Desperté mareada, me dolía todo el cuerpo, la cabeza me quería explotar y mis ojos aún no me daban una imagen clara de donde estaba.
Después de unos segundo note que estaba en una camilla, en un cuatro muy pequeño y con muchas chicas de mi edad encerradas. Pegue un grito.
"¡Cállate mujer!" Una chica tatuada por todas partes y como de mi edad (20 años) me tapó la boca.
Comencé a llora descontrolada mente al igual que las demás chicas.
Todas estaban muy bellas, con vestidos y las maquillaban. No tenía ni la menor idea de lo que estaba sucediendo.
"Tranquila" susurro "Mi nombre es Martha y voy a maquillarte y a peinarte, no es necesario que cambiemos tu vestido o tacones ya que están intactos; quédate quieta y quedarás como llegaste" la chica se fue por unos instantes y volvió con un estuche de maquillaje.
Trataba de controlar mis lágrimas, sentía un nudo en la garganta y quería salir corriendo, pero mi cuerpo me lo impedía. Había sido secuestrada.
"Bien ,¿cual es tu nombre?" Dijo al cabo de un rato. Sonaba dulce a pesar de su aspecto. No podía articular no una sola palabra .
"___" dije sin mirarla a los ojos.
"___, ja , pero que nombré tan más mono" Marta exclamo mientras ponía algo de rimel en las pestañas. "Te aseguro que aquí en contratar a el hombre de tus sueños" soltó una risita. "¿Qué?" Solté un un pequeño grito. "Espera y verás"
Al cabo de un rato Marta terminó conmigo, y un hombre me tomo del brazo y me arrastro a hacía una fila de chicas. Eras cuatroy seguía yo, no tenía no la menor idea de lo que me iban a hacer. Comencé a sentirme mal y jure que me iba a desmayar. Pasaron a la penúltima chica y comencé a escuchar voces de hombres por todo el auditorio. "Esta preciosura se llama Lindsey, caballeros ...... ¡Empieza la subasta!" El hombre del micrófono gritó satisfecho. Eras una subasta de chicas. Mi mundo se desvaneció .