CAPITULO 13

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27/Enero/2008.

- ¡Corre! ¡Vete de aquí Ahora! - me encuentro en un bosque, con ese grito comienzo a correr en dirección contraria a estos. Tropiezo y caigo, al levantarme y levantar la mirada me encuentro en un lugar diferente.

Una calle, me encuentro sola en este lugar. Comienzo a caminar y las farolas de la calle se rompen dejando el lugar en una oscuridad.

No hay luna esta noche, camino sin rumbo.

- ¡Te Dije Que Corras! ¡Largo!

Vuelvo a correr, entró en un callejón y su salida es....

- La cárcel.... - continúo corriendo, llegó a mi celda y no están las chicas. No tengo a quien pedirle ayuda.

El grito de un niño llamando a su mamá me guía hasta los baños. Al entrar me encuentro a...

- Carlos....

Despierto agitada, miro por toda la celda y todas las chicas duermen. Bajo de mi litera y voy a la litera de Luisa.

- Luisa... Luisa - susurrando la muevo hasta que despierta.

- ¿Que sucede...? ¿Estás bien? - asiento con mi cabeza, aunque sé que no podrá verme.

- No puedo volver a dormir, tuve una pesadilla. - Luisa se corre hasta el rincón y me toma la mano derecha.

- Estas fría, ven acuéstate. Yo no dejare que las pesadillas vuelvan - me meto a su litera y ella me abraza para darme calor. Aquí no tenemos cobijas y en las noches frías debemos aguantar.

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28/Enero/2008.

Luisa y yo caminamos por el patio, ella me presento a varias chicas. De las cuales lo recuerdo sus nombres.

Ellas me colocaron un apodo, ahora soy "Chiqui". Ellas no dejan de llamarme así, a veces es muy molesto.

He aprendido mucho aquí, se cómo golpear sin hacerme daño, lo más divertido es que Valeria se ofreció para pelear conmigo cuerpo a cuerpo.

Ella estaba tan creída y presumida que no vio venir uno de mis golpes. Ahora tiene el ojo derecho morado.

A las demás chicas les gusta molestarla, a Luisa la llamo una guardia, así que me siento sola en una especie de mesa de concreto. Luisa tuvo visitas ayer y le dieron dinero, así que ella me gasto un jugo de mora y una empanada.

Termino de comer mi empanada, pero cuando voy a terminar mi jugó alguien me lo tira al suelo.

Una niña un poco más grande que yo es la causante de la pérdida de mi jugo.

- Disculpa? - dijo. ella tiene los ojos marrones y cabello oscuro, es alta pero no mucho.

- ¿Porque lo hiciste? - ella no contesta solo me empuja y yo me acomodo y me paro frente a ella. No digo nada solo le pego en la cara, ella me pega una patada en mi pierna izquierda. Pierdo un poco el equilibrio y en ese mismo instante mi puño izquierdo va directo a su nariz, pero ella se corre y el golpe va a su boca.

Ella toca su boca con su mano derecha y al quitarla sangre de sale de su boca. Ella escupe hacia el lado derecho.

Se lanza hacia mí y yo la recibo con mi pie derecho en alto y este golpea su barriga.

CONFESIONES (+18)© [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora