Nunca pierdas de vista la luz [Tom Riddle x Hermione]

Capítulo 3. ¿Una Gryffindor? Tampoco esperaba mucho de tí

Un golpe procedente del pasillo congeló nuestras respiraciones y al instante él bloqueó mi boca con su mano hasta que se escucharon a los pasos alejarse. Quitó suavemente su mano de mi mejilla con una caricia. Nos miramos profundamente a los ojos y sentí una cierta calidez. Este mar de sensaciones se vió interrumpido ya que él me agarró del mentón con violencia contrastando con el momento anterior.

-No creas que no lo sé, Hermione Jean Granger.- Con una mueca de asco total.- Eres una maldita sangre sucia.

-¿Cómo sabes mi nombre?-Respondí con la respiración agitada, pensaba que en cualquier momento me desmayaría.

-Te recomiendo no tenerme como enemigo, soy alguien muy poderoso.-Respondió con una sonrisa extraordinariamente arrogante.

-Si me haces algo se lo contaré al profesor Dumbledore...-

-¿Crees que Dumbledore me da miedo?-Dijo acercándose excesivamente.-Sabes, te he estado observando y tengo que admitir que eres la primera sangre sucia que conozco con algo de talento. Déjame ser tu mentor. El trato es simple, yo te enseño y no me deshago de tí ahora mismo y tú a cambio no le contarás nada de esto a nadie.- El chico alargó su mano.

-¿No decías que no te daba miedo Dumbledore?-Dije con todo el orgullo Gryffindor acumulado con el paso de los años.

-¿Aceptas o no?-Envió una de las miradas más frias que he visto.

Coloqué mi mano sobre su brazo preparándome para el juramento inquebrantable.

-Nagini, sé el testigo del juramento.- Pidió el Slytherin y la chica rápidamente se acercó con su varita.

-Yo, Tom Riddle, juro enseñarte artes oscuras y no dañarte.

*¿Tom Riddle? Me suena muchísimo pero ¿De qué?*

Hermione sumida en el nombre del chico tardó unos segundos en darse cuenta que era su turno.

-Yo, Hermione Jean Granger, juro no contar nada de esto a nadie.

-Bien, esto será suficiente... Quedaremos cada noche aquí a media noche. Ni se te ocurra ser imprudente porque si alguien nos llegara a descubrir tu habrías roto nuestro juramento. No esperes las aulas te expliquen algo de lo que te enseñe yo aquí.

Cuéntame, ¿que os han enseñado hasta ahora?-Preguntó clavando sus ojos con los míos con extraordinaria profesionalidad mientras se sentaba en una mesa de la biblioteca.

Antes de responder observé a Nagini mirándome fijamente como si fuese su cena.

-¿Le ocurre algo a Nagini?

-Olvídate de ella.- Seguidamente le hizo un gesto y ella se retiró sin rechistar.

-Pues hasta ahora sólo nos habían dado alguna que otra pauta para defendernos contra las artes oscuras y casi todo lo que nos han hablado de ellas ha sido confuso y lleno de eufemismos.