-Adiós Nathan.- me abrazó Mary.- Te deseo lo mejor... Vuelve pronto.-
-Lo haré.- le dije con una sonrisa apagada.
Me dio otro abrazo, seguía estando expuesta a mi don, eso me tranquilizo, no tendría que preocuparme por eso. Nos despejamos y nos tomamos de las manos, nos sonreíamos tristes, mientras mi padre y mi hermano subían el equipaje al carruaje.
Mi madre mientras se despedía de sus amigas y les prometía que volvería, mi padre llegó a mi y Mary y me habló.
-Es hora de irnos hijo.- dijo
Le asentí y volví a abrazar a Mary. Cuando nos despejamos de nuevo, ella tenía lágrimas saltadas en los ojos.
-Ir con Dios.- dijo.
Mi padre y mi madre se subieron al carruaje y yo me subí a la parte de atrás con Mason y el equipaje, me despedí de Mary con la mano, ella hacia lo mismo mientras me iba de mi pueblo.
Iríamos en carruaje a Lake Borgne y de ahí cogeríamos un barco a Francia, iríamos a la ciudad de París donde mi padre conocía a muchos amigos, le consiguieron trabajo a el y a mi hermano, a mi no me dejaron trabajar, decían que debía estar calmado lo máximo posible, y ahí había también una manada de Lobos Negros dirigidos por Uma.
Llegamos al barco y zarpamos a Francia, nos esperaba un viaje de diez días, el capitán era francés, lo sabía por el acento, mi padre se comunicaba con el en francés, le entendía mejor, los marineros también los eran. No me enteraba de nada de lo que hablaban, suponía que tenía que aprender el idioma si me iba a quedar ahí.
El mar estaba tranquilo, a mi madre le mareaba el viaje y se quedo todo el día en su habitación, me subí a lo alto del barco y me senté en el, veía a las gaviotas pasar cerca mía, el viento azotaba en mi cara, me sentía libre, sentía como el aire llenaba mis pulmones llenándome de motivación, me levanté, ahora sentía aun mas el viento golpearme, el sonido que componían el y el mar me relajaban, abrí los brazos en cruz y cerré los ojos.
Esta sensación me hacia ver que al fin y al cabo, después de todo lo que había hecho, la vida seguía, el mundo no se había acabado, la pena por matar a mi amigo seguía ahí... pero me dolía menos, al menos en este momento, la sensación me hizo sonreír, esta vez de verdad, sentía un poco de felicidad después de hace tiempo.
Me salió un grito de emoción que se perdió por el océano, mire hacia abajo y veía como el agua impactaba en la parte de abajo del barco y como este se movía rápido por la superficie, volví la vista al frente, la sonrisa se me borro de la cara cuando vi lo que se acercaba, un navío con velas negras que venía rápido a nuestra dirección y llevaba una bandera negra con una calavera y dos espadas cruzadas en la parte de abajo, a ojos humanos no se vería nada a no ser que usara un catalejo, pero lo veía, eran piratas.
Baje de donde me encontraba por las cuerda de los laterales del barco que unen al mástil, me fui al timón donde estaba el capitán y le informe de la situación.
-Capitán.Vienen piratas.- dije
-¿1)Pardon?.- respondió 1)Perdón
Le mire con el ceño fruncido, no entendí lo que me dijo, entoces un marinero contesto por mi.
-Pirates.- grito el marinero
El capitán se tenso y miro hacia atrás, el barco estaba mucho mas cerca de lo que vi antes, el capitán grito algo que no entendí y giro el barco, iban a hacer una guerra naval. Mi padre salio de la bodega y vino a nosotros vio a los piratas, Mason también apareció, los dos se miraron y se lanzaron al agua, corrí al extremo del barco y vi como ambos nadaban hacia el barco pirata.