IDÍLICO {Andy Strucker.}

Se los digo ahora, es una mala idea.

P.O.V. Farah.

Se los digo ahora, esto es una mala idea.

4;

Caminaba detrás de los hermanos Strucker con una pequeña sonrisa en los labios al escuchar sus discusiones sin sentido, me alegraba verlos así a pesar de todo lo que había sucedido, casi se sentía como normalidad, y que discutieran era señal de que estaban de buen humor, irónicamente. Me hacían recordar a todos los veranos, y los días juntos, pero mi buen humor no solo se debía a eso. Me sentía bien, contenta, a pesar de estar siendo perseguida por un servicio federal, gracias a Andrew.

Estaba ansioso todo el tiempo y a veces lo encontraba mirando un punto fijo, apretando la mandíbula y los puños como suele hacerlo cuando está enojado o resiste las ganas de soltar lágrimas, sin embargo, no puede dejar de lado que se siente mejor, es imposible ignorar que a vuelto a bromear, que sonríe mas seguido, que abraza mas seguido. Así que si, estábamos en un motel, escondidos y tratando de llegar a México (mi ciudad natal, donde nos quedaríamos con algunos de mis familiares lejanos que tenía), pero extrañamente, manteníamos la esperanza de estar bien, no perdíamos el humor, y Andy era el mejor.

- ¿Quién te enseñó a nadar?- dijo Lauren frente a mi, deteniendo a su hermano para que la mirara. El mencionado rió un poco y tomó mi mano, haciéndome sentir una estampida al estilo Jumanji en mi estómago.

- Farah.- su hermana en seguida le golpeó el hombro, riendo.- Si por enseñar te refieres a arrojarme a la alberca sin flotadores, si, fuiste tú.

- Puedo enseñarte esto, Andy.- dijo mi rubia amiga bajando las escaleras delante de nosotros, indicando que la siguiéramos. Andrew me miró y sonrió de lado. Miré nuestras manos unidas y les di un apretón antes de entrelazar mis dedos con los de el, las alcé para que el pudiera verlas bien y sonreí viendo sus preciosos ojos.

- Mucho mejor.- dije antes de avanzar siguiendo a Lauren y jalando ligeramente a Andy.

[...]

- ¡Cool!- dijo Andy, su hermana se aproximó a la maquina y tomó lo que había hecho caer con sus poderes. Negué con la cabeza, frotando mi brazo con mi mano, nerviosa repentinamente por la idea de que usaran sus poderes.

- Chicos, no me parece la mejor idea, alguien podría ver que estamos haciendo y con Servicios Centinela pisándonos los talones...

- ¡Vamos Farah, tú también podrías practicar!- Andy intentó persuadirme, pero me negué más nerviosa. Pero no hubo necesidad de decir algo ya que Lauren enseguida se adelantó.

- No Andy, los poderes de Farah no nos ayudarían en esta ocasión.- dijo ella regalándome una pequeña sonrisa.

- Nunca pudimos hablar de eso,- dijo, de repente fastidiado por nuestra actitud.- ¿como es que sabes de los poderes de Farah?- encaró a su hermana, quien se puso firme en su lugar, sin dejar que la estatura o poderes de Andy la intimidaran.- y ya que estamos ¿cuáles son tus poderes?- ahora me miraba a mi, enseguida mi mirada se dirigió a un punto distinto en el suelo, evitando por completo la mirada de Andy.- Se la han pasado evitando que los use, las dos.

- Mi... habilidad- dije dificultosamente, aun sin mirar a nadie y aun acariciando mi brazo con la mano contraria.-, no es algo común y no la controlo, para nada, la última vez que la usé... muchas cosas malas sucedieron, dañé a gente. No te enojes, ni con Lauren ni conmigo, no tienes el derecho de hacerlo, conozco mis razones para no usarlo, y deberías comprenderlo.