Maldita Poción

Verdad

Gracias thelittlekillerkitty por recordarme que tengo que actualizar y por corregir este cap.

Este es el penúltimo capítulo, solo quedan dos capítulos, el final y el epílogo.

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GRAN DEMOSTRACION EN COMBATE

El día de ayer en las instalaciones del colegio de Magia y Hechicería Hogwarts se llevó a cabo la demostración más grande de poderes en la clase de duelos; debemos recordar que desde que Minerva Magnonagall es la actual directora esta clase se ha vuelto de índole obligatoria para todos los alumnos de segundo año en adelante.

Durante esta clase que es impartida por el héroe de guerra Severus Snape Prince, se llevaron a cabo varios duelos entre los estudiantes de todas las casas; el fin de esta era enseñarles a los estudiantes como trabajar en equipo en un duelo. Según nuestras fuentes al principio no se esperaba que la clase fuera diferente como a las otras, el profesor Snape combatió contra las parejas dejándolas fuera de combate en menos de diez minutos.
Pero todo cambio cuando la ultima pareja conformada por nada más y nada menos que Draco Malfoy- quien a pesar de haber sido un mortifago se demostró que lo hizo bajo el pedido de Albus Dumbledore para ser un espia entre las filas del que no debe ser nombrado- y Harry Potter, debemos recordarles que tanto el joven Malfoy como el joven Potter provienen de familias ancestrales y lo demostraron en la batalla que se llevó a cabo en los terrenos del castillo, donde hicieron gala de los conocimientos que sus ancestros les dejaron.

Después de hacer el saludo que se hacen en los duelos formales comenzó lo que puede ser llamado el combate del silgo; los tres duelistas comenzaron con hechizos de alto calibre al igual que maleficios y maldiciones, el duelo duró alrededor de 45 minutos, tiempo en el que ninguno de los tres magos dio señales de querer ceder ante el otro. Pero cuando sintieron que fue suficiente al unísono lanzaron un hechizo a la protección que habían lanzado los demás profesores dando por concluido el duelo.

Esto, sin duda, es una clara demostración de lo tan poderosos que son estos magos, ya que a pesar de haber sido un duelo con índole educativo dejaron muy en claro lo que pueden hacer en una batalla a muerte.

Ya habían pasado tres días desde la demostración en la clase de duelos. Nadie se había atrevido a desafiar a ninguno de los implicados, pues si bien ninguno había resultado herido era por el simple hecho que ellos tenían la suficiente agilidad para evitar ser alcanzados por alguna maldición. Los profesores sabían que eso había sido necesario para que los pocos que molestaban al heredero de los Malfoy lo pensaran dos veces antes de volver a hacerlo; la noticia había corrido como pólvora y varias fotos del duelo habían aparecido en primera plana del Profeta.
Harry caminaba por uno de los pasillos cercanos a las mazmorras, nunca había agradecido tanto haber llamado la atención y es que después de la clase ya nadie se atrevía a coquetearle, pues temían que el profesor Snape los hiciera puré por atreverse a ver al pequeño león del jefe de Slytherin. Tan perdido en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta cuando había llegado a la puerta de la oficina de quien por años había sido su enemigo y después su amante. Tocó la puerta con suavidad y esperó hasta que escucho el pase de Severus.


-No creí que vendría a buscarme señor Potter, al menos no después de como me ha estado evitando desde hace tiempo.

-Creo que te debo una explicación por mi actitud Sev.

-Y estás en lo correcto, Harry.


Harry bajó la mirada y comenzó a jugar con sus dedos, no sabía cómo tomaría Severus el saber del motivo de sus miedos. Con un suspiro decidió que no debía de darle mas vueltas al asunto y sacando la valentía que como Gryffindor tenía habló con la verdad.

-El tener este cuerpo hizo que me diera cuenta de que antes de que comenzáramos nuestra relación tu tuviste otros amantes, tanto mujeres como hombres, y no es que no lo supiera o sospechara, pero prefería ignorar ese hecho, pero con este cambio eso se hizo más presente cada vez que me tocabas.

Harry guardo silencio después de revelarle a Severus el motivo de sus huidas, sabía que podía sonar tonto o incluso sin sentido, pero es que siempre había sido inseguro consigo mismo y al comenzar su relación con Severus esa inseguridad disminuyo considerablemente, pero al cambiar de cuerpo esta regresó y con mucha mas fuerza. Odiaba el saber que no sería "la única mujer" con que estuviera el pocionista, y eso para su desgracia le hacia recordar que su amado Severus tuvo una larga lista de amantes mucho antes que decidieran comenzar una relación formal, además era obvio que Severus Snape no era un santo y mucho menos virgen y lo pudo constatar cuando con una simple caricia lo había llevado a las puertas del infierno para después tocar el mismo cielo.
Por su parte Severus sabía que su pequeño león era muy inseguro gracias a los muy amables tratos que su querida tía le había otorgado por más de quince años. Cuando comenzaron su relación se había propuesto eliminar toda la inseguridad del terco león pero nunca conto con que gracias a la maldita poción mal hecha de Longbottom todo el avance que había hecho se fuera por el caño en un abrir y cerrar de ojos, así como tampoco contaba con que a Harry le atormentara el hecho que él había tenido más parejas a lo largo de su vida. Con un suspiro y una sonrisa conciliadora Severus vio con ojos de amor a su terco y hermoso león, le tomó el rostro e hizo que le viera.

-Harry, sé que el hecho que haya compartido la cama con más personas es algo que te molesta e incomoda, pero debes de entender que a quien amo es a ti y es por eso que te di esto- dice tomando su mano izquierda y besando su dedo anular, sonríe al ver como el glamour cae y una hermosa sortija de oro blanco y una pequeña esmeralda se hacía presente. Desde el día en que le propuso matrimonio Harry nunca se quitaba la argolla, pero con las secuelas de la guerra no era conveniente que se la vieran, es por eso que con un muy potente glamour la escondía de las miradas curiosas de los demás; solo Hermione, Ron y Molly Weasley la habían visto. Los primeros dos la vieron cuando se encontraban escondiéndose de los carroñeros y la última la vio por accidente ya que entró sin tocar a la habitación que Harry compartía con Ron cuando admiraba lo único que tenía del pocionista en ese momento. Está de más decir que después de ese incidente Harry recibió la tan temida "Charla" por  parte de la matriarca de los Weasley y Severus recibió un vociferador amenazándolo de muerte si se atrevía a romper el corazón del hijo adoptivo de la singular familia de pelirrojos.

Harry lo vio con lagrimas en los ojos, sabía que sus miedos eran tontos pero el solo hecho de saber que su Severus lo podía cambiar por alguien mucho mejor que él le aterraba. Por su parte Severus besó con suavidad a Harry, dejándole en claro que lo amaba y no cambiaría eso por nada del mundo; por eso tomó una decisión que si bien no creía que fuera lo más indicado lo haría solo si así lograba convencer a su terco león que lo amaba como a nadie. Durante esa noche no compartieron caricias como los amantes que eran, esa noche se demostraron su amor de una forma diferente diciéndose al oído cuanto se amaban.