas se formarán para subir aquí, ambos se enfrentarán y después en pareja se enfrentarán a mí.- los murmullos aparecieron pero con una sola mirada estos callaron.
-El fin de esto es que sepan cuales son sus puntos fuertes y débiles, así como el aprender a trabajar en equipo.- y sin decir algo más comenzó a nombrar a los integrantes de las parejas, una a una las parejas fueron enfrentándose entre sí. Cuando el momento de enfrentase al profesor llego todo el cuerpo estudiantil y docente se encontraba presente, pues según la directora sería un espectáculo digno de admirar.

La primer pareja conformada por una Ravenclaw y un Hufflepuff subió, apenas habían pasado dos minutos y habían sido derivados; su problema fue que la chica al no escuchar palabra alguna del profesor no sabia como defenderse y el chico en su afán de proteger a su compañera se descuido a si mismo. Las parejas iban cayendo sin ser realmente un reto para el profesor, pero eso cambió cuando una pareja muy inusual subió a la tarima, Hermione Granger y Theodore Nott eran la siguiente pareja; una sonrisa divertida apareció en el rostro del profesor quien hasta entonces tenia un semblante frio y aburrido, y así fue como todos supieron que el tan ansiado espectáculo comenzaría.
Hechizos iban y venían de un lado a otro de la tarima, mientras Hermione lanzaba cuanto hechizo se le ocurriera Theodore levantaba los escudos para protegerlos a ambos de los maleficios que Severus les lanzaba, fue hasta que Severus lanzó un confundus a Hermione antes de que pudiera levantar las protecciones que el duelo terminó. Los aplausos y halagos para la pareja no se hicieron esperar, después de todo habían sido los únicos que no cayeron a los dos minutos de haber comenzado el duelo.
Solo las parejas conformadas por quienes lucharon en la batalla de Hogwarts representaban un reto para Severus, pues tanto los que estaban en el ED y lo que eran hijos de mortifagos habían tenido entrenamientos específicos para la batalla, así que sabían muy bien como atacar y cubrirse las espaldas, pero al final Severus lograba encontrar sus puntos débiles. Cuando la última pareja subió a la tarima los profesores alzaron sus varitas y reforzaron el campo protector que los rodeaba, todos los miraban ansiosos y nervioso pues en la batalla habían demostrado que separados eran peligrosos pero juntos eran letales, Draco Malfoy y Harry Potter tomaban sus posiciones para el duelo.
Después de los protocolos de un duelo formal comenzó el verdadero espectáculo, tanto Harry como Draco lanzaban hechizos al mismo tiempo y esquivaban los que Severus les lanzaba. Harry sabia los puntos débiles de Severus al igual que Draco, pero Severus también sabia los de ellos, después de todo él los había entrenado, así que los hechizos cada vez subían más de intensidad. Cuando ya habían pasado cinco minutos, los tres tenían la ropa desarreglada al igual que unos cuantos raspones por esquivar los hechizos, el duelo siguió por unos treinta minutos más y ninguno de los tres mostraba señales de cansancio, para este tiempo ya había llegado la hora de la comida, pero como nadie quería perderse del duelo los elfos prepararon refrigerios para que pudieran comer sin dejar de ver el duelo.
Nadie les perdía de vista ya que era emocionante ver como los tres que habían demostrado ser los más agiles en una batalla se enfrentaba. Las apuestas no se hicieron esperar apenas el duelo había comenzado, ahora todos apostaban que el duelo terminaría con un empate ya que ninguno de los tres parecía querer darle la victoria al otro. Harry podía sentir como la tensión que había acumulado durante el mes se iba desvaneciendo con cada hechizo que lanzaba, Draco sabía que al terminar el año escolar y caminara nuevamente por las calles no dudarían dos veces en atacarle, a pesar de que tanto el ministerio como Harry habían asegurado era inocente así que ese era un entrenamiento muy necesario. Severus sentía como la euforia y la adrenalina le llenaban, ya le hacia falta el sentir el latir rápido de su corazón y el sentirse libre de tensiones, sabia que hasta que Harry no recuperara su cuerpo normal él le evitaría como la peste dejándole con muy dolorosas erecciones que no podía atender apropiadamente ya que debía soportar a los mocosos buenos para nada que tenía como estudiantes.
Con una mirada entre ellos y un asentimiento silencioso apuntaron las tres varitas al techo lanzando un último hechizo que destruyo la barrera creando una pequeña lluvia de diminutas luces, en medio de la tarima estaban los tres tirados tratando de recuperar el aliento. Por un momento se olvidaron donde estaban y se dieron una sonrisa cansada y sin palabras se felicitaron por haber hecho un buen trabajo, sintiendo como la frustración que habían tenido ya no estaba. Ese ambiente fue roto por el rugido de los aplausos del resto de estudiantes y profesores, sin duda nadie quería ver el lado malo de los tres hombres que los miraban jadeando por el cansancio.

 

Maldita PociónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora