Nunca pierdas de vista la luz [Tom Riddle x Hermione]

Capítulo 7. Maldito hipócrita

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*Tranquilízate Hermione, Voldemort no sabe que se lo has contado a Ginny. Actúa como siempre y ya.*

Cómo cada noche fui a visitar a mi maestro con esos molestos pensamientos en la cabeza pero cuando entré en esa oscura biblioteca, él no estaba ahí.

Estaba oscuro y frío como si nadie hubiese estado allí en todo el día. Tom solía calentar la chimenea y esa vez tampoco fue distinto. Las brasas estaban calientes pero él no estaba. Entonces, algo hizo click en mi cerebro.

*¿Y si le ha pasado algo por haber roto la promesa? No. Tranquilidad. En ese caso yo también estaría muerta. Espera un momento...*

Las miré atentamente perdida en mis pensamientos hasta que un cálido aliento rozo mi oreja.

-Buenas noches Jean.

Me asusté pero su mano se posó en mi boca y evitó que hiciese ruido. Sentí su aroma bombardeando mis sentidos y una traviesa mano que aprovechando el abrazo para acariciar lentamente mi abdomen.

Entonces, como si se tratase de un baile me dio la vuelta y quedamos cara a cara.

-Estas preciosa... Cómo cada noche... ¿A qué esperas? Tenemos mucho trabajo por delante, espabila.- dijo cambiando el tono.

-Sí mi Lord. ¿De qué se tratará el entrenamiento de hoy?-Dije con el poco valor que conservaba.

-Curación.- Dijo mientras rebuscaba entre sus anotaciones.

-¿Curación?

-Deja de hacer preguntas idiotas. Te hacen perder toda la credibilidad.-Hizo una larga pausa antes de comenzar a leer.-

~La magia curativa es una de las mágias más elementales.

Los magos suelen estar preparados para ésta una vez superan quinto curso de sus estudios.

Marcada por como Albus Dumbledore o la ilustre investigadora Lexa Byron como una arte necesaria en el aprendizaje de los magos.