Capitulo 8

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  • Dedicado a Mi pequeño pony
                                    

Aún siento el roce de sus labios sobre los míos, su tacto sobre mi piel y como su voz hacía que me estremeciera en cada susurro.

Jamás hubiera creído que odiar a alguien podría acabar de esta forma. Y ahora, en la soledad de mi habitación, mientras recuerdo lo que ha pasado en el baile con Dylan siento que el nudo en mi garganta se hace cada vez más grande pensando, que esta era la ultima noche que podría estar con él. La ultima vez que le vería, que le tocara y sobre todo la ultima vez que volvería a besarle.

 Es mi ultimo domingo en la academia y a pesar de que el baile se alargó hasta altas horas de la madrugada, las notas estarán puestas a la hora acordada. Lexie no ha pasado la noche conmigo pero sé donde está.

Me levanto como puedo de la cama, desganada a más no poder y no solo por la falta de sueño, sino, porque sinceramente no quiero saber esas estúpidas notas. No quiero que mi vida en la academia acabe y sobre todo no quiero que acabe para poder ver a Dylan. Pero todo son sueños y mi destino ya está sellado desde que entré en este lugar.

Un amasijo de alumnos están junto a la puerta del aula donde se encuentran nuestros evaluadores. Esperamos ser nombrados uno por uno para saber nuestra calificación y sobre todo, para saber si de verdad seremos unos buenos agentes el día de mañana.

La incertidumbre se palpa en el ambiente pero yo estoy demasiado tranquila, es como si nada me importara.

 – Lena Holland, tú turno. - me llama la señora Jules desde la puerta de cedro.

 La sala está demasiado oscura. Está vacía y lo único que hay es una mesa larga de madera donde están todos sentados y una silla enfrente de ellos donde volveré a ser evaluada.

La directora se encuentra en el centro de la mesa y antes de sentarme  me entrega un  sobre color arena con el sello de la academia.

Abro el sobre lentamente y una por una voy viendo las notas pero cuando termino no digo nada, espero a que ellos digan lo que tengan que decir.

 – ¡Enhorabuena señorita Holland!. Es una de las mejores alumnas de esta promoción.

 – Gracias Directora Bucket.

 – ¿Alguno tiene algo que matizar de su evaluación?.-  pregunta Kenia a los presentes. Hay un leve mirada entre ellos pero nadie tiene  nada que decir. - Bien, entonces Lena ha sido un placer estar contigo todos estos años y la sociedad estará encantada de tener una alumna como tú. Aquí tienes tu cita para mañana.

 – ¿Mañana?

 – Hay ordenes estrictas de la sociedad que en cuanto se terminen las evaluaciones los alumnos con mejor calificación se los enviemos para un entrevista y después para su nueva asignación.

 – Muy bien. Allí estaré.

 – Gracias Lena, que tengas mucha suerte. -  y por una vez las palabras de Kenia me parecieron sinceras.

 Ahora que he dejado atrás la academia, me siento perdida.

No estoy muy segura aún de que haya elegido el camino correcto pero de nada vale arrepentirse. Lo hecho hecho está.

Cuando salgo de la academia un mercedes negro con lunas oscuras me lleva hacia mi nueva vida. Mientras me alejo no puedo evitar mirar atrás hasta que las enormes torres del Gregory Bucket han desaparecido del paisaje, y es ahí, cuando me doy cuenta de que esa etapa de mi vida ha terminado de verdad.

Durante el viaje no hablo nada, simplemente miro por la ventana intentando reconocer algo pero nada me es familiar allí. Ni siquiera sé si seguimos en Montana, pero total, ya nada importa.

Stay Strong ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora