Nunca pierdas de vista la luz [Tom Riddle x Hermione]

Capitulo 6. Te presento a mi amigo Voldy.

Fui a mi habitación no sin antes vendarme la herida para asegurarme de no dejar un llamativo rastro a mi paso. Aunque sea extraño, a ningún adulto le extrañó que una alumna llevase una venda en el brazo con algo de sangre.  ̶L̶o̶ ̶n̶o̶r̶m̶a̶l̶ 

Pasaron algunas semanas y cada noche iba a los entrenamientos de Riddle sin rechistar. Estaba aprendiendo muy rápido. Por ahora, nos habíamos centrado en enseñarme oclumancia y algunos maleficios indispensables. He de decir que todo iba sobre una nimbus 2000.

Los entrenamientos cada vez eran más intensos,tanto que cuando llegaba a mi punto máximo de concentración tenía un derrame nasal.

Todo este tema me había estado quitando mucho tiempo así que había llegado al punto que algunos trabajos no llegaba a entregarlos.

Recuerdo esa primera vez en clase de transformaciones cuando todos se levantaron a dejar sus trabajos menos yo. El mundo de Mcgonagall pareció caer ante sus ojos. Tal vez no sólo por no haberlos entregado sino por sentir que estaba perdiendo a una semihija.

Por ese motivo, me esforzaba al máximo también durante mis clases normales, para intentar rellenar las lagunas por la carencia de estudio fuera de clases.

Sin embargo, todo eso me daba igual. Siempre había pensado que todo aquello que me enseñaban en clase era lo correcto, no es que haya perdido de vista la luz, sinó que he aprendido a ser crítica con lo que me rodea. Al fin y al cabo, un alumno pasa a ser el maestro cuando aprende a ser selectivo con aquello que le muestran.

¿Cómo llegué a esta conclusión? Llevo estudiando magia años pero Tom no necesitó ni un minuto para desarmarme en nuestro primer entrenamiento.

Llevan años dicéndome que matar está mal pero a Wizangamon no le tiembla la mano al condenar a un preso al beso del dementor.

¿Qué es lo correcto?

Eran cuestiones que rodeaban mis pensamientos cada noche en mi camino hacia mi habitación pero esa noche fue distinta.

Cuando entré a la habitación una vela iluminaba la cálida estancia y dejaba la sombra plasmada de una Ginny cruzada de brazos esperándome.