Stay Strong ©

Capitulo 6

A medida que pasaban las horas en la academia el caos se iba haciendo con ella. Todo el mundo tenía prisa por ir a los sitios o para hacer los últimos ensayos antes del examen final. No había tiempo a penas para respirar y no solo eso, la gente vivía por y para la graduación y por supuesto para el gran baile de despedida del Gregory Bucket.

 – ¿Tienes listo todo para el baile?. - me preguntó Lexie loca de entusiasmo.

 – No, como puedes ver tengo otras cosas de las que ocuparme que de buscar un vestido.

 – Bueno pero tendrás algo que ponerte digo yo.

 – En realidad no, es más, no creo que vaya al baile.

 – Lena Holland, espero que estés de broma. - amenazó.

 – No, no lo estoy Lexie. No me gustan los bailes y mucho menos llevar vestido y zapatos altos, esas cosas no son lo mío.

 Aquello pareció herir demasiado a mi mejor amiga y durante todo el almuerzo intento convencerme de que ir al baile sería una buena idea, y tal vez tuviera razón pero ir a esos sitios me producía urticaria. Eran cosas que no casaban.

Hoy era mi ultimo día de entrenamiento extra con Dylan y sin saber muy bien porqué iba más feliz que nunca. Mientras cruzaba el campus con una sonrisa reluciente, Seth vino a incordiarme como solía hacer siempre.

 – ¿Como va eso Lena?

 – Bien hasta que apareciste por aquí.

 – ¡Vaya! Eres la felicidad en persona.

 – ¿Qué quieres Seth?

 – Ya sabes que el domingo es el baile de la academia ¿no?

 – Sí, como para no saberlo.

 – Bien, pues me preguntaba si querías acompañarme.

 – ¿Perdón?

 – ¿Tan raro te parece?

 – Hombre pues un poco. Se supone que tú me odias Seth y yo te odio a ti. ¿Por qué me pides ir al baile?

 – Yo no te odio Lena.

 – ¿Entonces por qué me incordias constantemente?

 – Es la única forma que llamo tú atención. Lena me gustas.

 Cuando Seth dijo aquello me quedé sin respiración. Eso no podía ser verdad. Él siempre me había odiado y yo a él igual y ¿ahora resultaba que en realidad lo que pasaba era que yo le gustaba? Eso era un estupidez, no podía ser cierto de ninguna manera.

Estaba a punto de contestarle cuando Dylan pasó a mi lado y Seth volvió a decirme lo mismo y entonces quise que la tierra me tragara. ¿Lo habría oído? 

 – Lena llegas tarde al gimnasio. - dijo Dylan con voz autoritaria. ¡Oh Dios! Pues claro que lo había oído.

 – Sí. Lo siento Seth pero tengo que irme.

 – No me has dado una respuesta. - dijo deteniéndome cogiéndome por el brazo.

 – Lo siento pero de verdad que tengo que irme. - me zafo de su agarre y corro hacia el gimnasio donde Dylan, me espera con los brazos cruzados y cara de perro. Oh, oh, presiento que esto no va a ser nada bueno.

 – Cincuenta flexiones y sin rechistar. - me quedo blanca al oírle hablar. De nuevo tiene ese tono egocéntrico que tanto le caracterizaba.

 Hago lo que me dice sin rechistar pero cuando llevo veinte flexiones los brazos me flaquean y creo que me voy a desfallecer ahí mismo. Tenga la boca seca y me ha entrado flato. Todo es cojonudo en estos momentos.