ONCE

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Los chasquidos de nuestras lenguas hacían eco en el pequeño salón en donde el Sacerdote Hoseok impartía el catecismo.

Yoongi quitó mi toca y dejó al descubierto mi cabello corto. Mordía y besaba mis mejillas y el lóbulo de mis orejas. Cerraba mis ojos y disfrutaba de su toque.

Así como la primera vez, sentí un cosquilleo en mi entrepierna.

Yoongi inició a quitarme el hábito, no sin antes maldecir en voz baja por llevar puesto todo el armario.

Decidido, me cargó y me sentó en la pequeña mesa en donde Hoseok revisaba las tareas de los niños.

Sus manos subieron por mi espalda y desabrochó mi sostén, dejando mis pechos al aire libre y a su merced. Pasó su lengua por mis pezones, dando pequeños mordiscos y haciendome sentir placer.

En su entrepierna se notaba un bulto y Yoongi gruñía.

- Vamos querida...- habló ronco.- Hazlo como la primera vez.

Mis manos temblaban mientras desabrochaba su pantalón, bajé el cierre y el pantalón cayó al suelo. Miré por un instante a Yoongi, él volvió a gruñir.

- Sácalo...

Metí mis manos a su bóxer y mis manos tocaron su hombría. Bajé un poco su bóxer y saqué su miembro duro.

Yoongi gruñía y cerraba sus ojos con fuerza.- Chupalo.- ordenó.

Bajé de la mesa y me hinqué hacia su dirección. Abrí mi boca y mi lengua tocó la punta de su pene.

Con un poco de timidez, coloqué mi mano derecha cerca de sus testículos e introduje su pene a mi boca.

Sabía que no era una experta haciendo esto, pero me satisfacía saber que a Yoongi le gustaba.

Min Yoongi comenzó a mover su cadera haciendo que su pene casi entrara por mi garganta. Mi saliva escurría por todo su tronco.

- Has sido una niña buena...

Dios no diría los mismo...

Sacó su pene de mi boca y volvió a ponerme encima de la mesa quitándome las bragas. Ahora fue él quien se hincó enfrente de mi abriendo mis piernas y pasó lengua por toda mi feminidad.

Podía sentir más cosquilleos en mi entrepierna y eso me gustaba. Poco a poco mi espalda fue bajando hasta tocar la fría madera de la mesa haciendo que mi piel se erizaran.

Uno de los dedos de Yoongi vagó por todo el contorno de mi entrada hasta que lo fue metiendo lentamente hasta llegar a mi punto G.

El roce de su dedo con mis paredes me hacía sentir una sensación de placer que no puedo explicar, pero sabía que quería más.

Yoongi sacó su dedo de mi orificio y no lo volvió a meter. Levanté mi vista, ahora estaba de pie. Me miraba con esos ojos penetrantes, como si quisiera ver más allá de existencia. Pasó su pulgar por el contorno de sus labios y sonrió, una sonrisa llena de lujuria.

Tomó mis brazos e hizo que despegara mi espalda de la mesa. Miré abajo dándome cuenta de que había sacado su bóxer por completo.

- No quiero que dejes de mirarme...

Yo asentí hipnotizada por la pasión que estaba sintiendo en estos momentos.

Con una mano, Yoongi tomó su pene guiándolo a mi entrada. Introdujo su miembro despacio, rozando cada parte de mi pared.

Sin previo aviso, cerré mis ojos al sentir un poco de dolor, que al instante se esfumó. Su mano tomó mi mentón, haciendo que volviera a mirarlo.

Se movía lentamente, como si no quisiera hacerme daño. Pero el daño ya estaba...

Abría mi boca cada vez que metía su pene a mi vagina, la sensación que tenía era inimaginable. Sentía pequeños espasmos en mi pecho, esa sensación extraña que sentía cada vez que el rostro de Yoongi venía a mi memoria.

Los roces iban aumentando cada vez y la fricción de su miembro con mis paredes era más placentero.

Gritos agudos salían de mis cuerdas vocales, mi respiración estaba agitada y sentía palpitar mi corazón. Yoongi seguía mirándome, abriendo la boca en signo de placer.

Luego de unos segundos, mis gemidos se mezclaron con los de Yoongi. Pegó su frente con la mía combinando las gotas de sudor que rebalaban y besó mis labios salvajemente. Él seguía moviéndose cada vez más rápido y estaba a punto de llegar al orgasmo.

Dentro de mi vagina comenzaron unas deliciosas contracciones que hicieron que temblara todo mi cuerpo. Arqueé mi espalda para que Yoongi introdujera más su miembro y así sentir el máximo placer.

Un gran espasmo me llenó por completo, gemí hasta que mi garganta dolió. Yoongi obtuvo el orgasmo segundos después. Todo su semen lubricó mis paredes vaginales.

Estuvimos en silencio mientras que nuestras respiraciones se normalizaban. Sacó su miembro de mi entrada y abrazó.

Nuestros cuerpos estaban mojados por el sudor, había una conección entre nosotros. Me miró a los ojos y dijo:

- Quiero tenerte siempre conmigo...

Mi corazón dio un brinco y una sonrisa se formó en mis labios.



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últimos capítulos.

|| AVE MARÍA ® || Min Yoon Gi || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora