CONFESIONES (+18)© [Completa]

Final

20 de julio del 2009.

Miro mis ojos azules en el espejo frente a mi. Hoy es mi noveno cumpleaños, hoy es el gran día, voy a volver a casa y así cobrar mi venganza.

Tengo todo preparado, un soldado me va a llevar a casa, todo ese tiempo luego de haber salido de la correccional he estado en una escuela militar. He aprendido a manejar armas, en la correccional aprendí a pelear y ahora estoy lista para llevar a cabo mi plan.

Carlos.... vas a arrepentirte de todo lo que me has hecho.

—¿Estas lista? — la gruesa voz del soldado me trae de nuevo a la realidad.

— Si, vamos.— Él toma mi maleta, la cual en vez de ropa contiene armas.

Desde pequeñas cuchillas hasta un rifle con dardos para osos.

La camioneta donde nos acabamos de subir es negra, el soldado maneja a toda velocidad.

Llegaré a casa más rápido de lo que pensé.

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— Se cuales son tus planes Olivia. Solo ten mucho cuidado. — Dice el soldado ahora identificado como Jhonatan.

>>Si necesitas ayuda no dudes en llamarme.— Dice dándome un pedazo de papel donde está escrito.

Capitán Jhonatan Castro.

314 650 2013.

— Esta bien, pero te aseguro que nada malo pasará.

Tomo mi maleta y con un apretón de manos, Jhonatan se sube a la camioneta. Me giro de modo que quedo parada frente a mi casa, nadie sabe que estoy aquí.

Esto será una verdadera sorpresa.

Camino lo poco que falta para llegar a la puerta. Toco dos veces y quien abre la puerta es nada más y nada menos que....

— Carlos, nos volvemos a encontrar.— Una gran sonrisa se extiende en mi cara.

Su rostro palidece y eso me hace feliz. Sin importarme que aún esté en la puerta, aprovecho y entro en mi casa.

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Mi mamá se ve feliz al saber que mi supuesto "campamento" acabó.

Mi hermano es muy pequeño, tiene 3 años más o menos.

Mi mamá y mi hermano ya están durmiendo, Carlos está en el patio y yo estoy acomodando mis armas.

Camino hasta el patio, con una soga en mi hombro, el rifle y dos dardos.

— ¿Creíste que te ibas a deshacer de mi? — disparo los dos dardos uno en su nuca y el otro en su espalda.

Carlos cae al suelo y yo amarro sus manos y pies con la soga, meto una media de su pie en su boca.

Traigo la podadora de césped y amarrando lo que sobra de la soga a la podadora la enciendo y lo arrastro hasta la parte más alejada de la casa, dejándolo ahí vuelvo a la casa por mis armas.

Tomo mi maleta, las bolas negras para la basura y dejo la nota que escribí de despedida, dejando la nota en la mesa de noche en la habitación de mi mamá, vuelvo al lugar del futuro crimen.

Con Carlos aún atado procedo a sacar mis cuchillos. Tengo de todas las formas y tamaños. Carlos despierta y sus gritos son amortiguados por la media.

Abro una de las bolas negras y cada dedo que voy cortando lo tiro en la bolsa. Se nota el dolor en su rostro y la forma en que se marcan sus venas en rostro por los gritos me divierte.

<>

Con una sonrisa corto cada parte su cuerpo mientras está vivo y las dejo en cada una de las bolsas negras que tengo.

Limpio el césped y me deshago de mi ropa manchada, quemándola. En cada esquina del barrio dejo una de las bolas, así que Carlos está por todo el barrio.

Me deshago de todas y cada una de las pruebas, ya con mi venganza llevada a cabo me voy a dormir.

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Mi mamá está enojada por las palabras que puse en la nota.

Ya no quiero seguir contigo, así que me voy. Para el medio día ya no estaré en el país.

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Después del día en que mi mamá vio la nota nunca nadie volvió a preguntar por Carlos, es mejor así. Mi mamá, mi hermano y yo estamos felices.

No necesitamos a nadie más.

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Hola! Bueno, ya era hora de darle un final a está historia.

Espero y les haya gustado, no tengo nada más que decirte gracias, gracias a ti por haberte tomado la molestia de leer está historia y darme una oportunidad para escribir, se que no soy una profesional y si hay errores luego los voy a corregir.

Ya no queda Nada más por decir. Así que nos leemos luego.