Mi vida en los últimos meses había consistido en correr de un lado a otro, haciendo daño a la gente que más me importaba. Primero había sido mi madre, después Dylan y ahora Lexie.
Antes de salir corriendo del edificio y llamar a Klaus para que me recogiera la había dejado inconsciente en el suelo a causa del golpe que le había dado en la sien derecha una vez que había caído al suelo.
Tenía la mano amoratada de la pelea con Lexie, pero aún así no me detuve hasta legar al punto acordado con Klaus.
No había elegido un sitio muy discreto, pero no me fiaba de él así que prefería los lugares abarrotados de gente y con los suficientes testigos a mi alrededor por si pasaba algo que se salía de mis planes.
– Creí haberte dicho que dejaras ese USB en el lugar donde lo encontraste.
– Y lo hiciste, pero las cosas no han salido como esperábamos.
– Eso ya lo veo. - dijo con dureza en la voz. - ¿tienes lo acordado?
– Aquí está. - contesté mostrándole el USB.
– Dámelo.
– ¿Para que lo quieres exactamente?
– Eso es algo que no te incumbe Lena.
– He arriesgado muchas cosas por conseguirlo, así que merezco una explicación como mínimo.
– No estás en muy buen lugar ahora mismo Lena, así que dame eso ahora mismo.
– Quiero algo a cambio.
– Lena no me hagas perder más el tiempo. Dame eso, por favor.
– Quiero mi libertad y la de Dylan.
– No puedo perderte ahora.
– Entonces jamás tendrás esto. Tú eliges. - Klaus me miró con intensidad pensando que así daría mi brazo a torcer pero no fue así. Tenía muy claro lo que quería y no le entregaría ese maldito pendrive si no me daba lo que yo le pedía.
– ¿Es lo que quieres?
– Es lo que necesito.
– Está bien, seréis libres. ¿Alguna cosa más?
– No nos buscarás. A partir de que dejemos la base donde nos tienes encerrados no sabrás nada más de nosotros. No me busques jamás o te juro que me aliaré con quien haga falta para destruirte.
– No está bien amenazar a tu padre.
– Tampoco lo que tú haces. Así que esas son mis condiciones. ¿Trato?
– Trato.
Tal y como había pactado con Klaus. Dylan y yo desaparecimos del mapa. Era como si jamás hubiéramos existido. Solo éramos Dylan y yo.
Al principio fue algo confuso para él. Incluso llegó a enfadarse por pedir semejante cosa a nuestro enemigo numero uno, pero era la única forma de la que podríamos salir de aquí y tanto él como yo lo sabíamos.
Nuestro nuevo destino fue Italia, siempre había querido ir allí y esta era la mejor oportunidad que tendría en la vida para hacerlo. Era una persona libre y estaba con quien tantas veces había deseado.
Durante meses intentamos adaptarnos al horario europeo y aunque todo era diferente y a veces extraño, era lo mejor que ambos habíamos tenido nunca.
Habíamos alquilado una pequeña casa en el centro de la ciudad, y nos iba bastante bien. No habíamos tenido noticias de nada relacionado con Klaus o con el Gregory Bucket. Habíamos dejado de ser dos agentes especiales para convertirnos en dos ciudadanos normales y corrientes en una ciudad extraña para nosotros. Pero preferíamos eso antes que huir siempre de un lado a otro.
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Stay Strong ©
Przygodowe¿En quien puedes confiar cuando vives en un mundo lleno de mentiras? Es la única pregunta que me hago a mi misma desde que descubrí en realidad quien soy y de que mundo vengo. ¿Quieres saber mi historia? Entra y Acompáñame.