Felicidad

608 76 8
                                    

-¡Rubiooooo!-bufé cuando oí ese apodo, el simple hecho de tener a el capitán gato y a el chico flan en el equipo nacional de Japón como compañeros ya era un dolor de cabeza interminable.

-¿Qué quieres?-pregunté sin mirarlo, estaba muy concentrado en hacer un saque perfecto.

-Tsukki mirame

-...

-Tsukki mirame

-...

-Tsukki
-Tsukki
-Tsukki
-Tsukki
-Tsukki

-¡¿QUE COJONES QUIERES GATO INMUNDO?!

-¡Hola!-no me arrepiento de haberle tirado la pelota directo a su cara.

Escuché como Kageyama reía detrás de mí-buen tiro-colocó su mano en mi hombro mientras reía y me permití acompañarlo.

-Justo en la nariz-dije orgulloso.

-En el blanco, diría yo-me respondió volviendo a reirse, esta vez con más intensidad.

-Idiota, mi nariz-lloriqueo Kuroo y Kenma a su lado solo lo miraba con una pequeña sonrisa.

-Te lo merecias, hasta yo lo hubiera hecho-dijo el flan.

-¿Kuroo molestó de nuevo a Tsukki?-el pelinaranja se acercó a nosotros y pasó uno de sus brazos por los hombros de Kenma, al instante sentí como Kageyama se tensaba y Yachi y yo con él.
Digamos que estabamos un poco celosos del flan, cuando estaba cerca se robaba toda la atención de la fruta.

Estabamos en uno de los entrenamientos semanales con la selección nacional, no teníamos ningún partido programado para los próximos meses pero las eliminatorias tampoco iban a estar tan fáciles este año.

Iba a seguir hablando pero el entrenador nos llamó para formar equipos para unos partidos de práctica.

Tres horas después de partidos continuos con uno o dos minutos para reponernos estábamos camino a nuestras respectivas casas en el auto de mi amigo pelinegro.

-Estoy muerto-comentó Hinata, desde el asiento del copiloto.

-Yo sólo quiero llegar a casa, Kiyoko me dijo que preparó mi plato preferido.

-¿Lencería?- respondí concentrado en mi celular.

Escuché la risa de Hinata y aún sin mirar sabía que el pelinegro estaba completamente rojo.

-Imbécil.

-Un imbécil que adivino.

-No...bueno, sí.

Fui yo el que río está vez y Hinata me acompañó.

-Oye Hinata ¿y Yachi?-frunci el ceño debido a la pregunta de Kageyama, ahora que me doy cuenta la rubia no vino de regreso con nosotros.

-Oh, salió con unas amigas suyas de la universidad, según me dijo habían estado planeando está salida desde hace un tiempo. Me pareció muy bueno, hace tiempo que no tiene un tiempo para relajarse.

-Oh, que bueno-contesté.

-¿Y tú chica?-pregunto Kags mirandome por el espejo retrovisor.

-Estudiando-suspire-con unos compañeros-agregué.

-Ooooh, me huele a celos-comentó el pelinaranja.

-Muchos-respondí-no me gusta que se junte tanto con ellos, son solo dos, pero no me caen nada bien, aunque, no es como si pudiera hacer algo para que no sean equipo.

-Tienes razón, pero tranquilo, ella nunca haría nada.

-Lo sé, confío mucho en ella-sonrió y miró por ventana.

Minutos después llegamos al complejo de apartamentos donde vivimos los tres, diferentes pisos pero mismo edificio.
Bajamos del auto y nos adentramos al recinto, caminamos hasta el ascensor y una vez dentro cada uno pone el número de su piso.

Soy el primero en bajar, me despido de mis dos amigos y camino hasta mi apartamento con la unica idea de ir a mi cuarto y dormir por lo que resta del día.

Estoy en Japón desde hace una semana, en la cual me di cuenta de cuanto amó a Inglaterra.
Kasey está allá por temas de la universidad. Era la primera vez que estabamos separados tanto tiempo desde que empezamos a salir a los 18, ahora ambos tenemos 23 años. Está muy ajetreada por su tesis, han sido seis largos años y ahora esta a pocas semanas de recibirse por lo cual no me puedo sentir más orgulloso.

A mi me faltan meses aún para poder terminar mi carrera, cinco para ser exactos. Quería profesionalizarme más así que decidí estudiar un poco más.

Hace unos dias atrás fui al cementerio luego de casi tres años, porque había visitado un Japón unas cuantas veces pero no había ido mucho al cementerio.
Pasen los años que pasen no creó que aún pueda asimilarlo del todo pero ya me acostumbre a su ausencia aunque sin olvidarme de él por completo.

No sabría decirle con exactitud donde estaría si él aún siguiera vivo, lo más probable es que todo sea muy diferente de como es ahora. Quizás no me hubiera hecho tan cercano a Kageyama, Yachi y Hinata, no hubiera ido a Inglaterra ni tampoco habría conocido a Kasey y muchas otras cosas más.
Pero, a pesar de todo, estoy muy agradecido con él, me hizo pasar momentos únicos, borró el dolor y las inseguridades con sonrisas y besos, muchos besos. Pasé muy buenos momentos pero ahora puedo decir que realmente me encuentro muy feliz con mi vida. Estoy cumpliendo mis sueños y llegando a las metas que en algún punto de mi vida como adolescente me decidí a llegar.
La vida como adulto joven no es fácil, he aprendido cosas por el camino y otras ya las sabía pero tuve que cambiarlas un poco.
Conocí la tristeza, la angustia, la depresión,  la soledad pero también conocí, y sigo conociendo, la alegría, los buenos amigos y la felicidad cada día un poco más. Me costó dejar de ser tan cerrado pero ahora, comparandome con él Tsukki de antes, puedo decir que esté me gusta más. Abrirse a las personas debes en cuando no está tan mal, demostrar tu verdadero yo es bueno sin importar que digan lo demás, nunca podrás caerle bien a todos.

Estoy muy feliz, se lo dije a él cuando fui a visitarlo y creó que saltaria a abrazarme si pudiera por la noticia que tengo. He decido comprometerme con Kasey, lo he hablado con mamá y papá ellos se pusieron más que felices conmigo. Akiteru contrajo matrimonio con su novia, actual esposa, hace exactamente dos años y bueno mamá dijo que esta era una buena excusa para comprarse ropa nuevas, cosa que a papá no le pareció tan buena idea.
También he hablado con los padres de Kasey, ellos también me apoyaron y me dijeron que estaban prestos para ayudar en lo que fuera. Aunque no sería necesario pedirles nada ya que ganó muy bien como jugador profesional.
Ahora solo falta la parte importante, decírselo a Kasey.

Bueno Yams, las cosas van muy bien, espero que desde donde estés puedas darme las fuerzas para seguir cada dia más. Te extraño pero al mismo tiempo estoy feliz. Raro ¿no?

N/A:

A esto le quedan dos capítulos...ay 7-7

La Problemática vida de Yamaguchi TadashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora