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Capitulo 3

- ¿Mamá?

 - ¡Oh, Lena! Cariño, no sabes cuanto te he echado de menos. –dijo mientras me estrechaba entre sus brazos.

 - ¿Qué haces aquí?

 - Me he tomado unos días libres y bueno he venido a verte.

 - Tú nunca te tomas días libres.

 - Ahora sí.

 - Mamá ¿qué pasa?

 - Nada cariño, solo te echaba de menos. Estás enorme.

 - Mamá, tú nunca vienes a visitarme, jamás, desde que ingresé en esta academia habrás venido unas cinco veces contadas. ¿Vas a decirme qué pasa?

 - Está bien.

 - Vale, dispara.

 - Sé, que tú y tus amigos estábais en el ataque de la discoteca de Montana.

 - ¿Qué? Eso no es verdad.

 - Lena Holland tengo pruebas de ello. –mi madre sacó varias fotografías del bolso y allí estábamos todos nosotros. Miré las fotografías y eran tan nítidas que no entendía como nadie nos había reconocido. –¿Te haces una idea de lo que podría haber pasado ahí? Lena, ¿cómo se os ocurre escapar de la academia? He tenido que pedir una cantidad de favores para que estas fotos no llegaran a manos de los altos cargos que no te puedes ni imaginar. Mi puesto ha estado en juego, si mis superiores se enterasen de que he tapado información crucial para la policía estaría en la calle.

 - Yo...

 - No digas nada Lena, bastante hiciste aquella noche. Es un milagro que consiguieras salir de allí ilesa. ¿Te vio alguien?

 - Pues claro estábamos en una discoteca, miles de personas me han podido ver.

 - No me refiero a esas personas. Me refiero a estas personas. –sacó otra fotografía y esta si que me puso los pelos de punta. Eran los tíos que habían estado haciendo señas aquella noche.– Sí, recuerdo a estos dos pero... ¿no eran guardaespaldas de Fiona Smith?

 - Eran agentes infiltrados de la persona que mando matar a esta pobre chica.

 - ¿Por qué a ella?

 - Eso intentan averiguar Lena, por eso quiero que tú y tus amigos os mantengáis fuera de esto y fuera de esas calles.

 - Mamá, nos graduamos en una semana.

 - Eso no importa Lena. No podéis mezclaros con esa gente.

 - ¿Pero quienes son?– mi madre guarda silencio, y cuando hace algo así es que algo malo le está rondando por la cabeza.–¿Mamá?

 - Lena, no te acerques a lugares así y si ves algo extraño en el caso de que salgas aléjate de ahí lo antes posible.

 - Está bien, lo haré.

 - Gracias Lena. – ha aparecido su sonrisa tranquilizadora pero aún veo la angustia en sus rasgos. – ¿ Tú como estás?

 - Bueno bien, los entrenamientos están siendo muy buenos últimamente desde lo del ataque. He salido algo perjudicada pero dicen que aprenda de la experiencia que nos brindan. Han venido agentes especiales a la academia y son todos geniales excepto uno.

 - ¿Por qué?

 - ¡Es un puto prepotente!

 - ¡Lena, esa boca!

 - Lo siento, pero es que me saca de mis casillas, nos trata como si fuéramos unos críos durante los ejercicios y luego hace unos circuitos que no son de este mundo. Nos quiere matar.